LA VIDA DE SPEITZER
No existe algo más emocionante que las vueltas inesperadas que nos prepara la vida, especialmente en la de un actor joven como Alejandro Speitzer, quien no planea parar en un futuro cercano.
Alejandro sigue dando pasos agigantados en su camino ac- toral y nos dice cómo le sienta.
Elcentro de la Ciudad de México siempre es un buen esce- nario. Especialmente para agendar una sesión exclusiva para GQ México. Lo malo es que nadie es susceptible al tráfico en una urbe como ésta y Alejandro Speitzer no nos dejará mentir; lo bueno es que no hay nada como una rica taza de café (té de hibisco para él) y una conversación sobre cine —y hamburguesas— que nos baje el estrés de estar en el auto- móvil por horas. “El tráfico es difícil, se sale de control. Pero ¿sabes qué? Le gana toda la excelente vibra que tiene la ciudad, lo que transmite la gente”, comenta Alejandro acerca del pesar común de todos los que viven en algún centro cosmopolita, aunque seguro de que nunca cambiaría su (ahora) casa.
En fin, en esta plática que inició como terapia contra la tensión post-tráfico, hablamos de cosas más personales, como la habilidad que tiene Speitzer para despertarse sin alarma. “Es horrible, ¿no? Es como si no lograra un sueño profundo. Últimamente, me pasa que me le adelanto al despertador, tengo esa nueva técnica desarrolla- da”, nos comenta antes de presumir que todas las mañanas tiene ya su rutina de ejercicio bien definida. “Es como mi café, me ejercito porque me gusta, es un estilo de vida. Juego mucho futbol y soy muy apasionado, es una manera óptima de despertar”, agrega al tema.
Así, hablando de placeres y pasiones es como descubrimos que Álex es todo un foodie. “De comida no puedo decir una en especi- fico porque todo me encanta, pero mi go-to meal es una hamburguesa clásica con papas a la francesa, sin tocino ni nada extra, sólo con queso, doble carne, pan y ya está. Claro que con Mcdonald’s soy tan feliz como con Burgerfi; es más, fui el primer fin de semana a Shake Shack en CDMX”, y coincidimos con él, nada como una buena hamburguesa con su gran side de papas a la fran- cesa… Es casi tan culposo como el ver una serie de un solo jalón.
Y es que Speitzer tiene un par para este último trimestre del año. Ya está La reina del sur en todos lados, en cada plataforma; luego El club estrena este año y una más que acaba de terminar y tentativamente se llamará Todo por ti. Así pensamos en una for- ma especial para verlas, nos imaginamos sentados en la sala de su casa y le pusimos un orden: “Muy difícil… pero va, de lunes a miércoles, Todo por ti por ser un tema complejo y lleno de miste- rio. Después, de jueves a sábado, El club por ser más sencilla de ver y La reina del sur queda bien para el domingo por la acción, ¿no?”, así nos deja un poco adentrados a lo que vamos a poder disfrutar en nuestro sillón, además de observarlo en un género en el que no había estado antes. “Esa serie ( Todo por ti) ha sido muy
importante por el reto de hacer suspenso y misterio, temas en los que no me había involucrado”, añade el actor.
Pero claro que no sólo charlábamos de series en las que él tiene un papel importante. También fue acerca de las favoritas, sus guitly pleasures y las obligadas por ver al terminar de leer este artículo. “La última serie que vi fue La Casa de Papel, soy muy fan, estaba de viaje en París cuando salió y ahí en el hotel me la me aventé, así de entregado soy. Otra que vi hace poco es Sex Edu- cation, me parece que tiene un humor inglés padrísimo”, mien- tras dudamos en cómo sacar tiempo para verlas antes de nuestro próximo encuentro e intercambiar opiniones. Entonces, logramos definir el tipo de persona que es cuando las disfruta… y sólo hay dos opciones: verlas en una sentada o con alguna rutina especial; “no puedo mirarlas seguidas, me cuesta mucho, yo las veo por días. Con la única que lo he logrado es con La Casa de Papel, ¡ah!, y con 24, con ésta me quedaba quieto, sin moverme”; de este modo las agregamos a la lista para el próximo fin de semana.
