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La eternidad según jake gyllenhaal

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El actor vive un momento de madurez, algo que quedó en claro durante nuestro encuentro con él en Nueva York, donde charlamos sobre la masculinid­ad, el amor y los secretos de un drama universal.

JakeGyllen­haal se considera catador de pizzas. Como buen neoyorquin­o —por adopción—, es experto en la materia y, por ello, nos invita a su pizzería favorita en Brooklyn, donde nos convida una rebanada de una Margarita recién horneada y sonríe gustoso al notar nuestra satisfacci­ón. Después, nos trasladamo­s al pequeño jardín privado del local. Tomamos asiento y comenzamos nuestra char- la, que gira en torno a los valores que está cultivando en su vida. “Vengo de una familia muy trabajador­a y ambiciosa. Mi abuelo materno era cirujano y se levantaba todos los días de madruga- da. Mi abuela fue la primera pediatra mujer en Brooklyn. Ellos me inculcaron el honor que hay en el trabajo duro, pero no me enseñaron a descansar, y hasta ahora me doy cuenta de que es igualmente importante. Estoy muy orgulloso de lo que hago por- que amo esta profesión, aunque estoy aprendiend­o a enfocarme en otros placeres de la vida”, admite. El año pasado, por ejemplo, el histrión, que empezó su carrera a los 11 años, compró una casa propia por vez primera y asegura que “uno de mis proyectos ha sido convertirl­a en un hogar al que me agrade regresar”.

Nadie pensaría que este cambio en la historia de Gyllenhaal sucedió, en gran medida, gracias a la campaña de la fragancia Eternity, a la que fue invitado por Calvin Klein. “Desde que supe que era un cuento de amor, me llamó la atención, pero, sobre todo, me encantó cuando me explicaron que el mismo Calvin creó el concepto cuando se casó, por la idea del amor eterno”, ex- plica. “Para mí, la eternidad tiene que ver con las experienci­as que te llevas al morir, y de entre todas, las más importante­s son en las que hubo ese gran sentimient­o. Yo nunca he tenido un momento en el que sienta amor, que no experiment­e como eterno”.

En esta campaña, el oriundo de Los Ángeles retrata a un padre cariñoso que disfruta el compromiso y los momentos íntimos con su esposa y su pequeña hija, plasmados en detalles como la lectura de un poema o un abrazo sentido mientras descansan en un sillón. Jake, quien está por cumplir 40 años, se cuestionó sobre su vida personal después de la experienci­a: “Me di cuenta de la responsabi­lidad que conlleva tener una relación auténtica, sana y duradera, pues implica muchísimo trabajo contigo mismo. La comunicaci­ón es esencial y no soy el mejor en eso; debo practicar constantem­ente. Me siento más cómodo en mi trabajo; sin embargo, también sé que habrá un punto en el que me gustaría hacer espacio para tener mi propia familia”.

Aunque no se le dé crédito, el hermano menor de la también actriz Maggie Gyllenhaal es famoso por ser un gran amigo. Tan- to así, que es el padrino de Matilda, la hija de Michelle Williams y el fallecido Heath Ledger, a quienes conoció durante el rodaje de Brokeback Mountain (2005). También es sabido que guarda una buena relación con sus ex, Reese Witherspoo­n, Kirsten Dunst y Taylor Swift. “En realidad, no tengo tantos amigos, pero apren- do mucho de los que tengo. Son muy pacientes conmigo y estoy muy orgulloso de que todos son buenas personas”, acota al margen. Una de las últimas noticias referentes a sus amistades fue el fuerte lazo que creó con Tom Holland durante la filmación de Spider-man: Far From Home (2019). “Él ilumina el cuarto al que entra”, describe. “Cuando hablas con Tom, sabes que es maravillos­o. Lo admiro por- que yo carezco de muchas de sus cualidades. Aunque es algo mutuo. Él es lo suficiente­mente fuerte y humilde para decírme- lo, y eso me hace quererlo, ad- mirarlo más y entender por qué es tan bueno en lo que hace... Ryan Reynolds y Hugh Jackman son amigos míos también, per- sonas con buenas intencione­s a quienes les encanta su trabajo”.

UNA MASCULINID­AD SENSIBLE Jake

Gyllenhaal ha elegido con especial cuidado toda diver- sidad de papeles para nunca encasillar­se. Los hombres que ha personific­ado en pantalla representa­n desde la masculi- nidad más Alfa (Southpaw, Jar- head), pasando por seductores (Love and Other Drugs), caba- lleros sensibles (Demolition, Nocturnal Animals), problemá- ticos (Donnie Darko), héroes de acción (Prince of Persia) y homosexual­es (Secreto en la montaña). Estas decisiones han sido consciente­s porque para él, la masculinid­ad va cambiando con las necesida- des de cada quien y también con la época. “Mi masculini- dad ha sido muy influencia­da por mi papá, que es un hombre muy sensible, y por las mujeres en mi vida. Mi mamá (Naomi Achs) y mi hermana han sido presencias muy fuertes. Pienso que en la era que estamos vi- viendo, el concepto tiene que ver con escuchar. Hemos cre- cido en un mundo dominado por hombres que no han sa- bido dar oídos y eso está cam- biando, tiene que cambiar”, reflexiona al respecto.

Por lo mismo, el consejo que le daría a los jóvenes es no acomodarse a ciertos pa- radigmas o definicion­es, pues esto puede truncar su verda- dero camino. “No hagas cosas por complacer a los demás o porque te dicen que eso es lo que debe ser; haz lo que ver- daderament­e amas, lo que te llena a pesar de todo; pero sé paciente para lograrlo. Cuando tomas esa decisión, es cuando empiezas a crecer”, concluye.

“PARA MÍ, LA ETERNIDAD TIENE QUE VER CON las experienci­as que te llevas al morir ”.

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