Descubrir lo que necesita la demanda
yllegó octubre con cifras que para nada alimentan las expectativas de un mercado que sigue sin poder recuperarse y que no logra revertir esta tendencia negativa en este último tramo del año, con una caída respecto del año anterior del 35%. Y esta baja no sólo se refiere a las operaciones en dólares como respuesta directa al cepo cambiario que comenzó hace un año, sino también en pesos, pese a las propuestas nuevas de fideicomisos y de obras desde el pozo, que son menos, porque también bajaron los pedidos para construir. Es decir que no sólo la demanda está temerosa de tomar decisiones, sino también algunos inversores, que prefieren esperar que el panorama se aclare para encarar una obra. Sin embargo, en estos días, con mucha frecuencia entre quienes tienen ahorros llega inexorablemente la pregunta: ¿te parece que éste es un momento para comprar? Lo que es natural en esta época del año, cuando muchos dejaron para más adelante las decisiones y antes de fin de año vuelcan su dinero en ladrillos. Esto ha sido así durante décadas y responde, en gran medida, a la cultura de una sociedad que siempre ha privilegiado las propiedades por encima de otras inversiones. Y que como solía suceder apuraba las compras que había dilatado durante meses antes de fin de año. Pero ahora el escenario está confuso y las decisiones se toman después de mucho análisis. Nadie quiere desprenderse de los billetes a menos que realice una operación a buen precio y, si es posible, también se queda con un remanente en dólares, lo que devuelve tranquilidad en tiempos de inflación, que como el mismo Banco Mundial admite ronda el 22%. Según este criterio, los que tienen ahorros entonces prefieren comprar en el pozo y pagar en pesos (y no desembolsar todo el dinero de una vez como sucede con los usados) y abonar un adelanto, y luego el resto en cuotas. Las crisis crean confusión y cierto estado de alerta para comprender qué está sucediendo y qué pasos conviene dar o no según el momento. Por esa razón, por ahora la ventaja está en manos de los que ofrecen proyectos en obra, que tientan con las cuotas y en pesos. No siempre con proyectos de viviendas, sino otros segmentos atractivos cuya oferta ha disminuido en estos años, como el de cocheras merced al cierre de estacionamientos para construir en esos predios edificios residenciales. Estas oportunidades y otras surgen cuando se estudia el mercado y las necesidades de la demanda en determinadas ubicaciones. En síntesis, buenos reflejos para no estancarse con los negocios y a la vez generar opciones en otros rubros necesarios de la vida cotidiana.