ANIMARSE A MÁS
El comienzo de su carrera estuvo signado por los estudios, el éxito profesional y la maternidad. El coraje y la motivación la llevaron a ocupar un rol estratégico en una de las empresas agrícolas líderes en el mundo.
Silvina Favilla es una profesional que toma decisiones estratégicas e informadas, pero que no por eso le esquiva a la incertidumbre o a lo desconocido. Fue mamá y se casó muy joven, a los 20 años, pero no le impidió desarrollar su carrera. Como no estaba segura por dónde empezar, su marido le regaló la Guía del Estudiante. Luego de revisar el libro, de más de mil páginas, se decidió por cursar el terciario para Analista de Sistemas que dictaba ORT. “Enseguida pensé que era la mejor opción porque era algo corto (tres años), que me iba a dar una salida laboral rápida y que, siendo madre, me iba a dar la oportunidad de trabajar desde casa. Algo que en ese momento no era tan habitual”, recuerda. Una vez graduada y habiendo logrado previamente un primer empleo part time como programadora, entró a Crystal Solutions, una consultora de Business Intelligence que la introdujo en el mundo de la minería y el análisis de datos. Allí se capacitó en herramientas de reporting, datawarehouse y, además, tuvo la oportunidad de conocer a un cliente que la ayudaría a dar el primer gran salto de su carrera: Coca-cola. Así fue que, en 2006, Favilla fue reclutada por la firma de bebidas azucaradas para llevar adelante la creación de un software que evaluaba la presencia de la marca y el producto en los puntos de venta. “El gerente de Coca de ese momento me contrató para trabajar en este sistema. Un líder de IT global lo vió y decidieron implementarlo en todo el mundo. Abrieron una oficina separada para el proyecto y empecé a liderar el
stream de desarrollo”, rememora. “Fue una experiencia muy enriquecedora porque, de un día para el otro, tuvimos que convertir un programa que habíamos diseñado solo para la Argentina en un producto global. Incluyó todo tipo de desafíos, por ejemplo, crear una plataforma multilenguaje y armar un equipo de soporte que esté las 24 horas”, agrega. En ese entonces, Favilla tenía que hacer malabares para coordinar un trabajo que le demandaba viajar con mucha frecuencia con la cursada de su licenciatura en Sistemas de Caece, en la que se estaba atrasando. “Un colega me contó que estaban buscando gente en Syngenta. Como mi prioridad era recibirme y la oficina quedaba más cerca de mi casa, apliqué”, comenta. A veces, hay que dar un paso atrás para tomar impulso. La oferta de Syngenta implicaba volver a la posición de analista de Business Intelligence, pero Favilla aceptó con gusto. “Yo sentía que estaba ganando calidad de vida. Me permitía estar más ordenada con los horarios y gracias a eso me recibí”, explica.
Su primer proyecto fue dar de baja el datawarehouse de ventas local para migrarlo al modelo global. Más tarde, llevó adelante otros proyectos relacionados con el CRM de la compañía, pero fue una serie de reestructuraciones dentro del área la que le dió la oportunidad de abrirse a nuevos desafíos. “Empezaron a hacerse varias reorganizaciones dentro de IT. Me empezaron a dar distintas responsabilidades relacionadas a soporte. Después, me tocó ser gerente de Infraestructura, algo completamente nuevo para mí porque no había trabajado con redes”, expresa. En una época en la que el bootcamp es el rey y la formación universitaria parece prescindible, Favilla revaloriza su formación. Gracias a ella, dice, contaba con el background técnico para asumir el cargo y también con la actitud “Nunca fui de las que se achican. Siempre que me preguntaron si me animaba a algo dije que sí”, asegura. En 2018, Syngenta compró Nidera Semillas. Como toda fusión, consistió en un proceso que implicó desde combinar dos culturas organizacionales distintas hasta unificar sistemas informáticos diversos. A comienzos de esa transición, en agosto de 2019, llegó la oferta. “Yo estaba liderando el proyecto de integración de semillas cuando me llegó la propuesta de ser CIO. Acepté, por supuesto, y el primer desafío fue terminar el proyecto a tiempo. Y lo logramos, en enero de 2020”, cuenta. Apenas dos meses después, se decretó el aislamiento social para prevenir los contagios de Covid 19 y, nuevamente, la tecnología cobró protagonismo. “La pandemia nos agarró bien parados. Todo el mundo se llevó su notebook, se conectó a la VPN y seguimos operando con normalidad. El desafío estuvo en el soporte y en la educación digital”, expresa. Una de las innovaciones más recientes que está llevando a cabo Syngenta es el desarrollo de un área de IT digital para brindar a los productores agropecuarios sistemas inteligentes con los que puedan optimizar la administración de sus campos y monitorear el estado de los cultivos. “Es algo muy nuevo, pero está empezando a crecer porque queremos ofrecer un servicio de tecnología que ayude a los agricultores a producir más”, afirma.