El canto rojo de Adriana Tula
Norteña. La destacada voz tucumana cuenta con Adriana Varela entre sus fans
Solo Adriana Tula podía transformar en baguala una canción de Jorge Drexler. La cantora está acostumbrada a sorprender desde que apareció en la escena independiente con su pelo rojizo eléctrico, la actitud de una rockera y el canto sachero de una bagualera, acompañada de un guitarrista de extracción jazzera como Peter Wurschmidt y con un repertorio más tucumano que la empanada. “La zamba y la baguala son nuestros ritmos y siempre quiero cantar ese tipo de cosas, pero también me gusta cantar otras cosas dándoles nuestro sabor”, explica esta cantora tucumana que tiene una historia como cantante de música brasileña y un intenso recorrido por la universidad de las guitarreadas.
Si en su primer disco, Por venir (2003) –que la instaló como una figura clave de la nueva escena folklórica–, se dedicó a mostrar el cancionero de la región norteña, en su nuevo trabajo, Viento rojo, que presentará esta noche en el ND/ Ateneo, amplía sus búsquedas autorales fruto de su venida a Buenos Aires. En la flamante producción aparecen invitados como Adriana Varela, en la canción de Drexler “Soledad”; incorpora un tema de Violeta Parra, y rescata una joya recopilada por Isabel Aretz de la década del 40. “Uno va plasmando las cosas que va encontrando en el camino. El disco lo íbamos a grabar con otro repertorio, pero cuando vine a Buenos Aires a estudiar surgió la necesidad de grabar otro material, y en eso aparecieron los encuentros con Adriana Varela. También así me cruce con gente como Colacho Brizuela, que grabó con un stick, que es la primera vez que se utiliza en el folklore, y tuve la suerte de cruzarme a Rubén Lobo (percusionista de Mercedes Sosa), que me mostró un arreglo que tenía y lo grabamos cuando estaba todo terminado. Esas cosas tiene este disco”.
La cantante tiene una expresión bien tucumana y contemporánea que es su marca de identidad. “Eso tiene que ver con mi geografía. Nosotros no cantamos la chacarera como los santiagueños, pero la zamba tiene un color y una expresión que nos identifican. Es el paisaje el que manda”, dice la intérprete que con su voz te mete directo en el imaginario tucumano sin conocerlo.
En Viento rojo no faltan autores que son referentes de su lugar, como el joven compositor Leopoldo Deza; los poetas Chichí Costello y Néstor Soria, y el maestro Valladares. “Mucha gente añora la bohemia de la época del Cuchi y Castilla, pero te digo que la bohemia se mantiene. Hay muy buenos compositores y poetas en el Norte. A los folkloristas nos critican por los asados, pero ahí está todo. Nosotros sacamos de ahí el repertorio, no de Internet.” ß