Es como manejar alcoholizado
Nuestro país, entre los primeros en usar el celular al conducir
Lejos de lo que se cree, el problema de usar el celular al manejar no tiene que ver sólo con hablar ni con el uso de las manos, sino con que la conciencia se enfoca en la charla y no en el tránsito. Además, nuestro interlocutor ignora, al estar ausente, lo que ocurre alrededor, y seguirá hablándonos en una avenida despejada o en un cruce peligroso. Según Alberto Silveira, presidente de la asociación civil Luchemos por la Vida: “Los efectos de hablar por celular manejando son iguales o peores que hacerlo alcoholizado”.
En Colombia utilizar el móvil mientras se conduce está penado con una multa equivalente a 148 dólares. En la ciudad de Buenos Aires, el 9,7% de los conductores (unos 174.000) que circula diariamente lo hace con el celular en la mano. Este valor, de septiembre de 2011, es muy superior al 4,1% registrado en 2007.
El uso del móvil está prohibido por la ley nacional de tránsito 24449, e incluye el hablar con auricular. “Si bien el auricular permite al conductor tener ambas manos sobre el volante, le quita capacidad de escucha. Por eso mismo también está prohibido utilizar el sistema de manos libres”, explica Silveira. Sin embargo, las infracciones que se labran son escasas: “La gente habla por celular aprovechando la impunidad y la falta de castigo –dice el titular de Luchemos por la Vida–. No existe una política adecuada de seguridad vial con contro- les eficaces y sanciones efectivas”.
Por comparación, Canadá se encuentran entre los países donde el usuario móvil es más respetuoso.
Según la asociación que dirige Silveira, “mientras que hasta el 7% de los conductores ha sido observado usando el celular en la conducción en un momento dado del día en Australia, Holanda, Reino Unido y otros países europeos, en Canadá el índice es del 2,8% en áreas rurales, aunque sube a 5,9% en zonas urbanas”. Lejos del 10% de Colombia y nuestro 9,7 por ciento.
Según el entrevistado, si bien la combinación de celular y volante es un problema mundial, en los países más desarrollados se está controlando cada vez más.
“Apagar el celular al conducir puede salvar la vidas”, sentencia Silveria.ß