EL INTÉRPRETE
Enseñar desde lo cercano
Javier Goya es un latino-asiático que hace videos sobre deshonor nipón, dispara una batería de chistes sobre sushi y revuelve referencias culturales de anime. Y es, también, una especie de embajada ambulante. “Vicho”, así lo conocen en la red de redes, usa sus conocimientos idiomáticos del japonés como arma principal para producir contenido original. En Youtube, donde arrastra más de 250.000 seguidores, este nikkei de tercera generación es famoso por sus enérgicos videos en los que “enseña” el idioma mediante frases del fichín King of Fighters y kanjis de Dragon Ball Z, entre otros menesteres. “Siempre viví esa mezcla, con la subcultura de japoneses en un país latinoamericano”, asegura. Sobre sus espaldas, unos 1,1 millones de seguidores en Tiktok y más de 100.000 en Instagram. Pero no siempre fue así: venía de una ristra de excusas. Que no podía, que no sabía cómo. Pero las dejó atrás y se mandó: “Empecé desordenado, subía cuando se me cantaba”, devela. Criticó algunos libros, habló de fe: enarboló pensamientos de forma caótica. Recién llegaba de una beca en la que pasó 10 días en Japón y unos 42 en un crucero creativo navegando el Pacífico. “Me llenó de motivación”. Así las cosas, en 2009, se asentó con Vicho Break the Wall, su primer canal en Youtube. Con ese envión, sumado a su pasión por la lectura, comenzó a reseñar libros. Fue, digamos, booktuber antes de los booktubers. “Necesitaba hacer catarsis. Mezclaba creatividad y opinión”. Por eso, no se restringió y comenzó a hacer de todo. “Hasta un tutorial sobre cómo escanear”, bromea. Allí, le pedían por autores japoneses. Y Vicho venía de leer sólo sajones. “Para no ser encasillado, no hablaba cosas de Japón”. Subió videos de migraciones, recibió hate, respondió con humor y el algoritmo empezó a mostrarlo. Creó algunos personajes (Shinsei Sawada, un japonés tradicionalista), creció orgánicamente, se topó con Tiktok y su cabeza reventó. “Lo exploré con mirada de marketing digital”, reconoce. A pesar de todo este movimiento, no vive de las redes. “Mis visitas no son tan altas, pero me ayudan a posicionar mi marca personal. Youtube da plata pero no la suficiente. Tengo que tener un trabajo adicional”. Y con respecto a su lugar de divulgador, le escapa al mote de “experto”: “No sé de gramática, aprendí escuchando”. Sin embargo, para cada video, ya sea esos randoms en los que descubre “qué dicen” o en esos que desgrana frases del Samurai Shodown, se mete a fondo, les da contexto. “Lo que hago es un trabajo de investigación”, cierra.
“MI MIRADA ES DESDE EL MARKETING.” Javier “Vicho” Goya, youtuber y educador.