El “mensalão” entra en su etapa más crítica
El oficialismo llega sacudido por el escándalo a las municipales del domingo
RÍO DE JANEIRO.– Como para añadir tensión al juicio que mantiene en vilo a Brasil, el proceso por el escándalo de corrupción del “mensalão”, que sacudió al gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva en 2005, entró en su etapa más crítica, la de las responsabilidades políticas, cuando faltan apenas dos días para las elecciones municipales, en las que el oficialismo se esfuerza por no sufrir una de sus peores derrotas.
En el ojo del huracán está la ex cúpula del Partido de los Trabajadores (PT), y en especial el ex jefe de gabinete de Lula José Dirceu, acusado ante el Supremo Tribunal Federal de haber montado un esquema en el Congreso entre 2003 y 2005 para pagar “mensualidades” a diputados de la oposición para que apoyen proyectos del gobierno.
El juez instructor del caso, Joaquim Barbosa, dijo anteayer que fue por órdenes de Dirceu que el ex tesorero del partido Delubio Soares y el publicista Marcos Valerio rea- lizaron los supuestos sobornos. “El conjunto de pruebas sobre los pagos realizados por Delubio y Marcos Valerio a legisladores con los cuales el acusado Dirceu tenía intensas y frecuentes reuniones coloca al entonces jefe de gabinete en posición central, posición de organización y liderazgo en la práctica criminal”, afirmó Barbosa.
Sin embargo, el juez revisor del caso, Ricardo Lewandowski, puso ayer en duda que haya suficientes evidencias para vincular a Dirceu con la red de pagos que sí aceptó que se realizaron. “La participación [de Dirceu] en los eventos es deducida por ilaciones o conjeturas. No niego que Dirceu haya participado en los hechos, no descarto que sea el mentor de esa trama, pero la realidad es que eso no encuentra resonancia en las pruebas”, apuntó el magistrado.
El juicio en el Supremo Tribunal Federal, que se inició en agosto, se está realizando dividido según los cargos y recién ahora comenzó a analizar la presunta corrupción activa de los ex jerarcas del PT. En anteriores sesiones se juzgó a otros políticos de la base aliada, a los que la mayoría de los magistrados halló culpable de haber recibido dinero de fondos públicos a través de una red de empresarios para acompañar al gobierno de Lula en sus iniciativas. Todas las condenas se darán a conocer recién al final del proceso, pero las denuncias contra Dirceu y sus correligionarios llegan en mal momento para el PT.
Para las elecciones municipales de pasado mañana, en las que el mayor botín es la alcaldía de San Pablo, el PT está presentando uno de sus peores desempeños, y lo mismo sucede en las principales ciudades del país. Su candidato a alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, se encuentra tercero en las encuestas, detrás de José Serra, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y de quien es el favorito, Celso Russomanno, del Partido Republicano Brasileño (PRB).
Ante el rezago de Haddad, hasta la presidenta Dilma Rousseff, que no tenía pensado intervenir en la campaña, salió al ruedo y participó de un mitin con Lula y el aspirante a alcalde esta semana. El último sondeo de la encuestadora Datafolha ubicó ayer en tendencia alcista a Haddad, ya con 19% de las intenciones de voto, a Serra con 23%, también en alza, y a Russomanno con 25%, en declive.
La esperanza del PT es que sus candidatos puedan al menos llegar a una segunda vuelta.