Estudios Panda, uno de los más reconocidos del país, está iniciando una nueva etapa.
Parte de la religión
“Me involucré en esta misión porque estoy convencido de que estos estudios son el presente y futuro de la música”, indica Bertuzzi, entrevistado por INFOTTECHNOLOGY. El abogado y corredor inmobiliario también es productor musical, y fue trabajando junto a la banda Los Telepáticos donde conoció el estudio. Tras un año de negociación, hace unos meses cerró la compra de Panda y comenzó un plan para reconvertirlo sin dejar de lado lo que significa la marca para la música argentina. “Lo que a mi se me viene a la cabeza es que Panda no es una fábrica de música”, asegura Bertuzzi, “sino más bien una capital creativa y de inspiración en donde diversos actores de la industria musical se encuentran para relacionarse y crecer”. El nuevo plan de negocios de la empresa es un reflejo de esto, ya que mantiene a la música dentro de su core pero suma oportunidades acordes a los nuevos consumos.
En el último tiempo, distintos artistas utilizaron el estudio para producciones audiovisuales. El cantante Enez hizo un vivo en Tiktok, el cual quedó registrado como disco. Por otro lado, los especiales “El Polaco, un viaje inolvidable” registraron sus segmentos musicales en el Estudio A de Panda, reuniendo al cantante y a Lito Vitale con artistas como Karina, Joaquín Levinton y Martín Bossi. Pero los nuevos formatos no dejan de lado la rica historia de este lugar. Como indica Sebastián Bertuzzi, “todos los exponentes de nuestra música, desde 1982 hasta hoy, tienen un trabajo registrado en Panda; una situación así no se da en ningún otro estudio del planeta y más allá del orgullo que siento de esto, como nuevo equipo lo asumimos con mucha responsabilidad”.
El milagro argentino
Estudios Panda nació de la mano de Miguel Krochik, quien tras abandonar su carrera de músico, decidió transformar un galpón familiar en un estudio de grabación. Panda comenzó a funcionar oficialmente en 1981, registrando algunos demos, jingles y música para obras teatrales. Krochik se informaba leyendo revistas especializadas, pedía consejos a sonidistas y sacaba créditos para poder equipar el lugar con la mejor tecnología disponible. Esto llegó a oídos de Charly García, quien elegiría el estudio para grabar el disco debut de la segunda etapa de
Los Abuelos de la Nada. El “bicolor” se convertiría en uno de los músicos que más pasaron por Panda, grabando discos propios y produciendo a otros artistas. En los ‘80, con la creciente demanda de rock en castellano que se dio en la posguerra de Malvinas, el estudio de avenida Segurola fue partícipe de algunos de los discos que dieron forma a la década. Los Twist, Celeste Carballo y Fito Páez fueron algunos de los músicos que grabaron sus discos debut en Panda. Fue también el lugar donde Sumo gestó sus tres discos de estudio y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota registró Oktubre. Se puede decir también que el estudio fue responsable de que varios artistas internacionales conozcan el barrio de Floresta. Allí fue donde Celia Cruz grabó Vasos vacíos junto a Los Fabulosos Cadillacs; Luis Miguel fue a escuchar una mezcla de El voncierto, su álbum en vivo; en 2016, Michael Bublé grabó voces para su disco Nobody
but me en el estudio principal.