Desde 1982, los artistas más famosos del país pasaron por Panda.
Panda también fue escuela de técnicos de grabación. Amilcar Gilabert y Mario Breuer, dos de los ingenieros de sonido más reconocidos del país, trabajaron durante años en el estudio, incluso asesorando a Krochik a la hora de renovar el equipamiento. “Yo le iba siempre con caprichos. Susy, su esposa, me decía que yo era la amante de Miguel y me cargaba ‘Ojalá tuviera una amante, porque seguro le costaría menos guita de lo que le costás vos’”, reveló Breuer, entrevistado en el libro Grabado
en Estudios Panda, de Nicolás Igarzabal. Tanto él como Gilabert también ayudaron a formar una nueva camada de técnicos. Walter Chacón, Guido Nisenson y Christian Argañaraz, responsables del sonido de algunos de los discos más importantes de los años 90 y 2000 hicieron sus primeras armas en el estudio. También fueron uno de los primeros estudios del país en adoptar Pro Tools, el software de grabación y postproducción digital que desde hace años es el estándar de la industria. Esta filosofía de estar a la vanguardia tecnológica y seguir gestando nuevas camadas de técnicos sigue en esta nueva etapa de Panda. El estudio ofrece cursos individuales y prácticos de edición y grabación, además de funcionar como espacio de prácticas profesionales para universidades y escuelas terciarias. “Nuestra filosofía en general es poner a disposición todas las herramientas y asesorar para que cada proyecto encuentre las indicadas para llevar su visión y misión creativa a la mayor expresión posible”, indica Bertuzzi
Y ahora qué pasa, ¿eh?
En esta nueva etapa, Panda busca seguir siendo un espacio creativo para nuevos artistas. La mística del estudio atraviesa generaciones, permitiendo que cantantes como Rusherking, Thiago PZK y LWLO lo elijan para grabar o masterizar su material. También está siendo utilizado como espacio para transmitir música en vivo, como lo hizo la artista chilena CAMI, presentando su nuevo disco a través de Tiktok desde el Estudio A. Bertuzzi asegura que “el paso por Panda de todos los iconos del rock nacional y ese valor intangible extra que le da la marca a tu producción, que muchos proyectos capitalizan desde la comunicación en prensa y redes sociales”. En las últimas cuatro décadas, el estudio de Floresta atravesó cambios internos y externos; desde la manera en la cual se escuchan los discos de las bandas hasta el método en cuál se graban las canciones. Lo que antes era casi exclusivo un espacio para rock, con los años le dio paso a la cumbia, el folklore y el trap. Lo que no cambia es el compromiso de esta empresa con la música, y por eso quiere seguir demostrando que es el estudio más importante del país y de latinoamérica. Como indica su nuevo dueño, “los oyentes cada vez se interesan más por los procesos que hay detrás de lo que escuchan”, y Panda quiere seguir siendo el lugar en el cual se graba la música que más se escucha.