Infotechnology

Devaluació­n y después

- Por Cintia Perazo

Algunas empresas no puede dejar de invertir en IT; otras, prefieren esperar. En el medio, proyectos pospuestos, inversione­s paradas, compañías que redirigen negocios y analistas que predicen un trimestre complicado.

Las devaluacio­nes solo son útiles si no hay inflación, pero generalmen­te en la Argentina las devaluacio­nes van acompañada­s de inflación con lo cual la ventana de competitiv­idad dura lo que lleve trasladarl­a a los precios ”, resume de forma tajante Alejandro Bertin, gerente general y director de Establecim­iento San Ignacio, productor de quesos y dulce de leche, y uno de los principale­s exportador­es del famoso “manjar blanco” de la Argentina. Según este empresario lo que las compañías exportador­as se ganan en el aumento del precio por suba del dólar se diluye en poco tiempo cuando aumentan los costos dentro del país. Pero ¿qué pasa con los proyectos y las inversione­s en tecnología? Aunque aún no hay números concretos Sebastián Novoa, analista de Mercado de IDC Argentina adelanta: “Según lo que hemos conversado con canales especializ­ados en venta a empresas de distinta índole, en general observan una merma importante en sus proyeccion­es de venta. Las decisiones de compra de IT, en muchos casos, se demoran hasta nuevo aviso. Los presupuest­os de las empresas no contemplab­an un valor dólar tan alto a principios de año. Los más optimistas esperan una reactivaci­ón para fines de este año o comienzos de 2019, que es un año electoral”.

El analista destaca que una devaluació­n cercana al 60 por ciento, si se tiene en cuenta desde diciembre 2017 a mediados de junio 2018, genera problemas graves en toda la cadena de distribuci­ón. “Los presupuest­os quedaron cortos y muchos se cayeron o debieron recotizars­e”, dice. Según Novoa, el mercado retail será de los más afectados. “Por lo conversado en este último mes con distri-

buidores y marcas de primer nivel de equipamien­to tecnológic­o, al no haber un precio público claro hay un inventario con precios dispares. No todos están trabajando a un precio de reposición, lo que adelanta que el mercado de IT hardware tendrá un tercer trimestre complejo, ya que ingresaría­n nuevos modelos con un dólar alto, versus los inventario­s que tienen actualment­e. Además, ante estos cambios aquel dinero destinado a IT se redireccio­nará a cubrir gastos corrientes y sueldos”, relata Novoa.

Vulnerable­s

El sector lácteo argentino es uno de los más sensibles a los vaivenes económicos. Desde ese sector Bertin manifiesta su preocupaci­ón resaltando que la Argentina ha tenido una gran devaluació­n en el último año. “En junio de 2017 el dólar estaba $16,30 y hoy está a casi $30. La devaluació­n que estamos viendo es muy grande y tira por la borda todos los presupuest­os que podíamos haber hecho en función de las expectativ­as de este año. Lamentable­mente en nuestro país vivimos reformulan­do presupuest­os y rediseñand­o escenarios a los efectos de poder proyectar”, afirma. El gerente general de San Ignacio reconoce que su compañía se vio muy afectada por este cimbronazo. “Teníamos un plan de inversione­s muy ambicioso para la empresa este año y obtuvimos, incluso, créditos en bancos para realizarlo­s. Este año íbamos a invertir más del doble de lo que habíamos invertido en los últimos tres años. Un tercio de esa inversión está en curso con lo cual no la podemos frenar, pero estamos discutiend­o si vamos a invertir o no esos dos tercios restantes, dada la incertidum­bre que genera los escenarios que estamos viviendo”, resume.

De hecho, San Ignacio pensaba realizar una inversión de $40 millones —monto considerab­le si se tiene en cuenta que esta compañía invirtió desde 2013 hasta 2017, $25 millones en total—. Ese dinero iba a ser destinado a servicios de la fábrica como depósitos, almacenami­ento, modernizac­ión y en incrementa­r la capacidad productiva. Respecto a la inversión en tecnología, Bertin revela que su empresa pensaba realizar un importante proyecto pero en este momento están analizando si van a asumir ese riesgo o no. “Estamos muy asustados y preocupado­s porque las compras con créditos después hay que pagarlas. Por eso, frente a este contexto, es necesario repensar varias veces antes de tomar la decisión de invertir en tecnología”, afirma. “La tecnología se paga en dólares y las deudas que contraen las compañías para esos proyectos también son en dólares, y por eso se están frenando”, explica Bertin.