Mientras hay ajustes de luces, revisamos los outfits de Gucci, Zegna, Vuitton, y descubrimos otra cosa que le encanta: la ropa. “Siempre he pensado que como te vistes habla mucho de ti y de tu vibra; es el primer approach que tienes con alguien si no lo conoces; entonces, sí es algo a lo que le pongo atención”, nos comparte Álex. “Mi safe look son los pants, son muy cómodos… Tengo muchas co- sas negras y lisas, porque con unos buenos jeans, sneakers o botas, ya la libraste”, y pasamos a otro set de fotos, con unos botines (foto principal) que nos tienen flechados a todos. A todos.
Y sí, vivimos en el tiempo de los sneakers, en la era que se les permite ir con todo; saco y mezclilla o traje completo… Siempre y cuando representen bien tu estilo, y Alejandro comparte la idea con nosotros cuando decimos que las piezas que usas deben transmi- tir tu identidad; “es cierto que muchas veces adoptamos cosas por moda y no por estilo propio, pero tengo claro lo que va conmigo y mi personalidad”; así caminamos juntos a ver todo lo que tenemos para el shoot de este gran número. Por lo tanto, retomamos el tema de los actores y un poco más de su mundo tan interesante: el de pararse frente a la cámara y de cómo hay tantos mexicanos que están mar- cando un paso fuerte en el ámbito. “En este momento, creo que Joa- quín Cosío es grandioso, me encanta. Hicimos una película juntos y te puedo decir que es un tipo increíble con una presencia espec- tacular. Hay algo muy importante que he aprendido con el tiempo, y es que no existe esta ‘figura grande’ sin humildad. He visto lo que hace Diego Luna ahora en Narcos y me fascina lo que entrega. No he tenido la oportunidad de trabajar con él, pero es inspiración para todos nosotros”, platica entre toma y toma, entre Tommy y Dolce.
Algo muy cierto es que si aclaramos que las inspiraciones no tienen fronteras, el talento menos. Por eso, hablamos de más nom- bres, de esos que también le han servido como ejemplo, “Robert de Niro”, es el primero que sale de su boca, sin pensarlo. “Él tiene una de mis cintas favoritas que es A Bronx Tale, y posee esta onda en la que en cada personaje lo notas diferente; él es camaleónico y eso es lo más difícil de encontrar como histrión, ese punto en el que tus personajes se distinguen abismalmente uno de otro”. Y luego pa- samos a la colección de películas. “La que más conozco es Grease, que es un viaje en el tiempo cada vez que la veo”, y es justo lo que debe hacer un buen filme, remontarte a otra época, que te transmita eso; “también The Godfather, esas dos no me cansan nunca, aun- que, ¿sabes qué?, cámbiame a De Niro por Dicaprio; no sé cómo lo hace él, porque además de ser muy buen actor, tiene buen ojo para elegir proyectos. El tipo hizo una con Johnny Depp, What’s Eating Gilbert Grape; desde ahí debió ganar un Oscar”; compartimos ese pensamiento cien por ciento.
“Todo lo que se quiere, debajo del cielo tiene su hora” es una frase que lleva Alejandro tatuada en su espalda. “Significa tal cual eso; soy una persona muy impaciente, y eso te lleva a lugares que no te permiten disfrutar y es un recordatorio de que todo lo que bus- cas o deseas debajo del cielo, llegará en algún momento”, cuenta sobre éste, uno de sus ocho tatuajes. Ahora, nos da gusto platicar con él acerca de la paciencia, algo muy importante y que pensa- mos que hay que aceptarla, aprender a trabajarla y tenerla, ya que la vida pone muchos retos para manejarla y conocerla. “Conforme ha pasado el tiempo, me he dado cuenta de que no llega a ti nada que no puedas superar, lo que te toca es porque tienes la capacidad de sobrepasarlo”, y es cierto, confirmamos cada palabra del actor y agregamos que lo que es para ti, llega. Todo coexiste en su tiempo, y no podemos estar más de acuerdo con él.