¿ES POSIBLE VOLAR GRACIAS AL PODER DE LA MENTE?
Después de ejercitarse durante años bajo la guía de un maestro, un grupo de monjes tibetanos recorrió a pie grandes distancias a velocidades sobrehumanas, prácticamente volando sobre la tierra. Conozca este caso increíble.
El Tibet es reconocido como un país de profunda espiritualidad y misterio. Es un territorio montañoso, que alberga infinidad de monasterios donde viven, aislados del resto del mundo, monjes budistas con extraordinarios poderes paranormales. Estos sacerdotes, llamados lamas, luego de años de ardua preparación, llegan a desarrollar increíbles facultades psíquicas, capaces de desafiar las leyes del mundo físico: se dice de ellos pueden volar, controlar el clima y crear objetos con el pensamiento. Este dominio de las fuerzas ocultas que posee el hombre tiene su origen en la tradición chamánica que el lamaísmo heredó en épocas remotas. Los lamas entienden que el mundo es una creación de la mente. La base de su misticismo es considerar que todos los fenómenos que percibimos son espejismos nacidos de nuestra imaginación. Es así como llegan a desarrollar, mediante el dominio de la mente y el adiestramiento físico, prodigiosas capacidades sobrehumanas. Por ejemplo, algunos monasterios se dedican al entrenamiento de lung- gompa, ágiles corredores que desarrollan una velocidad y rapidez increíbles, recorriendo extensas distancias en lapsos muy breves de tiempo. Divisándolos en la lejanía parecen elevarse a saltos del piso y flotar en el aire. Cuando los lunggom-pa se ponen en marcha, sus pies apenas tocan el suelo y se mueven con prodigiosa ligereza. Este maravilloso fenómeno se produce en estado de trance; el corredor olvida los obstáculos y la fatiga, avanzando hacia su meta con una concentración tal que le permite abandonar casi por completo su estado de conciencia normal. El caminante mira un punto único e ingresa en un estado similar al hipnótico. Deben evitar hablar o mirar a su alrededor, pues una distracción podría provocarles la muerte.