Un Romney a la ofensiva sorprendió a Obama
En el primer debate, el ex gobernador republicano se mostró más enérgico; la clase media y los empleos, los ejes
DENVER.– Un Mitt Romney sorprendentemente fresco y seguro buscó anoche golpear a Barack Obama ayer en el talón de aquiles de su gobierno: el desempleo y el descontento de la clase media norteamericana con la economía. Así, en el primer debate televisado de la campaña electoral norteamericana, en la Universidad de Denver, el candidato republicano logró sacar ventaja por sobre el presidente en varios tramos del duelo.
Abajo en las encuestas en varios estados clave y con apenas cinco semanas para cambiar su suerte, Romney estaba obligado a atacar. Lo hizo y en varias ocasiones puso a la defensiva a su rival. En los 90 minutos del tenso debate incomodó a Obama, que parecía cansado y hasta, a veces, enojado y descolocado.
“Las familias de ingresos medios están siendo aplastadas, enterradas, con las políticas de este gobierno’’, fue el eje del discurso de Romney,
Obama, por su parte, acusó al re- publicano varias veces de basar su plan en un recorte de impuestos que favorecería a los más ricos,
El primero en hablar fue el presidente demócrata, quien antes de comenzar su discurso le deseó un feliz aniversario a su mujer, a la que prometió que el año próximo no lo pasarían frente a millones de personas.
“Hay una gran cantidad de temas que quiero tocar esta noche, pero el más importante es que hace 20 años que me convertí en el hombre más afortunado de la Tierra, porque Michelle Obama aceptó casarse conmigo”, dijo el presidente.
Luego, al ser consultado sobre las medidas de generación de empleo de su programa, el mandatario demócrata respondió: “La pregunta esta noche no es dónde estuvimos, sino hacia dónde vamos”, y explicó cómo hará para crear empleos.
Obama afirmó que cuatro años después de la “peor crisis financiera desde la Gran Depresión”, durante su primer mandato se crearon cinco millones de empleos, la industria automovilística “volvió a rugir” y la inmobiliaria también está despegando.
Con la tasa de desempleo de Estados Unidos por sobre un 8% por 43 meses consecutivos, la situación económica es la mayor de las prioridades de los votantes.
En su turno, Romney hizo hincapié en el desempleo.
“Sí, podemos ayudar [a los desempleados], pero será necesario adoptar otro enfoque”, destacó, y describió luego cuál sería su plan para alentar la coyuntura y la creación de puestos de trabajo.
Sin llegar a citar a su predecesor republicano George W. Bush, Obama, por su parte, acusó a Romney de pretender volver a aplicar políticas que fracasaron visiblemente.
“Si usted [votante] cree que podemos cortar impuestos por cinco billones de dólares y añadir dos billones en gastos adicionales que el ejército no ha pedido, son siete billones de dólares, y si piensa que cerrando lagunas legales y haciendo deducciones para los más ricos de alguna manera no acabará pagando la cuenta, puede que el plan de Romney le funcione”, retó Obama. “Pero yo pienso de forma matemática, y con sentido común, y nuestra historia nos demuestra que eso no es una receta para crear trabajo”, remató.
En un diálogo muy civilizado, pero no por ello menos duro, Romney negó categóricamente que su intención sea recortar los impuestos de los más ricos sobrecargando así a la clase media, y rechazó también la acusación de que su plan vaya a aumentar el déficit como lo describió su rival.
El gobernador tiene una fortuna cercana a los 1000 millones de dólares y, desde hace semanas, está en la mira pública por la baja tasa de impuestos que paga anualmente.
Romney, sin embargo, acusó a Obama de no haber logrado que la economía creciera lo suficientemente rápido, afirmando que por ello ha llegado la hora de apostar por una estrategia “diferente” como la que propone con su plan de cinco partes para estimular la creación de empleo, si bien no llegó a mencionar la promesa de crear 12 millones de puestos de trabajo que realizó semanas atrás.
Romney también calificó la necesidad de atajar el problema del enorme déficit estadounidense como una cuestión “moral”. E inmediatamente apuntó a la crisis europea como espejo en el que no quiere que se mire Estados Unidos.
“España gasta el 42% de su economía total en el gobierno. Nosotros [Estados Unidos] estamos gastando ahora el 42% de nuestra economía en el gobierno. Yo no quiero ir por el camino de España. Yo quiero ir por el camino del crecimiento que pone a los estadounidenses a trabajar, con más dinero que entra porque están trabajando”, advirtió el aspirante republicano.
El debate de ayer en la Universidad de Denver, el primero de tres enfrentamientos cara a cara entre Obama y Romney, es considerado clave sobre todo para Romney, quien en las últimas semanas ha perdido fuerza en las encuestas.
Con todo, la ventaja de Obama sobre el candidato republicano, de apenas tres puntos según los últimos sondeos, es demasiado estrecha como para bajar la guardia.ß