EN PLENO CONTAGIO
El sistema de salud argentino está innovando. Diagnósticos apoyados en algoritmos y apps que mejoran la atención a pacientes son la punta de lanza.
Emarzo pasado, la conferencia anual de la Asociación de Sistemas de Gestión e Información para el Cuidado de la Salud (HIMSS, en inglés) reunió en Las Vegas a más de 40.000 profesionales. El evento, que promociona el uso de la tecnología informática para mejorar el acceso a la salud, estuvo centrado en optimizar la conectividad con los pacientes, la ciberseguridad y las formas de trabajar con los datos. Esos son los temas que hoy prioriza la industria cuando se trata de implementar herramientas digitales. No es para menos. Según Global Market Insights, el mercado de la salud digital tendrá a escala global un valor de US$ 379.000 millones en 2024. En América latina, los países destacados que ya implementan estas herramientas son México y Brasil. La Argentina, en cambio, recién empieza a dar sus primeros pasos en la digitalización. Aunque las experiencias son pocas, permiten ver cómo las instituciones de este país están adoptando nuevas estrategias. Las ideas aparecen tanto en el sector privado, como en el público y en el sistema académico. Desde proyectos que ganan premios internacionales hasta desarrollos que recién empiezan a probarse en centros médicos de Buenos Aires, el cuidado de la salud en el país entra en la era digital de la mano de aplicaciones móviles y programas que recurren a la inteligencia artificial para apoyar el trabajo de los profesionales de la medicina. Uno de los ejemplos más reconocidos en el último tiempo es el de Entelai-pic, que combina el conocimiento de especialistas en imágenes y el análisis automatizado a partir de Deep Learning. Desarrollado por la startup Entel Ai, el sistema analiza resultados de resonancias magnéticas y brinda un reporte a la persona encargada de armar el informe sobre el estudio médico. En abril pasado, esta plataforma ganó el premio a la innovación en el cuidado de la salud, un recon nocimiento de 20.000 euros y un viaje a Alemania otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y la filial argentina de los laboratorios Merck. Este agente virtual de diagnóstico fue desarrollado hace un año por Mauricio Farez, del Instituto Fleni, y Diego Fernández Slezak, del Departamento de Computación de la Universidad de Buenos Aires. El proyecto, que actualmente está en etapa de evaluación, consiste en brindar una plataforma que optimice los diagnósticos basados en imágenes. “Cuando uno se hace un estudio y se pone dentro del resonador, ese equipo genera una imagen del cerebro que se almacena en un lugar donde el especialista lo abre, lo revisa y emite un informe”, describe Farez. Lo que hace Entelai-pic es procesar esa información para que el especialista tenga luego datos más fáciles de leer y de interpretar. “Creemos que sin duda es el futuro. Yo, como médico, espero que en pocos años pueda contar con esta
herramienta para todo tipo de decisión médica”, considera Farez, CEO y cofundador de Entel Ai, en diálogo con INFO
TECHNOLOGY. Para él, hay mucha inequidad en el acceso a la salud, una problemática agravada en la Argentina porque los especialistas tienden a agruparse en los grandes centros urbanos. “Este tipo de herramientas, además de hacer la medicina más rápida, van a permitir que cualquiera tenga una opinión en su teléfono o su computadora sin tener que ir a Buenos Aires o a un centro grande”, agrega. Otro de los proyectos que recurre a algoritmos para brindar un diagnóstico es Viewmind. Esta empresa utiliza una tecnología de eye-tracking para realizar evaluaciones neurocognitivas en base al movimiento de los ojos. De manera automatizada y estandarizada, aseguran que puede detectar un deterioro leve compatible con un inicio de la enfermedad de Alzheimer. La idea, cuenta su CEO Matías Shulz, partió de una cadena de emails curiosa que mostraba un texto con las letras desordenadas y aseguraba que si una persona no podía leerlo, entonces eso podía indicar enfermedad de Alzheimer. El equipo detrás de Viewmind se preguntó entonces por qué sucedía eso, qué patrones de lectura había que tener para tener un desempeño cognitivo sano. Así empezaron a trabajar en el desarrollo de este algoritmo y hoy son una startup acelerada por el Centro de Innovación Tecnológica, Empresarial y Social, que invirtió 500.000 dólares en el proyecto. Viewmind brinda un producto portátil y cerrado, compuesto por el eye-tracker, una computadora laptop y el software de evaluaciones. Puede ser utilizado dentro y fuera de las instituciones médicas y la empresa se encarga de entrenar al personal encargado de implementarlo.
