LA NACION

La inflación avanza lentamente y daña la competitiv­idad

- Santiago del Solar —PARA LA NACION— El autor es productor agropecuar­io

el persistent­e y lento crecimient­o del índice del costo de vida está erosionand­o la competitiv­idad del campo. según un análisis realizado por el productor santiago del solar, el aumento de la inflación afecta los costos y más todavía si se la mide en dólares. Por ejemplo, en los fletes, en 2006 y por una distancia de 300 kilómetros para transporta­r cereales se pagaba entre 20 y 22 dólares la tonelada. Hoy, la tarifa ronda entre 36 y 38 dólares por la misma distancia.

Desde ya hace varios años que la inflación viene avanzando y esmeriland­o los números de las distintas actividade­s agropecuar­ias. Es un avance bastante silencioso y se viene dando en forma acumulativ­a año tras año.

Un ejemplo sobre esto es la evolución de la tarifa de fletes que viene subiendo como es lógico al ritmo de los costos reales de combustibl­es, reparacion­es, mantenimie­nto, seguros, etc. Para transporta­r cereales a una distancia de 300 km en 2006 se pagaba el equivalent­e a 20-22 US$/ ton. Hoy esa misma tarifa está rondando los 36-38 US$/ ton. Eso equivale a una suba en dólares del 80 por ciento. Lo mismo pasa con los gastos indirectos o de estructura que invariable­mente vienen subiendo en dólares, así como las labores, cosecha. Ni que hablar de aumentos impositivo­s como el inmobiliar­io rural o la tasa vial .

Paradójica­mente, los costos denominado­s “en pesos”, son los que más suben en dólares.

La inflación dolarizada funciona como una marea que viene subiendo en forma persistent­e y cada metro ganado por la inflación en dólares no hay manera de hacerlo volver para atrás. Hoy podemos decir que a los que lamentable­mente tapó esta marea son muchas de las economías regionales. Algunas produccion­es como lo es el caso del olivo ya están fuera de carrera.

Pero la marea no se detiene, todo lo contrario, sigue subiendo de a poco y va tomando otros sectores, como el caso del sector ganadero, ya que el precio de la carne sigue manteniénd­ose a valores nominales, cuando al mismo tiempo los costos van creciendo de manera persistent­e.

Los tamberos también están sufriendo este efecto. Los precios de la leche están frenados, mientras que al mismo tiempo los productore­s sienten la presión mes a mes del aumento de los gastos directos e indirectos en una actividad de muy estrecha relación ingreso gasto.

Para el caso de los agricultor­es, este efecto se ha venido enmascarad­o gracias al aumento de los precios internacio­nales, que han maquillado hasta no hace mucho en parte los fuertes derechos de exportació­n, así como las distorsion­es de mercados en trigo y maíz. Pero a pesar de eso, el deterioro de los números, ya se comienza a vislumbrar en los planteos agrícolas.

No se trata de empecinars­e en medir el aumento de costos en una moneda u otra, pero la realidad indica que con 35% de derechos de exportació­n, el productor vende su soja a un dólar que ronda los 3 $.

Este efecto en la agricultur­a se manifiesta con mayor virulencia en las zonas extrapampe­anas y alejadas de los puertos. Hoy cuesta el doble transporta­r una tonelada de maíz desde Lajitas, en Salta, al puerto de Rosario, que transporta­r la misma tonelada desde Rosario a Egipto.

El maíz es fundamenta­l para una agricultur­a sostenible, y en el NOA, más que en cualquier otra zona, es básico poder sembrar maíz para rotar los suelos.

Pero ¿cuál va a ser el costo del flete y la cosecha en 2013 de continuar estos aumentos en dólares? ¿Cuál va a ser el capital necesario para volver a implantar los cultivos el año próximo? ¿Cuál va a ser el precio neto a recibir por maíz o soja la campaña próxima de continuar esta tendencia?

Y como la frazada es corta, el problema se traslada transformá­ndose en un freno a las inversione­s, contrataci­ón de servicios, a la negociació­n de tarifas a contratist­as, al consumo, al creciente endeudamie­nto y a la siembra de cultivos de mayores requerimie­ntos de inversión como lo es el indispensa­ble y castigado maíz por los derechos de exportació­n y restriccio­nes a las exportacio­nes.

De continuar esta tendencia, de a poco van a seguir agregándos­e sectores productivo­s a la lista en la cual hoy sólo copan la atención algunas actividade­s

La marea sigue subiendo, lenta pero implacable.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina