La nueva esperanza
Una nueva serie de Netflix, The Witcher, está esperando al final de la mítica Game of Thrones para reemplazarla en el imaginario popular. Basasda en una saga fantástica que llega desde Polonia, todo parece esperar que va camino a ser franquicia. ¿Lo logrará?
Siete años antes de que George R.R. Martin comenzara a escribir su libro “Canción de hielo y fuego”, que luego dio origen a la multimillonaria serie Game of Thrones, un personaje llamado Geralt de Rivia, un brujo con poderes extraordinarios, aparecía por primera vez en la revista polaca Fantastyka. Tal fue el suceso que su creador, el escritor polaco Andrzej Sapkowski, entendió que "esa era su historia" y merecía contarla de la mejor manera posible. Animado por la obra de J.R.R. Tolkien, creador de “El Señor de los Anillos y su Tierra Media”, Sapkowski entendió que existía un público adulto amante de la ciencia ficción, cansado de leer los típicos cuentos de hadas, y comprendió que podría incluir en su mundo de ficción las problemáticas sociales, sexo y violencia. Sí, todo esto ocurrió en Polonia muchos años antes que Poniente existiera y generara un negocio multimillonario. Ocho libros, millones de ejemplares comercializados y tres videojuegos exitosos decidieron a los directivos de Netflix a golpear la puerta de Sapkowski para avisarle que quería contar en The Witcher las andanzas de Geralt de Rivia, el brujo cazamonstruos, y todos los personajes creados a su alrededor. Sapkowski anticipa, en comunicación con este medio, qué encontrarán los amantes de la ciencia ficción que aún no leyeron su obra —un mundo realmente complejo que nada tiene para envidiarle a la Tierra Media o Poniente—, su relación con George R.R. Martin y si cree que The Witcher está en condiciones de ocupar el lugar que dejará vacan-
te Games of Thrones, el tanque de HBO, el próximo año con su anunciado final. O, al menos, eso esperan los ejecutivos de la plataforma de video bajo demanda creada hace 20 años por Reed Hastings.
¿Cómo explica el fenómeno de su saga de libros?
Los fenómenos suelen ser inexplicables, esa es su naturaleza. No puedo explicar lo que pasó con mis libros, incluso cuando asumimos que fenómeno es la palabra correcta para usar. El éxito de los libros depende de los lectores, y los lectores son un grupo extremadamente diversificado.
¿Cuándo comenzó a escribir historias fantásticas?
¿Qué fecha uno puede considerar como inicio? ¿La fecha en que terminé mi primera historia? Era diciembre de 1985. ¿La fecha cuando fue publicada? Diciembre de 1986. ¿La fecha en que me pagaron por ello? 1987, pero no recuerdo el mes.
¿Cómo y por qué surgió la idea de contar una historia de estas características para adultos?
Mi primera historia, “Wiedzmin” (The Witcher), fue concebida y escrita para una competencia literaria anunciada por “Fantastyka”, una revista polaca de ciencia ficción. Soy un lector ávido y fanático de Tolkien, Roger Zelazny, Jack Vance, Ursula K. Le Guin y Fritz Leiber. Mi historia tuvo un gran impacto en los lectores de mi país, así que decidí continuar desarrollando historias. Y me convertí en un escritor de tiempo completo como resultado.
¿Ya había pensado en la posibilidad de que su novela se convirtiera en una serie o película?
Nunca. Pero otras personas sí. Ya se ha hecho una película y una serie en torno a The Witcher. Pero ahora se está haciendo esta nueva serie de Netflix.
¿Participó de la adaptación y los guiones luego de que Netflix se contactara para producir la serie basada en los textos originales?
Se pusieron en contacto conmigo hará unos dos años y, por supuesto, participé del ensamble y los guiones de la serie. Pero hasta cierto punto.
Creando una nueva franquicia
Complementariamente a los libros — que luego de agotarse en varias ocasiones actualmente son distribuidos en la Argentina por Riverside Agency— se encuentran los videojuegos de The Witcher. Hasta la fecha fueron publicados tres RPG (juego de rol, por su sigla en inglés), desarrollados por Cdprojekt RED bajo los títulos de “The Witcher”, “The Witcher 2: Assassins of Kings” y “The Witcher III: Wild Hunt”. En ellos, el jugador comienza con un Geralt amnésico pero con todas las habilidades propias de un brujo buscando información sobre una misteriosa banda, La Salamandra. La saga de videojuegos, situados unos dos años después del final de la historia contada en el libro “La dama del lago”, fueron los que catapultaron a la fama mundial las aventuras creadas por Sapkowski con sus ventas multimillonarias. Como spin-off de The Witcher también surgieron una serie de cómics publicados por Dark Horse en los Estados Unidos y por Norma Editorial, en España. En la nueva adaptación de la historia vía Netflix, el actor Henry Cavill —Superman y The Tudors— será el encargado de interpretar a Geralt de Rivia.
¿Cree que The Witcher puede convertirse en una franquicia de negocios multimillonaria, como Game of Thrones?
Conozco a George R.R. Martin personalmente, nos hemos reunido en algunas convenciones. Tiene exactamente la misma edad que yo. Y me gustan sus libros, “Canción de hielo y fuego” en particular. También me gusta la serie de televisión y la considero una de las mejores de la historia. ¿Se comparará The Witcher. ¿Compite con ella? No lo sé. El tiempo dirá.
¿Por qué tienen éxito las series basadas en novelas del género fantástico?
Algunos aman la ciencia ficción y la fantasía y están ansiosos por leer algo nuevo en el género. Algunos lo odian. A algunos simplemente les gustan las buenas historias y el género no desempeña ningún papel. Los lectores, siempre hay que recordarlo, están diversificados. Nadie puede prever sus gustos y reacciones. Tomemos, por ejemplo, la serie Harry Potter: uno no esperaba un éxito tan grande y nadie sabe cómo podría suceder y por qué.
¿Qué encontrará el público que no leyó los libros ni jugó ninguno de los videojuegos?
No lo puedo decir. Seguramente uno no puede satisfacer a todos. Pero soy optimista en cuanto a cumplir al menos algunas expectativas de los amantes del género.
“Soy un lector ávido y fanático de Tolkien, Roger Zelazny, Jack Vance, Ursula K. Le Guin y Fritz Leiber.”