La suerte del ex Padelai se decide en la Justicia
Usurpado. Sesenta y dos familias lo tomaron; la embajada española retiró el centro cultural que funcionaba allí
En la esquina de Balcarce y la avenida San Juan el tiempo parece haberse detenido. Los meses pasan y el futuro del enorme edificio donde funcionó el Patronato de la Infancia (Padelai) sigue tan incierto como hace meses... y años.
Ocupación y desalojo se alternan a lo largo de la historia de la mítica estructura situada en el barrio de San Telmo. Hace tres años se instaló allí la sede del Centro Cultural de España en Buenos Aires (Cceba). Pero hace algunos meses algunas de las familias que lo habían ocupado volvieron a instalarse en su interior. Hoy el Padelai es parte de un expediente judicial.
El gobierno de la ciudad, sin embargo, insiste en su decisión de que los 5970 metros cuadrados del predio tengan un uso cultural y descarta cualquier mención de un proyecto inmobiliario
Noemí Mealla, la secretaria de la Cooperativa de Vivienda, Crédito y Consumo San Telmo Limitada, recibió a la nacion en la puerta del viejo patronato. Un móvil de la Policía Metropolitana con cuatro efectivos impide el ingreso de cualquier extraño al lugar.
Desde el domingo 6 de mayo viven allí 62 familias. “Hay 58 chicos. En total, somos menos de 200 personas”, puntualizó Noemí. Algunos dicen que son muchas menos las familias que habitan el Padelai.
“No sabemos nada. Nadie sabe qué pasará. No tenemos ninguna respuesta por parte del gobierno”, aseguró Mealla.
“Queremos que el barrio nos conozca y vea que nuestro proyecto no es sólo para nosotros sino para todo el barrio”, asegura. Los miembros de la cooperativa quieren hacer un centro cultural en el antiguo edificio y utilizar el primer piso para construir sus viviendas.
El reclamo es bien antiguo y tuvo sus idas y venidas. Casi tantas como sufrió la historia del Padelai (ver aparte).
“Lamentablemente, circunstancias económicas sobrevenidas, manifestadas en los ajustes presupuestarios que está aplicando el gobierno español y que son de público conocimiento, han llevado a la necesidad de cancelar el proyecto de establecer un centro cultural español en los predios generosamente cedidos por la ciudad de Buenos Aires”, explica un comunicado que la embajada de España en la Argentina publicó en su página oficial.
Nada se dice de la ocupación. Pero fue una excusa para abandonar el lugar.
“En noviembre de 2009 se formalizó el acuerdo por el que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo de España (Aecid) por el cual se cedía la utilización de los edificios que albergaban el Patronato de la Infancia en la media manzana configurada por las calles Humberto Primero, calle Balcarce y avenida San Juan en la ciudad de Buenos Aires para la instalación de un centro cultural español por un período de 30 años”, explica el mismo comunicado de la embajada.
“Desde entonces, España ha invertido una importante cantidad de fondos en la rehabilitación y saneamiento de los edificios, que se encontraban en muy mala situación, así como en su mantenimiento y vigilancia – sigue el informe
España invirtió US$ 900.000, pero había prometido 6 millones de euros El gobierno porteño desmiente que evalúe hacer allí un proyecto inmobiliario
en la página de la embajada–. Por otra parte, en esos espacios se ha llevado a cabo una programación cultural internacional de alta calidad, que ha encontrado una gran receptividad. El costo para España de estas actividades ha superado los 900.000 dólares.” La inversión total prevista en un inicio era de seis millones de euros.
Pero esa historia cambió en mayo último, cuando 62 de las familias
Son 62 las familias que viven dentro del edificio abandonado y que dicen tener las escrituras que vivieron allí hasta 2003 y que aseguran tener la escritura del inmueble volvieron a ocupar el lugar para pedir viviendas. La discusión entonces pasó por saber si los empleados del centro español dejaron entrar o no a los ocupantes.
Según dicen, el libro de entradas del edificio contaba con una orden del entonces director del Centro Cultural de España en Buenos Aires, Ricardo Ramón Jame, donde les habilitaba la entrada a los ex ocupantes del patronato. Al mes siguiente se confirmó que los españoles se retirarían del proyecto.
La realidad del Padelai transcurre en sedes judiciales. Puertas adentro, sus ocupantes también dirimen sus propias batallas. “Queremos cambiar de abogado, queremos que intervenga la Defensoría de la Ciudad o la de la Nación, para que nos ayude a vivir cómodamente. Hay muchas familias divididas y no nos dejan entrar muebles”, se quejó Mealla.
En el predio que ocupa media manzana entre Humberto I, Balcarce y avenida San Juan, la Metropolitana sólo permite entrar a los 96 adultos y 58 chicos censados por la fiscalía.
“Ahora somos 38 familias, porque algunas se fueron a hoteles porque el edificio está muy deteriorado –contó Carlos “Tito” Vargas, presidente de la Cooperativa San Telmo–. Somos los propietarios del 70% del edificio, pero no queremos plata. Queremos viviendas. Y tenemos un proyecto para hacer instalaciones comunitarias, con locales y actividades abiertas al barrio abajo y viviendas arriba.”
El régimen es bien estricto: pueden salir las personas que trabajan y los chicos que van a la escuela, pero no entra nadie que no esté censado.
Desde el gobierno porteño juran y perjuran que el destino del predio seguirá siendo cultural. Sin embargo, fuentes cercanas al Ejecutivo reconocen que hasta que no puedan ingresar y ver el estado del lugar es imposible hacer previsiones sobre la inversión que se necesitará para poner ese proyecto en marcha.
Sin ese cálculo tampoco es posible estimar si las obras van a poder encararse durante la actual gestión de Mauricio Macri.
Otra incertidumbre más para este laberinto de dudas en el que se hundió el patronato de Balcarce y San Juan.ß