La catedral del gaming
Baires Esports Center es el primer centro de entrenamiento de alto rendimiento para jugadores profesionales y amateurs de deportes electrónicos. Con una propuesta original y variada abrió sus puertas para los fanáticos del gaming.
Mientras algunos planifican su próxima jugada, otros comienzan la entrada en calor. “Si vas por top, te pueden estar esperando”, se comentan. Con auriculares puestos, dedos rápidos y mirada atenta en la pantalla, lo único que importa es ponerse a punto para el torneo del fin de semana. Al tiempo que Malvinas Gaming aprovecha su tiempo para prepararse para el próximo torneo, llega Furious Gaming, listo para ocupar su hilera de PC y comenzar a entrenar. Arriba, Cecilia (o Theelizardqueen en Twitch) stremea sus partidas con sus seguidores. Todo este movimiento sucede en simultáneo en un espacio único en Buenos Aires. No es un evento ni un encuentro para gamers, sino un día común y corriente en Baires Esports Center, el primer centro de entrenamiento de alto rendimiento para deportes electrónicos “A principio de año, cuando nace la idea, iba a ser algo más chico, como una gaming office de tres ambientes para tener dos bootcamps de entrenamiento. Pero las marcas y los equipos necesitaban otra cosa”, explica Alan Polo, dueño y fundador de Baires Esports. “Existen propuestas de lugares de entrenamiento, pero acá queríamos dar un salto; algo que las marcas y los jugadores pedían”, suma.
Servicio todoterreno
Lo primero que llama la atención de Baires es su ubicación. Alejado del glamour caótico palermitano, el centro ocupa un lugar con muchos accesos en el barrio de Almagro, sobre la avenida Díaz Vélez, en el punto medio entre las avenidas Rivadavia y Corrientes. Con su colorido frente revela su función: centro de entrenamiento de alto rendimiento gamer. Al ingresar, hay un largo pasillo con mesas grandes de madera, una pequeña tienda de computación y merchandising y un bar. Al final se encuentra el plato fuerte: una gran tribuna, un escenario con 12 computadoras y una pantalla gigante. Desde abajo se ve un ventanal. Allí se halla la sala de “casters”, un espacio donde los streamers pueden relatar lo que pasa abajo (al mejor estilo de cabina
deportiva tradicional) o transmitir sus propias actividades. Además, hay otras dos salas que, a futuro, podrán ser alquiladas por equipos para tener sus propias oficinas privadas. Desde lejos, parece un espacio de coworking para los jugadores. Con 470 metros cuadrados, el Baires Esports busca consolidarse como un punto de encuentro para toda la comunidad. Pero también tiene que funcionar como negocio. Por eso se alquilan las líneas de computadoras (de a seis a $350 la hora o $1.000 las tres horas), para que equipos profesionales como amateurs puedan entrenarse o competir de forma online, pero en un ambiente controlado. Además, el centro se puede alquilar para eventos o competencias. Con equipos de primera línea (periféricos de primera marca, Inter Core i7 8600,
Nvidia Geforce 1070 Ti, 16GB de RAM, disco sólido y rígido, además de todas las conexiones y juegos), los usuarios no deben preocuparse por nada al llegar. Claro, si quieren usar su teclado o sus auriculares, lo pueden hacer. “Queremos trabajar con equipos de primera línea y también con los que quieren profesionalizarse. Por ejemplo, alquilamos la línea por 15 días previos a un torneo o antes de viajar”, explica Polo y agrega que “cuando se alquila, cada equipo elige cómo usarla”. Durante el día a día, la actividad principal del centro es el entrenamiento, además de organizar sus propias ligas competitivas. Asimismo, se se puede usar como punto de encuentro para reuniones. De cara a un futuro, Polo quiere que el centro funcione como algo que le sirva a la comunidad: “Si lo aceptan, todos crecemos, podemos darle la unión que le falta a la escena”. “Esto es un centro gamer; ni de una marca, ni de un juego exclusivo. Es para la comunidad, un lugar de intercambio”, finaliza. Así, con la idea de “abrir el profesionalismo”, Baires Esports Center quiere consolidarse como la primera base de operaciones para el mundo profesional gamer en la Argentina.