Una solución satelital
La empresa Northbus comenzó a escalar su negocio y se vio en la necesidad de implementar una plataforma de gestión de activos y una solución de manejo seguro hosteado en la Nube, todo por $70.000.
Transportamos lo más importante que tiene una persona en la vida, sus hijos.” Con esta frase, Mariela Martínez, apoderada de Northbus, describe lo que fue, desde el comienzo, el lema, el credo, la norma de comportamiento de la compañía. Una de las pocas, si no la única, empresa que combina transporte escolar con transporte empresarial. Don José María López empezó, allá por 1940, a transportar los alumnos del Northlands College de Olivos, desde y hacia el colegio. Durante décadas Northbus se destacó por un servicio de excelencia en el transporte escolar, que no solo se trataba de llevar y traer niños regularmente, sino también administrar los casos extraordinarios, como salidas, paseos, campamentos o eventos especiales. Desde entonces, la compañía creció hasta tener una flota de 26 vehículos — entre micros de media distancia, transporte escolar y combis para el sector corporativo— y una terminal de 400 metros cuadrados, que incluye lavadero propio y taller de mecánica ligera en Munro. “Éramos muy meticulosos con los servicios —describe Martínez—. El cliente pedía el servicio por teléfono, lo agendábamos en una agenda de papel. Una semana antes, el servicio se pasaba a una planilla en la que se organizaba el tráfico de ese día y se buscaban y asignaban vehículos. El día anterior se plasmaba en una orden de servicio de papel con carbónico. Un día, en ese trámite de pasar de la agenda a la planilla y de ahí a la orden, un servicio se perdió. Era un error imperdonable y ahí empezamos a trabajar en el rediseño del sistema.” Cuando entró, en 2003, ni siquiera había una base de datos de clientes. Para cobrarles, se hacían resúmenes manuales. Había alguna planilla de cálculo, pero la mayor parte se llevaba en papel.
Los que llegaron antes
En algún momento de 2005, Martínez consolidó todos los datos en una planilla de tráfico que, en poco tiempo, se convirtió en el corazón de la compañía. “Ahí se registraban los viajes, el mantenimiento, los turnos, habilitaciones, registros de los choferes, etcétera. Las exigencias de los clientes fueron aumentando y nosotros teníamos que ir acompañando.” Con un amigo del dueño — después de todo, es una empresa familiar—, desde España, a través de Skype y Teamview, empezaron a desarrollar la planilla de tráfico en formato digital. “Por qué hacerlo como todos los demás
si podemos hacerlo un poco mejor”, se ufana la apoderada. Por el 2009, decidieron agregar un valor: que los padres supieran en todo momento dónde estaban sus hijos. Hasta entonces había que llamar al chofer o a la celadora para saber por dónde estaba un micro. Contrataron a la empresa Sorensen, por un servicio de seguimiento satelital. “Nos daban localización a través de una plataforma web, y recibíamos la ubicación por mensaje de texto. Pero no era en tiempo real y no daba más información que esa.” Cuando le empezaron a pedir reportes más pormenorizados y Sorensen no pudo suministrarlos, comenzaron a combinar esos datos con una Blackberry, pero a veces el conductor o la celadora se la dejaban en casa, o se olvidaban de encenderla. “Precisábamos un seguimiento más cercano. Por ejemplo, exactamente a qué hora el micro pasó por determinado domicilio, por si había reclamos”, continúa Martínez. “Necesitaba saber el recorrido, la velocidad, cómo se comporta el vehículo o el conductor; los vehículos son muy caros de mantener y necesitábamos saber cómo los cuidaba el chofer.”
Escalar el negocio
Aunque hubo algunos intentos aislados de ofrecer el servicio a empresas durante los últimos 40 años, el fuerte siempre fue el transporte escolar. “El sector escolar tiene tres meses de vacaciones y el verano se hacía difícil. Eso llevó a abrirnos a otras empresas con otros servicios. La consigna fue trasladar el mismo trato que teníamos con los
Queremos ser transparentes en todo y que el cliente pudiese entrar en su propia cuenta y chequear los datos por sí mismo.” — Mariela Martínez, apoderada de Northbus.
