Vitaminas esenciales para los nueve meses del embarazo
Existen dos minerales fundamentales para la futura mamá: el hierro y el calcio. Dentro de las vitaminas se destacan el ácido fólico, la A, la E y la C. Veamos su importancia.
El embarazo es uno de los momentos en la vida de la mujer en el que una nutrición equilibrada es fundamental. La razón es muy evidente: a los requerimientos habituales del organismo de la madre se suman las necesidades del nuevo ser que se está gestando. En el transcurso de los nueve meses, la mujer es prácticamente “saqueada” por su bebé: este demanda calcio para la formación de sus huesos y futuros dientes, hierro para sus glóbulos rojos, etc.; en síntesis, todo el espectro de vitaminas y minerales indispensables para su completo desarrollo. La nutrición adecuada durante el embarazo es necesaria para que el niño nazca con el peso que le corresponde y para preparar la producción de leche materna.
LOS TRES PILARES NUTRICIONALES DURANTE LA GESTACIÓN
Existen tres elementos que necesariamente deben ser suplementados en la dieta de la mujer embarazada, pues la alimentación, por más equilibrada que esta sea, no alcanza a suministrar las cantidades requeridas. Se trata de dos minerales: hierro y calcio; y de una vitamina del grupo B: el ácido fólico.
Por otra parte, existen otros elementos importantes para el desarrollo embrionario, que con sus propiedades contribuyen a la acción de los tres pilares básicos: son las siguientes vitaminas.
COMER CON MÁS VITAMINAS
Para obtener los nutrientes en forma más completa, tome en cuenta lo siguiente:
• Cocinar los vegetales al vapor.
• Asar los vegetales con la cáscara. Cocinar los vegetales con piel en el microondas.
• Lavar las hortalizas crudas con agua corriente, pero nunca dejarlas en remojo, ya que pueden perder parte de las vitaminas.
• Las papas cocinadas con cáscara conservan más la vitamina C (que es hidrosoluble). Preparalas al horno o a la parrilla con su cáscara.
• Las frutillas y frambuesas contienen abundante vitamina C; es conveniente lavarlas en el momento de consumirlas y no antes, pues se corre el riesgo de estropearlas y de ese modo perder su aporte vitamínico.