Esquivar baches en la ruta o construir ventajas efectivas
Gabriel Gaona, como otros tantos productores de San antonio de areco, ha sumado un nuevo saber: ubica con exactitud los pozos en la ruta provincial 41. No les queda otra. Saben que subirse a esa cinta asfáltica, que une las rutas nacionales 9 y 2 a la altura de baradero y castelli, sin el debido conocimiento es poner en riesgo su vida. No es una exageración.
“en los últimos años se ha puesto imposible por el intenso tránsito, los camiones y la falta absoluta de mantenimiento. aquí por pisar o esquivar pozos se mata una persona por mes”, se lamenta Gaona. el mismo estado de deterioro y riesgo automovilístico le cabe a la ruta 51 que por arrecifes se ha puesto prácticamente intransitable.
estos casos son una muestra más de la fuerza centrípeta que domina la economía y la política de estos días. el gobierno nacional actúa como una tremenda aspiradora de recursos. Lo que se va de la región en materia de impuestos –en San antonio de areco las retenciones aportan cerca de 80 millones de pesos anuales–, no vuelve en su equivalente de obra pública. Ni de un mantenimiento lógico, necesario para evitar la triste secuencia de: pozos que no se tapan se transforman en cráteres que al multiplicarse generan las “rutas de la muerte”.
La argentina abandonó los trenes no por una decisión estratégica sino por la falta crónica de inversión. el problema es que se apostó por los camiones que transportan el 90% de la producción nacional, pero las inversiones en infraestructura vial no aparecieron. de los 35 millones de toneladas de granos de la segunda mitad de los ochenta pasamos a las más de 100 millones de toneladas que se esperan para esta campaña. es decir que tanto la carga como el tránsito de camiones se multiplicó por tres. ¿Los kilómetros de autopistas se multiplicaron por el mismo denominador? ¿Se ensancharon las rutas o siguen midiendo 6,70 metros?
Lo cierto es que se viene realizando un experimento que desafía a las leyes de la física. Sobre la red vial se actúa como si los límites no existieran, como si pudieran soportar un aumento infinito de carga y de camiones.
La próxima cosecha gruesa
alejandro Vejrup
analista del mercado “Con los altos precios de la soja, habría que tomar coberturas”
que, por desarrollarse en un ciclo Niño tiene todas las condiciones para convertirse en récord, estresará nuevamente al sistema vial. Inevitablemente habrá más pozos y más riesgos.
es evidente que lo que ocurre con el estado de las rutas y la multiplicación de la carga es un desafío al sentido común.
No es el único. Postergar la infraestructura básica necesaria para la producción de alimentos es también subestimar la construcción de ventajas competitivas de largo plazo. Lo que aquí suena como un concepto abstracto y de aula universitaria forma parte de la agenda de muchos países que trabajan para fortalecer es- tos factores determinantes de la competitividad. La infraestructura junto a la educación, el financiamiento y las instituciones con reglas claras y transparentes son las herramientas claves de esta construcción.
Hay una lógica implacable: el desarrollo de las actividades y las oportunidades de negocio se multiplican cuando hay ventajas competitivas y por el contrario, se limitan o anulan cuando no se cuenta con ellas.
Lo que está ocurriendo esta campaña con el maíz en el norte es un buen ejemplo. el cultivo vuelve a estar jaqueado por el costo del flete del camión. “Mandar al puerto de rosario significa resignar mas del 40% del precio”, saca la cuenta un agricultor salteño. deberían prenderse las alarmas aunque estas siguen sin sonar porque si la viabilidad del maíz en la rotación se encuentra comprometida vale la pena comenzar a preguntarse por la sustentabilidad de todo el sistema productivo del Norte. Por tener condiciones ambientales mas extremas, la gramínea no puede estar ausente de la rotación. Hoy se encuentra en un límite de participación de la superficie sembrada.
Para esquivar el costo de los fletes, algunos productores se decidieron por el aprovechamiento del maíz en la región, utilizándolo en feedlots o en plantas de etanol, como el proyecto de Indagro en Salta. en buena hora, aunque el problema de fondo no se resuelve. Porque los problemas de competitividad no se pueden disfrazar. el grano transformado en carne se tropezará con los problemas de comercialización y el etanol correrá los mismos riesgos que sufrió el biodiésel por los cambios en las reglas de juego.
Pocos son los que invierten en agregar valor al grano mientras subsistan estos interrogantes-Mientras tanto seguimos esquivando baches.ß