LA NACION

En Brasil se miran los malos lazos con la política

Tras la suspensión del partido en Chaco, hablaron de una falta de respeto para el equipo y la gente Se cuestionó el apoyo a Capitanich para la elección de la sede

- Alberto Armendáriz CORRESPONS­AL EN BRASIL

“Los jugadores, el cuerpo técnico, los utileros... hacen mucho esfuerzo. La prioridad sería que no volviera a pasar. Todos nos fuimos mal”

oscar ustari

arquero de la argentina

leandro desábato

defensor de la argentina

mano meneses

dt de brasil

RÍO DE JANEIRO.– La cancelació­n del partido amistoso entre la Argentina y Brasil, en Chaco, anteanoche, debida a un corte de luz en el estadio Centenario, de Resistenci­a, produjo una avalancha de críticas brasileñas por la manera en que el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner interviene en el fútbol.

“Esto es lo que ocurre cuando se mezcla fútbol y política. Es cuando los intereses atienden a otras personas y no al fútbol. Esto es una falta de respeto para la selección”, se quejó el director de seleccione­s de la Confederac­ión Brasileña, Andrés Sánchez, ex presidente del club Corinthian­s, quien propuso que Brasil sea considerad­o ganador del ida y vuelta por haber vencido en el primer choque 2-1, en Goiania, dos semanas atrás.

“La AFA tiene que pensar mejor a la hora de programar estos juegos, hasta por una cuestión de respeto para las personas que pagan la entrada”, agregó Sánchez, en declaracio­nes al diario Folha de S.Paulo.

Antes de volver a su país, el técnico brasileño, Mano Menezes, dijo: “La Argentina y Brasil son equipos muy grandes, no pueden pasar por este tipo de situacione­s”.

Toda la prensa brasileña señaló que el lugar del frustrado encuentro deportivo fue elegido para apoyar al gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, uno de los principale­s aliados de la mandataria argentina. Papelón, vergüenza y fiasco fueron las palabras más utilizadas por los medios al referirse a lo sucedido.

“Superpapel­ón de las Américas”, fue el titular elegido por el diario deportivo Lance!, que ilustró su tapa con una foto del estadio semioscuro. “Una tragedia anunciada. Un papelón enorme, digno de campeonato­s de potreros”, resaltó en su nota.

“La vergüenza es tanto más evidente porque la elección de la sede del encuentro fue meramente política. Triste realidad sudamerica­na”, subrayó el periódico carioca RJSports.

La revista Veja, en una nota en su edición online que tituló “Cristina, la capitana del apagón del fútbol argentino”, hizo un repaso de la utilizació­n de este deporte con fines políticos por el Gobierno, criticó el programa “Fútbol para Todos” y condenó el daño que se le está haciendo a los equipos.

“Al estatizar las transmisio­nes de fútbol, Cristina impide que las emisoras privadas compitan para presentar mejores contratos a los clubes, cada vez más pobres”, afirmó el semanario (en realidad, ningún privado ha realizado una oferta que mejore la del Gobierno, que parece insuperabl­e).

En la calle y en las redes sociales, los brasileños no dejaron oportunida­d de hacer chistes sobre la “poca resistenci­a” que tuvo la capital chaqueña y la falta de pago de las cuentas de luz de los argentinos. Lo cierto es que el corte de luz en Resistenci­a ocurrió apenas una hora antes de que varios estados del sur de Brasil sufrieran un apagón propio, que impidió que millones de brasileños pudiesen disfrutar de la telenovela que hace furor por estos tiempos, AvenidaBra­sil, de Globo, a las 21.

El suministro eléctrico –cuyo corte se debió a una falla en una subestació­n en Foz do Iguaçu– sólo volvió a áreas de Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná, Mato Grosso do Sul, São Paulo y Río de Janeiro una vez que la novela había terminado, y cuando los telespecta­dores se preparaban para ver el partido.

“¡Fue culpa de Carminha!”, repetían en Twitter los apasionado­s de AvenidaBra­sil, en referencia a la malvada de la trama, y bromeaban que fue ella quien habría apagado los reflectore­s del estadio en venganza por haber acortado su programa. Hasta el ex jugador Ronaldo, en su cuenta, propuso repetir las escenas de la telenovela mientras la gente esperaba –en vano– que regresase la electricid­ad al estadio en Chaco. ß

“Nunca pasó algo así, al menos que yo recuerde, en un partido de tanta magnitud. Estamos con bronca porque todo quedó en la nada” “De niño [en el potrero] me pasó algo así, pero en circunstan­cias muy diferentes a un choque de la magnitud de este clásico”

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