MANDRÁGORA, UNA PLANTA MÁGICA
Mitos y leyendas rondaron esta extraña planta a lo largo de la historia con respecto a sus usos curativos, mágicos y afrodisíacos.
La mandrágora, desde la Antigua Grecia, fue considerada una planta sagrada porque tenía las propiedades de modificar los estados de consciencia. Más tarde, en Occidente medieval, pasó a ser apreciada por sus usos médicos y botánicos, ya que tenía la capacidad de generar sueño profundo y reparador, que se usaba para curar, o también, como afrodisíaco y amuleto de amor.
Lo llamativo de esta planta es la forma de su raíz, que se asemeja a una persona, y de allí surgieron muchos mitos, como que tenía vida propia. Por eso, sólo magos expertos eran capaces de extraer la planta para evitar que sufriera y emanara un grito desgarrador, o que produjese daño a quien la intentara manipular.
Durante la Edad Media, en la época de la Inquisición, se prohibió su uso y quedó atribuido sólo a las brujas y la magia popular. Se decía que la combinaban con otras hierbas para hacer ungüentos que les permitían tener experiencias extracorpóreas.
Sin embargo, más tarde en la Edad Media, también se la consideró una planta excelente para el uso medicinal. Se la usaba para combatir jaquecas, languidez, dolor de cuello. Hildegard Von Bingen ( monja mística, médica y escritora) detalló sus virtudes en el siglo XII diciendo que tomada con vino, la mandrágora ahuyentaba la melancolía del alma y reanimaba a quien sufría nauseas. Queda claro que es una planta que cura, pero puede llevar a quien la use inadecuadamente a su destrucción. Otorga un sueño reparador o funciona de anestésico en operaciones, pero puede provocar alucinaciones o llevar a la locura. Paracelso (alquimista, médico y astrólogo) escribió: “Sólo de la dosis depende si un veneno es veneno o