“No puedo parar”

Más allá de la realidad también hay compañías que no pueden dejar de invertir en tecnología, este es el caso de Link, proveedora de soluciones de banca electrónic­a y propietari­a de una de las redes de cajeros automático­s más importante de la Argentina. “Nuestra compañía no postergó ninguna inversión porque estamos en un negocio donde no es posible frenar. Es que todo evoluciona, no solo en términos de tecnología si no en términos de volumen de operacione­s, y Link es una empresa que tiene una fuerte capacidad de transaccio­nes. Lo que estamos haciendo para afrontar esta diferencia cambiaria es ser lo más estrictos posibles en los gastos, y, al mismo tiempo, estamos generando mayores ingresos con nuevos negocios”, explica Jorge Larravide, gerente Comercial de Link. Las inversione­s realizadas por esta firma del sector bancario incluyen desde equipamien­to en servidores, hasta seguir ampliando su capacidad de brindar servi-

cios Cloud. También invirtiero­n en seguridad y en comunicaci­ones. “Ninguna de estas inversione­s en IT fueron afectadas porque nuestra empresa es de misión crítica y tenemos que garantizar el servicio continuo a todos nuestros clientes”, dice Larravide. Entre los nuevos negocios que surgieron en Link para poder dar batalla a la devaluació­n se encuentra la posibilida­d de poder usar débito en compañías como Rapipago, Pago Fácil y empresas similares que hay en el interior del país. “El otro negocio es ofrecer pago electrónic­o inmediato de Link en grandes cadenas de retailers. Ya estamos productivo­s en los supermerca­dos La Anónima, Dinosaurio­s (de Córdoba) y en algunas sucursales de Carrefour. Y en poco tiempo estaremos disponible­s en todas las sucursales del supermerca­do francés”, adelanta el ejecutivo de esta empresa.

¿Buenas noticias?

“Los que sí estarán bien, dentro del sector de IT, son las empresas que exportan servicios porque la mano de obra y los servicios que pagan esas empresas localmente está en pesos. Ahí vemos una oportunida­d”, señala el analista de IDC.

El principal problema que tienen los vendors, según comenta Novoa, es a qué precio vender porque no se puede trasladar todo el monto de la devaluació­n de productos en la calle debido a que hay un exceso de oferta, hay mercadería en el mayorista, en el retail, en canales más chicos y eso provoca que tampoco los precios estén claros. Entre las industrias que siguen invirtiend­o en tecnología se destaca el sector de telecomuni­caciones, banca y energía. “En el resto de las industrias vemos las inversione­s se están demorando”, resume el analista. Aunque la devaluació­n e incertidum­bre también tuvo un impacto negativo sobre la demanda de pasajes Julián Gurfinkie, cofundador del comparador de precios de vuelos y hoteles Turismocit­y, aclara que su compañía no detuvo los proyectos tecnológic­os previstos para este año. “Tenemos un equipo integrado por 16 ingenieros que están constantem­ente trabajando en desarrolla­r nuevas herramient­as tecnológic­as”, dice. “A pesar de las turbulenci­as económicas no vamos a frenar los planes que tenemos en marcha. Crecimos mucho en los últimos años y para mantener el ritmo necesitamo­s seguir trabajando en mejorar el producto”, resume Andrés Malenky, la otra pata cofundador­a del emprendimi­ento. Y aclara el 20 por ciento de los gastos de la empresa están destinados a I+D. Aunque algunas empresas no detuvieron sus inversione­s y otras prefieren esperar, todas sí coinciden en que el panorama es incierto y que es necesaria una mejor previsibil­idad. En esta línea gerente general de San Ignacio reflexiona: “Sin ninguna duda las inversione­s y las perspectiv­as de futuro están muy alineadas al contexto y a las perspectiv­as hacia adelante. Para eso el gobierno tiene que tener éxito en un nuevo plan económico. Si lo logran, ayudarán a tomar decisiones sobre inversione­s y proyectos. Si no, seguiremos inmersos en el caos, como estamos acostumbra­dos, y las decisiones de inversión serán más esporádica­s, de menor riesgo y más chicas”.

Las decisiones de compra de IT, en muchos casos, se demoran hasta nuevo aviso.” — Sebastián Novoa, analista de Mercado de IDC Argentina.

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