El rey del negocio geek
Se dedica hace años al negocio de los cómics y las editoriales geek. Es uno de los responsables de traer la Comiccon al país y, ahora, también puso el ojo en el mundo del merchandising y lo digital. Cuál es el “superpoder” fundamental para triunfar en los
La gran oleada del cómic viene subiendo con fuerza en la Argentina y así lo avalan los números. Como medida, pueden tomarse como proxy los números del e-commerce Mercadolibre: durante este año se vendieron 24.000 artículos relacionados al mundo de las historietas, lo que representa un crecimiento de alrededor del 31 por ciento respecto a 2017. Pero no solo creció la cantidad de artículos, sino también el valor de los tickets de compra, que el abultado aumento del 73 por ciento en la facturación ejemplifica a la perfección. Lo mismo vale para el “primo” del cómic; el manga japonés. La historieta nipona creció 114 por ciento, alcanzando el techo de casi 20.000 unidades acompañada de, nuevamente, un crecimiento en la facturación de 149 por ciento. Los precios unitarios de estos productos no son una ganga tampoco. Los precios oscilan entre los $300 y $500 tanto para cómics como para manga, aunque cualquier edición esquiva, ya sea una presentación deluxe o un hardcover, puede triplicar o quintuplicar ese precio. Matías Timarchi, desde Ovnipress, es el dueño de algunas de las licencias más jugosas del mercado: publica la exitosa serie The Walking Dead, la icónica Star Wars y es responsable de que Marvel, una de las dos productoras de cómics más importantes del mundo, pueda publicar a The Avengers o Spiderman en una edición 100 por ciento argentina.
El génesis
“Los últimos 25 años de mi vida me preparé para esto”, dice Timarchi, en diálogo con INFOTECHNOLOGY. “Desde chico leí cómics y miré muchos dibujos animados. Me tiré para ese lado estudiando dibujo desde chico aunque más de grande, ya terminando la secundaria, me metí en el mundo del diseño gráfico. Más que nada porque, por un lado, no tenía la paciencia para ser dibujante y por el otro le veía más salida laboral”, explica Timarchi, y agrega que desde sus primeros trabajos en editoriales, siempre fue virando lentamente hacia la producción y la edición, dejando el diseño cada vez más de lado. Su primer gran paso fue trabajar con la editorial Gárgola, donde tuvo la iniciativa de lanzar una antología de cómics, intentando emular a viejas ediciones locales que habían desaparecido con la crisis de 2001, como El Toni, Fierro o D’artagnan. “Entre 2003 y 2004 lanzamos Bastión y ese fue mi primer gran trabajo en edición de cómics. Durante cinco años se editó la antología, arrancando con títulos muy buenos como el
clásico de Frank Miller, Sin City. Una cosa llevó a la otra y terminamos publicando productos de afuera de mucha calidad como Hellboy y Star Wars”, rememora la cabeza de Ovnipress. Tras el éxito de su primera experiencia en las historietas, Timarchi sintió que era momento de abrirse y empezar un nuevo camino con toda la experiencia ganada a cuestas, cuando corría el año 2007. “Quedé en relación con algunas editoriales extranjeras, como Dark Horse, y a partir de ahí empecé a viajar y hacer contactos con otros editores de afuera”, dice Timarchi. Según el emprendedor, en ese entonces se empezó a sentir una sensación de “resurgimiento de la industria local, con mucho apoyo a los emprendimientos locales”. La crisis, paradójicamente, ayudó a la industria local, de mano de ese viento de cola apareció —en 2008— Ovnipress. “Recuperé algunas licencias que ya tenía trabajadas como Hellboy. En 2010 llegó un salto cualitativo importante cuando se concretó hacer licencias de Marvel en el país y el resultado fue muy bueno, tanto que para 2011 ya teníamos la línea mensual y no solo números sueltos”, relata Timarchi. El resto es historia.
Entender el negocio
El consumidor argentino, y particularmente el mercado de consumo geek, no son fáciles de domar. La Argentina es, a excepción de Brasil, un país único en la región con relación al mundo geek y el consumo. “En el resto de la región no hay puntos de distribución ni librerías ni nada. Se intentó llevar el negocio a Perú, Colombia, Uruguay y en ningún lado funcionó. El argentino tiene esa insistencia y perseverancia por lo que le gusta que lo hace un consumidor distinto”, reflexiona el empresario geek. Con el advenimiento de las películas de superhéroes, el rango de consumo masivo también sufrió cambios vertiginosos. “Hoy existe una gran masa de gente que compra cómics regularmente y otra de compradores ocasionales que compran en ferias o eventos. Son compras por pasión y compras eventuales. Por otro lado tenés el comprador de manga que es totalmente diferente y por eso son dos nichos que comparten muy pocos lectores”, expresa Timarchi. Según estimaciones del sector, en el país hay entre 30.000 y 40.000 consumidores regulares y ese número se estira a 50.000 si se agregan las historietas orientales. Eso atomiza mucho la oferta, porque hay una fina sintonía entre esta y la demanda, ya que la variedad atrae y genera consumo pero la oferta se licua muy rápido. En la cabeza de Timarchi, una tirada exitosa de un cómic ronda los 50.000 ejemplares. Así pasó, por caso, con su publicación The Walking Dead, la primera edición de este drama zombi va por su quinta tirada y es uno de los pesos pesados de la editorial. “Hoy, además, la tendencia está en comprar formato paperback, o novelas gráficas como se les dice ahora, que son tomos compilatorios muchas veces autoconclusivos”, explica Timarchi. Esto es por varios motivos; por un lado, los canales de venta como librerías tienen menos dificultades para vender ese formato porque es más similar a un libro, exige menos compromiso del lector y, por último, con las mejoras técnicas en las bobinas de impresión y las tintas, termina siendo más barato en costos. “El próximo año discontinuamos todas las revistas”, adelanta. De cara al futuro, Timarchi tiene en mente el mundo de los bits. “El cómic es uno de los pocos sobrevivientes del cambio digital. Ovnipress tiene una aplicación para leer cómics que desde hace algún tiempo estamos impulsando, pero pueden pasar diez años hasta migrar el público de un formato a otro. Se apunta a que lo digital sea la entrada para que después de que el consumidor conozca, busque la edición boutique de tapa dura.” Mientras tanto, está apuntando al nicho del merchandising oficial con las líneas de DC y Marvel, desde figuras de acción hasta indumentaria. “Eso lo presentamos en la Comiccon con buenos resultados”, concluye Timarchi.
“El argentino es un consumidor distinto; persevera en lo que le gusta.”