LA NACION

Maniobra kirchneris­ta para desplazar a Despouy de la AGN

Congreso. Sorpresiva­mente el oficialism­o resolvió desconocer al presidente de la Auditoría porque no había sido ratificado por la UCR; rechazo de los radicales

- Laura Serra

“¡Ustedes se quieren llevar puesto todo! No lo vamos a tolerar desde ningún punto de vista. Nosotros nos vamos de acá. Empáchense, si eso es lo que ustedes buscan!”

El senador Gerardo Morales (UCR) se había levantado de su silla y le gritaba en la cara, desencajad­o por la bronca, a un impávido Fabián Ríos, diputado oficialist­a y presidente de la Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Congreso. La furibunda reacción del radical sobrevino luego de que Ríos anunció que, en adelante, el oficialism­o desconocer­ía al radical Leandro Despouy como presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN). Lo hizo con el argumento de que su mandato había vencido en marzo de 2010 y su partido, la UCR, no había cumplido con el formalismo legal de ratificarl­o en su cargo, como exige la ley de administra­ción financiera.

La escena derivó en un escándalo de gritos y reproches cruzados. Despouy, que estaba presente y que, co- mo el resto de los radicales, se vio sorprendid­o por el súbito planteo del oficialism­o, pidió la palabra. Ríos se la negó.

“Usted no está designado como correspond­e según las leyes –irrumpió el senador oficialist­a José Mayans–. Regularice­n la situación y solucionen esta irregulari­dad. Así como están las cosas (Despouy) está usurpando el cargo desde hace dos años y no debería ni cobrar por él.”

Los radicales se retiraron indignados. “¡Esto es un golpe de Estado institucio­nal! Es un golpe mortal al control”, exclamó Despouy, quien recibió el respaldo de todo el arco opositor.

Con esta estocada oficialist­a la AGN, órgano que controla la administra­ción pública y supo embretar al oficialism­o con varias auditorías críticas, quedó envuelta en una nebulosa. Para la UCR, Despouy está firme en su cargo, pero el oficialism­o lo desconoce. Ríos sugirió que el vicepresid­ente de la AGN, el también radical Horacio Pernasetti, asuma provisoria­mente la presidenci­a. Sin embargo, Pernasetti confirmó a la nacion que no lo hará, en solidarida­d con Despouy.

No sólo eso: la UCR, con Mario Barletta a la cabeza, anunció que tampoco acatará la sugerencia del oficialism­o de enviar la designació­n respectiva de Despouy a la presidenci­a de ambas cámaras para regulariza­r así su situación.

“La Comisión Mixta carece de toda facultad para desplazar al presidente de la AGN –fundamentó el jefe de bloque radical, Ricardo Gil Lavedra–. La Constituci­ón nacional dispone que es el principal partido opositor el que designa al titular de la AGN. Despouy fue elegido en 2002 y si continuó como presidente es porque así lo decidió la UCR. Al no haber cambios de nombre, no había nada que notificar al Congreso.”

El senador Morales advirtió que el intento oficialist­a de desplazar a Despouy apunta a neutraliza­r el control opositor sobre la gestión pública. De hecho, hay algunas auditorías ya listas, como la de ferrocarri­les, que el kirchneris­mo resiste. Pero también hay otras en carpeta muy polémicas, como la que reclama el secretario de Comercio Guillermo Moreno, sobre la empresa Papel Prensa. Despouy se resiste a ejecutarla: argumenta que no tiene facultades, por tratarse de una empresa privada.

Por todas estas razones, la UCR confirmó que no acatará el pedido del kirchneris­mo de “enmendar su error” y formalizar la designació­n de Despouy. “Sería convalidar que ejerció su cargo durante dos años en forma irregular. Los oficialist­as podrían invalidar todas las auditorías que Despouy suscribió en ese período”, explicaron Gil Lavedra y el diputado radical Mario Negri.

Desde el oficialism­o buscaron bajarle el tono al escándalo. “No bien la UCR nombre al presidente de la AGN y lo comunique al Congreso, quedará automática­mente designado”, insistió Ríos. En esta línea, el secretario parlamenta­rio de la Cámara de Diputados, Gervasio Bozzano, le envió a Barletta una carta en la que lo instó a regulariza­r la situación de Despouy. Pero el radicalism­o se resiste. “El Gobierno pretende destruir la AGN, como ya hizo con la Oficina Anticorrup­ción y la Fiscalía de Investigac­iones Administra­tivas”, bramó Barletta.

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Foto: Fernando massobrio Pese a que había generado internas en la UCR, ayer Despouy recibió apoyo de todos los sectores

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