Soluciones para digitalizar la salud
Las innovaciones en los sistemas informáticos de instituciones de salud surgen a veces desde el propio hospital o empresa de medicina prepaga, como en el caso del Hospital Italiano, que es uno de los que se destaca al implementar historias clínicas electrónicas. Pero, en otros casos, las innovaciones son pensadas por empresas especializadas en IT que tienen en cuenta los desafíos especiales que presenta el sistema de salud. Citrix System, la multinacional informática con sede en Florida, Estados Unidos, brinda a las obras sociales y hospitales de la Argentina algunas soluciones enfocadas en atender a los pacientes. Juan Manuel Gómez, director de Ventas para América latina de la empresa, asegura que trabajan con tres conceptos. El primero, la seguridad. “Hay que proteger la privacidad del paciente”, explica. Según esta compañía, la segunda cuestión que presenta el sector de la salud como primordial es la del modelo de atención. En este punto aparece, por ejemplo, la telemedicina, que permite a los médicos llegar a distintos lugares. Y la tercera, dice Gómez, es la de la innovación, la de encontrar nuevas formas para realizar diagnósticos y tratamientos.
Salud móvil
Hay aplicaciones para pedir comida, monitorear gastos,
Ante todo, hay que proteger la privacidad y seguridad del paciente.” Juan Manuel Gómez, director de Ventas de América latina de Citrix System.
organizar las tareas. Por supuesto, hay otras que permiten hacer un seguimiento de algunos indicadores saludables como la cantidad de nutrientes consumidos o de pasos caminados. Vienen directamente con los celulares y muestran que existe una tendencia a manejar también desde el celular la propia salud. Por eso, otra de las soluciones que las empresas de software brindan al sistema de salud es el desarrollo de aplicaciones móviles. La mayoría de estas soluciones están orientadas a los pacientes: pueden seguir desde su historia clínica hasta tener datos de la cartilla de prestadores. Para los desarrolladores, es un sector que presenta desafíos particulares. “Por un lado hablamos y trabajamos para pacientes y no para clientes”, explica Nicolás Tanos, socio fundador de Intive-fdv. Eso requiere un cuidado especial sobre todo con la información sensible que se puede manejar en algunos casos. Desde esta empresa desarrolladora han llevado adelante procesos de Design Thinking sobre procesos y sistemas hospitalarios, aplicaciones de seguimiento de tratamientos, apps de geolocalización y stock de medicamentos —en especial en épocas de restricción a las importaciones— y aplicaciones para ayudar a los médicos a calcular dosis de medicamentos. “Es una industria, sobre todo en el caso de las farmacéuticas, que no puede hacer publicidad tradicional, razón por la cual los medios digitales y las apps son herramientas indispensables para hacer engagement y fidelización de estos clientes-pacientes”, señala Tanos. Las tendencias muestran que las tecnologías implementadas en el sector de la salud están pensadas en el uso de los pacientes, ponen el foco en la conexión de estos con los profesionales y en facilitar el acceso a la información. Por ejemplo, en la Argentina hay centros de diagnósticos que envían los resultados de los estudios médicos a través de la plataforma Wellbin. Esta herramienta no solo permite visualizar fácilmente desde los niveles de glóbulos rojos hasta los resultados del colesterol. También brinda la posibilidad de hacer un seguimiento y monitorear cómo evolucionan esos indicadores. La historia de Geovin es otra. Fue creada en el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, CONICET – Universidad Nacional de La Plata) por un equipo que quiso brindar una herramienta para prevenir la enfermedad de Chagas. La aplicación tiene dos propósitos. El primero, generar una base de datos de puntos en los que haya vinchucas, los insectos que transmiten esta enfermedad. El segundo objetivo es brindar información sobre la infección, desde opciones de tratamiento y diagnóstico hasta medicación y métodos de prevención. Se estima que en la Argentina hay más de un millón de personas que padecen enfermedad de Chagas. Para el equipo que creó esta aplicación, el objetivo está puesto en hacer “ciencia ciudadana”: que cada usuario pueda actualizar la base de datos para que las autoridades sanitarias estén al tanto sobre los sitios en los que aparecen estos insectos y tomar las medidas preventivas necesarias; hoy, una tarea insufuciente. Las experiencias son distintas. Algunas son empresariales y otras están más vinculadas a la investigación, pero todas tienen algo en común. Los equipos que las llevan adelante tienen claro que, en la Argentina, es momento de que la digitalización llegue al sistema de salud.