a las compañías.” Mientras tanto, a mediados de 2015, la digitalización entraba en una nueva fase: la búsqueda del sistema apropiado que lograse lo que Northbus, y especialmente Mariela Martínez, requirieran. “Las soluciones que vimos eran para transporte de cargas y no tenían detalles que hacen al transporte de pasajeros o eran enlatados que no permitían personalización”, sigue relatando la apoderada. “En general, no me daban los informes que yo quería o las plataformas no eran amigables. Nosotros queremos ser transparentes en todo y que el cliente pueda entrar en su propia cuenta y chequear los datos por sí mismo”, comenta. Entre las proveedoras de soluciones consultadas estaba Pointer. En ese momento, además, participaban en una licitación para ofrecerle servicios a YPF y cuando Northbus le preguntó a Pointer si iban a ser capaces de cubrir los requerimientos de la licitación, fue la única que dijo sí a todo. Marina Mero, responsable de marketing y sustentabilidad de Pointer, relata cómo y en qué circunstancias conoció a Mariela Martínez: “Tenemos un programa de charlas no comerciales, una por mes de distintos temas como internet de las cosas aplicada a las empresas, transporte y logística del futuro, etcétera. Mariela vino a una de esas charlas y la vi muy entusiasmada participando. En esos casos siempre me acerco y conversamos”. Martínez se encontró con una persona “que sabía exactamente qué quería y en eso no necesitó ninguna consultoría”. La solución propuesta fue la que en Pointer llaman “Manejo Seguro”, una plataforma web que suministra información online para disminuir el riesgo vial, reducir costos de mantenimiento y minimizar el deterioro de los vehículos. Por medio de sensores instalados en los vehículos y a partir de la información brindada por la herramienta, los administradores de flota pueden tomar decisiones estratégicas y corregir comportamientos de los choferes, así como también prevenir accidentes, fatalidades e interrupciones en las operaciones. Complementa la solución una aplicación móvil para los conductores, que les permite mantener actualizado el cronograma del recorrido, informar en tiempo real acerca de los cambios que pudieran producirse y notificar al usuario final sobre el horario de arribo de los vehículos al punto de encuentro. La aplicación ofrece la visualización de las principales variables logísticas y los desvíos en la operación, a través de alertas previamente configuradas. Martín López Ramos, gerente de Tecnología de Pointer “a cargo de las implementaciones que tienen cierta customización, adaptación con un propósito específico”, relata en diálogo con INFOTECHNOLOGY. “Ellos sabían que existían las soluciones de manejo seguro y de análisis y comportamiento de manejo y nosotros les mostramos lo que la nuestra ofrece y abarca.”
Entre agosto y septiembre de 2016 se comienza a desplegar la solución. “Primero fue un piloto para asegurarnos de que funcionase”, continúa López Ramos. En un mes de piloto, con los dos sistemas, el viejo y el nuevo, funcionando en paralelo, “la diferencia se notó casi inmediatamente”, enfatiza Martínez. En octubre salió en productivo. “La mayor dificultad fue calibrar cada dispositivo de acuerdo a cada vehículo dentro de una flota muy heterogénea —sigue narranpadres, do López Ramos—, con diferentes pesos, diferentes cargas; esa calibración es delicada para que las maniobras que registren sean fieles. Es un proceso lento y meticuloso que puede ser estresante para el cliente.” El otro punto central en la implementación fue el scoring. “Que ya existía desde hace cinco años” según Martín, pero que fue utilizado en forma novedosa: “Nosotros lo llamamos desempeño. La plataforma recoge información de cómo cuida el chofer el vehículo, la limpieza, el trato al cliente, a los compañeros y, sobre todo, el logueo al GPS. Con un scoring alto, los choferes ganan un poco más”, detalla Martínez. Pero lo que terminó de asombrar a la gente de Pointer —si cabe la palabra— fue el uso disruptivo que Northbus le dio a la app móvil: la convirtió en argumento de venta. “Abro la aplicación y les muestro cómo funciona” dice la apoderada refiriéndose a un potencial cliente. “Yo te puedo transportar a tu personal de manera más segura y te lo puedo demostrar”, afirma, tajante. Con una inversión de $70.000 y un ROI de dos meses, los resultados se plasmaron en las ventas a partir del primer año: crecimiento del 77 por ciento en 2016 y del 120 por ciento en 2017. Hoy, además del transporte escolar, trabajan con empresas como YPF, Siemens, Toyota y MSD, entre otras. Northbus encaró su transformación digital mucho antes de que se hablase de eso.