Buscan al entregador de un secuestro
Sospecha. Los delincuentes tenían datos precisos sobre la víctima, hijo de un empresario
La policía comenzó a buscar en el entorno del hijo del empresario secuestrado el miércoles pasado en Villa Ballester al sospechoso de haber pasado los datos sobre los movimientos de la víctima a la banda de delincuentes que lo tuvo cautivo durante casi 36 horas.
“No se trató de un hecho común. Los secuestradores tenían información precisa que indicaba que la familia del hombre, al que le cortaron el paso cuando salía de su casa, podía conseguir el dinero que exigían. Además estaban al tanto de la hora en la que la víctima salía de su casa para ir a trabajar a la empresa de su padre. A partir de estos indicios, se abonó la sospecha que apuntó a que la banda de secuestradores tuvo la colaboración de alguien del entorno de la víctima”, expresó uno de los investigadores a la nacion.
Hasta anoche la policía no había logrado identificar ni apresar a ninguno de los dos sospechosos que, el miércoles pasado a las 7, sorprendieron Pablo Luque, de 37 años, cuando salía de su casa, en Villa Ballester.
Según fuentes policiales, el hombre, que trabaja en la fábrica de sanitarios de su padre, fue interceptado por dos delincuentes que se hicieron pasar por un policía y por un abogado. Ambos sospechosos lo obligaron a subir a un Volkswagen Polo y se lo llevaron.
Siete llamadas
Maniatado en el asiento trasero del automóvil, Luque fue llevado por los delincuentes hasta una casa situada cerca de una base aérea. En su declaración ante la Justicia, el hombre afirmó que lo tuvieron cautivo en un lugar en el que se es- cuchaba despegar avionetas y helicópteros. Por ese motivo y por el tiempo que la víctima estimó que demandó el traslado, los investigadores abonaron la presunción que lo tuvieron cautivo cerca de la base aérea de Morón.
Durante las 36 horas que duró el secuestro, hubo siete llamadas extorsivas en las que los delincuentes pasaron de exigir US$ 200.000 hasta bajar sus pretensiones a los US$ 150.000, que finalmente cobraron en la puerta de la casa del padre de la víctima. Luego del pago del rescate, el hombre fue liberado sano y salvo en Castelar.ß