LA NACION

Sensacione­s, balances y lo que vendrá

- Jorge Búsico PArA LA NAcIoN

Luego del partido que los Pumas perdieron por goleada ante los All blacks me llegó este mensaje anónimo vía twitter: “Al rugby championsh­ip lo vamos a valorar mucho más a largo plazo. Mi hijo de 8 años sigue shockeado con todo lo que vivió”. esta es una de las tantas partes de lo que no se ve del torneo anual que la Argentina está disputando frente a los tres mejores del mundo, por lo menos hasta 2015. el contagio que produce en la gente, especialme­nte en los más chicos, de poder ver en vivo y en directo no sólo al selecciona­do nacional, sino a todas esas figuras con las que hasta ahora se tenía contacto únicamente a través de la televisión.

Para eso también influye la excelente predisposi­ción que tienen los jugadores que representa­n a los All blacks –sobre todo ellos–, los Wallabies y, quizás en menor medida, los springboks, cada vez que salen de su país. Participan de clínicas con los más chicos, no se niegan a ninguna foto ni autógrafo, utilizan las redes sociales para comunicars­e directamen­te con sus fans y no ponen trabas en el trabajo de la prensa. Atienden a todos por igual y con buen humor.

Más allá de los silbidos al Haka o de los que utilizaron el láser para dañar la vista de Aaron cruden al momento de patear –esto fue muy criticado en el exterior– y más allá de que son rivales de los más queridos, sus Pumas, le gente no encuentra motivos para sentir animosidad con los integrante­s de estos selecciona­dos que, al mismo tiempo, siempre se encargan de rescatar el espíritu que tiene el rugby argentino. Los admiran.

este mismo escenario se vivirá pasado mañana en rosario con el test ante los Wallabies, al margen del resultado. Porque esta primera experienci­a del rugby championsh­ip, que terminará en el Gigante de Arroyito, ha sido, desde ese lado, altamente favorable, con mucho recorrido a futuro. el torneo prendió en la gente al punto que la tv Pública –decidió transmitir el test en La Plata a último momento– tuvo un nada despreciab­le rating de 5,1 puntos, cuando a la misma hora jugaban racing y san Lorenzo, mientras que esPN, dueña de los derechos, alcanzó picos de 8 puntos, aunque esa cifra no es aún oficial.

después del sábado, también será hora de otros balances. del juego de los Pumas –que fue creciendo hasta toparse con los All blacks–, del impacto interno que tuvo en el rugby argentino y, además, de cómo ha funcionado el negocio, porque el rugby championsh­ip también es eso.

en cuanto a los Pumas, no habrá mucho tiempo de descanso. de aquí, la enorme mayoría se reintegrar­á a sus clubes europeos, por lo cual allí también existirá un primer balance. ¿con cuáles jugadores se irá a la ventana de noviembre por Gales, Francia e Irlanda, que arrancará 26 días después del rch? Phelan quiere viajar con lo mejor, ya que, por otra parte, la Argentina no puede perder más terreno en el ranking de la Irb (hoy está 8ª), que será el que el 1º de diciembre establecer­á las cabezas de serie y los grupos para el Mundial de Inglaterra 2015.

Pero para eso aún falta. Ahora queda un partido, clave y tan difícil como todos los otros, para cerrar esta primera aventura en el mundo grande del rugby. Que no ha pasado inadvertid­a, por cierto.

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