VENDIENDO POR UN SUEÑO
Maximiliano Sobotowicz es el fundador de Retail Mania, la empresa que tiene las marcas Hipermania y Petmania. Este año van a facturar $ 160 millones.
Maximiliano Sobotowicz empezó a trabajar en multinacionales desde los 20 años. Este licenciado en Marketing de la Universidad Caece se hizo un lugar en el mundo del consumo masivo luego de una extensa carrera en la estadounidense Kimberly-clark. Allí llegó a ser jefe en el área de pañales, y tuvo a cargo marcas como Huggies. Y aunque le iba bien, un proceso interno lo llevó a darse cuenta de que el mundo corporativo no era lo suyo. Así, en 2013 renunció y cambió su oficina en Puerto Madero por un trabajo en un galpón, en un puesto en una pyme que vendía pañales para adultos. Fue el primer paso para luego dar el salto como emprendedor. Su camino independiente llegó luego de fundar Maxretail, donde se dedica a dar servicios de consultoría comercial y de ventas. En 2016 comenzó a hacer distribución y, finalmente, en 2019 se lanzó con un proyecto B2C que hoy se llama Retail Manía Group. Pero en el camino tuvo que dar algunos volantazos. Lo que empezó como una plataforma para vender juguetes (Toymanía) mutó porque Sobotowicz quería apuntar a vender productos que pudieran llegar todos los días a las casas de los consumidores y no ocasionalmente. Así que con su experiencia anterior, decidió reenfocar el negocio y ampliar el catálogo de productos. Su fuerte pasó a ser los pañales y cambiaron el nombre de la tienda a Hipermanía. “Fue mucho trabajo, pero siempre fue así mi historia: dejar lo que funcionó para hacer cosas mejores. Costó la decisión, fueron muchos debates internos. Finalmente hace cinco meses relanzamos Hipermania y Toymania quedó como un vertical, junto a otros como Babymanía y Homemanía”, explica el emprendedor, que este año también sacó una marca nueva, Petmanía, dedicada a la venta de productos para mascotas. “Teníamos un público construido y lanzar Petmania significó empezar de cero. Pero nos viene funcionando bien y estamos en ese trabajo de construir otra marca”, asegura. Para comenzar con la compañía se asoció con un grupo inversor y entre los dos aportaron US$ 300.000. La apuesta vino por el lado de convertirse en una “retail tech”, ocupándose del negocio de punta a punta, todo con desarrollos in-house. “Esto tiene varios beneficios: controlar la operación hace que mejores el servicio y los precios son competitivos. Tener el servicio logístico nos baja muchos los costos y podemos ofrecer buenos precios”, explica Sobotowicz que tiene un promedio de 5000 pedidos mensuales en su plataforma con un índice de recompra del 90 por ciento. En marzo de 2020 se mudaron a un depósito de 1.000 metros cuadrados en CABA y eso los dejó muy bien posicionados para afrontar la explosión de ventas digitales que trajo la pandemia. En el e-commerce se consiguen productos de varias categorías como artículos para bebés, de cuidado personal y hogar. El siguiente paso, vendrá por desarrollar un vertical de tecnología. “Había un gap en el mercado. Queremos trabajar la experiencia de compra, no solo venderte, sino tener buena atención, buen servicio de entrega y precios competitivos. Ese es un mix que muchos no tienen. Mercadolibre no tiene la personalización. Ahí apuntamos nosotros”, sentencia el emprendedor que este año va a facturar $ 160 millones. “Estar en la Argentina ya es un desafío. Pero soy un creyente de que las oportunidades están y hay que estar atento. El país te da mucha gimnasia de estar atento y yo hice mi carrera gracias a eso. Identificando oportunidades y desarrollándolas, viendo cuál es la demanda para ver cómo vas a satisfacerla”, menciona y concluye el emprendedor.