La búsqueda del tesoro
“Hay muchas formas de jugar. A veces necesitás equipo de escalada o de buceo”.
A la vieja práctica de utilizar mapas para encontrar objetos se le suma una cuota no menor de tecnología. Geocatching ya llegó a la Argentina y, aunque de humilde recepción, cuenta con miles de miembros.
Las clásicas búsquedas del tesoro, un juego muy popular entre los niños antes de la irrupción de los juegos electrónicos, nunca se fue del todo y ahora cuenta con su versión digital. El fenómeno tiene varios años pero en la Argentina pisó fuerte en los últimos meses: se llama Geocatching e implica utilizar mapas para encontrar algún tesoro oculto. Incluso existían antes de Pokémon Go, acaso la aplicación lúdica de geolocalización y búsquedas más popular del mundo, ya existía en el mundo apps para usar los sistemas de GPS de los celulares en diferentes desafíos. El geocaching es uno de los primeros casos que, lejos de las marcas más pesadas de videojuegos de realidad aumentada, pudo volverse masivo. El juego consiste en esconder objetos en diferentes lugares del mundo y posteriormente apuntar las coordenadas geográficas de ese punto mediante un receptor GPS y hacerlas públicas, en sitios web especializados, para que otras personas puedan efectuar su búsqueda. En estos lugares donde se publican las coordenadas, la gente puede entrar a consultar tesoros escondidos cerca de su casa o por alguna zona donde vaya a hacer un viaje. A los buscadores se les provee, públicamente, una serie de coordenadas geográficas para encontrar geocachés o cachés que son pequeños cofres donde se colocan los tesoros llamados SWAG (Stuff We All Get, o “cosas que todos conseguimos”. en una rústica traducción del inglés). “Geocaching es un pasatiempo con una gran diversidad. Se puede hacer mientras andás en bicicleta, o caminas. También podés usarlo como un juego divertido con tus hijos, una gran búsqueda del tesoro. Debido a la gran diversidad de tipos y clasificaciones de geocaching, hay muchas formas posibles de jugarlo. Por ejemplo. hay búsquedas donde necesitas equipo de escalada o equipo de buceo para encontrar los tesoros, eso requiere mayor inversión. Pero también las hay más simples: hay algo interesante para los distintos tipos de personas que se sientan interesadas en practicarlo”, explican desde c:geo, un cliente que utilizan las diversas plataformas de geocaching digitales del mundo. “El geochaching existe desde mayo de 2000, cuando el sistema GPS se abrió oficialmente para uso privado. En esos momentos, seguro que necesitabas un dispositivo GPS pero con el aumento de la popularidad de los teléfonos inteligentes la cantidad de geocachers aumentó rápidamente en los últimos 10 años”, agregaron desde la organización. Según datos c:geo, hay actualmente 1.640 geocachés que se pueden buscar en la Argentina y los “cachers” activos en el país hoy suman unos 520. “Parece que el geocaching todavía no es comúnmente conocido en el país”, reflexionan sobre estos números. Sin embargo, los datos del sitio Geocaching Argentina, el mayor dedicado al temática, muestran que, al menos hasta 2017, el crecimiento de la actividad fue ininterrumpido. Pasó de 258 cachés en 2011 a 1.645 en 2017, su pico histórico. Las provincias que lideraban el ranking hasta 2018 (último años con datos fidedignos) eran Córdoba (385), Buenos Aires (334) y Mendoza (135).