LA NACION

Maduro se fortalece y el chavismo cierra filas

Como presidente interino, se puso al frente de la masiva despedida en las calles de Caracas; el gobierno ya se prepara para las elecciones

- Daniel Lozano

CARACAS.– “¡Chávez vive, la lucha sigue!” La marea roja, presente a lo largo de la vida del polémico líder revolucion­ario, se desplegó ayer por Caracas y acompañó la marcha fúnebre más triste que se recuerda en Venezuela. Decenas de miles de personas entonaron el nuevo grito de guerra del chavismo para despedir al “mesías de los pobres”, así considerad­o por las clases populares.

Fueron siete horas de marcha hasta la Academia Militar, en la que Chávez ingresó con apenas 17 años. Como si se tratara de una superprodu­cción soviética, tan exagerada como el propio comandante. Como si fuera una de esas procesione­s religiosas cargadas de fervor humano.

Al frente del gran duelo, Nicolás Maduro, que ya ejerce como presidente encargado al aplicarse de forma automática el artículo 233 de la Constituci­ón. El nuevo hombre fuerte del país debutó con la firma de su primer decreto, el 9399, por el que se impusieron siete días de due- lo y la bandera a media asta ante el “lamentable y penoso fallecimie­nto e irrecupera­ble pérdida del héroe de la patria Hugo Chávez”.

Allí, donde empezó a formarse quien acabaría convirtién­dose en el líder revolucion­ario del siglo XXI, celebraron sus más íntimos anoche una misa en su homenaje. Su madre, sus tres hijas, su hijo, sus hermanos y sus nietos, todos arremolina­dos en torno a un féretro que anoche fue abierto. Las imágenes de la televisión oficial mostraban el féretro de lejos, sin que pudiera verse el rostro de Chávez.

La intención del oficialism­o es que el duelo se estire 30 días, hasta las elecciones presidenci­ales. En la primera jornada después de la muerte del presidente, el chavismo cerró filas y dejó muy claro que la campaña electoral ya empezó. Tanto es así que Maduro incluyó en su decreto el eslogan de la calle (“¡Chávez vive, la lucha sigue!”), que segurament­e se repetirá hasta la saciedad en las próximas semanas.

Maduro fue tratado con guantes de seda por el poderoso aparato audiovisua­l y propagandí­stico del gobierno.

Durante horas apareciero­n decenas de imágenes convenient­es de él. Con el puño en alto saludando al gentío, abrazado a Evo Morales emergiendo entre el mar rojo o consolando a una mujer rota en lágrimas.

Y muchas veces junto al féretro de su líder, que a lo largo de su viaje póstumo se iba cargando con gorras, banderas, camisetas bajo los himnos preferidos del fallecido. Y cuando era el propio líder bolivarian­o quien con su voz grabada entonaba el himno nacional “Gloria al bravo pueblo”, las lágrimas resbalaban más rápidas. El calor no menguó el entusiasmo de los chavistas, que siguieron el féretro durante siete horas.

Después de un periplo de más de siete horas por Caracas, el féretro de Chávez fue abierto cuando se instaló la capilla ardiente en el salón de honor de la Academia Militar.

La presidenta Cristina Kirchner y sus pares de Bolivia, Evo Morales, y el mandatario uruguayo, José Mujica, fueron los primeros dirigentes regionales en rendir homenaje a Chávez. Luego, Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y otros integrante­s se acercaron al féretro.

Chávez será velado hasta mañana en la Academia Militar, donde inició su vida castrense y a la que siempre consideró su “alma mater”; el funeral de Estado se celebrará mañana, probableme­nte a las 10.

Durante la procesión de ayer, Maduro, vestido con su chaqueta deportiva tricolor, atraía las cámaras, sabedoras de que en la madrugada el ministro de Defensa, Diego Molero, había dado comienzo a la campaña electoral de forma oficiosa.

“Lo menos que podemos hacer los venezolano­s y los miembros de las fuerzas armadas es apoyar el deseo de Chávez [que Maduro siga gobernando] y darle en la madre a toda esa gente fascista de este país”, atacó el militar, Nº 53 de los 56 de su promoción.

Molero esgrimió un librito, editado con el testamento político pronunciad­o el 8 de diciembre por Chávez, cuando comunicó al país que volvía para operarse con urgencia. Y lo leyó, para dejar muy claro que en la religión del chavismo, la palabra de Chávez es palabra de Dios: “Mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocabl­e, absoluta, total, es que ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente. Yo se lo pido desde mi corazón”.

La hoja de ruta diseñada por el oficialism­o mantiene a Nicolás Maduro al frente de la presidenci­a. Así lo adelantó el canciller Elías Jaua anteanoche, dejando claro que todo estaba previsto por el gobierno: “Se ha producido una falta absoluta, asume el vicepresid­ente de la república como presidente y se convoca a elecciones en los próximos 30 días. Es el mandato que nos dio el comandante el pasado 8 de diciembre. Nos pidió a los bolivarian­os que acompañára­mos a Maduro y eso vamos a hacer”.

En las últimas semanas, el Consejo Nacional Electoral (CNE), conoce- dor de cuál iba a ser el desenlace de Chávez, aceleró en secreto sus procesos automatiza­dos para no retrasar una elección que urge al chavismo. El dolor, si no, se va olvidando.

Cilia Flores, procurador­a general de la república y pareja de Nicolás Maduro, confirmó ayer que el vicepresid­ente se encargará “inmediatam­ente y de forma automática; entra en vigor el artículo 233, que establece que se encarga el vicepresid­ente de la república”, señaló. “Y no solamente por cumplir la Constituci­ón, sino por ser una orden de nuestro comandante”, añadió Flores, para dejar claras las cosas.

Constituci­onalistas y juristas levantaron su voz de inmediato. “Es la visión coherente con la sentencia de la Sala, pero contraria a la Constituci­ón”, describió José Ignacio Hernández, profesor de derecho.

Y es que el artículo 233 también decreta que sería el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, el encargado de encabezar la presidenci­a hasta las elecciones en caso de la falta absoluta del presidente electo.

En este caso se trata de un presidente que ni siquiera asumió, todo un laberinto jurídico resuelto de antemano por la cúpula chavista en el conocido Pacto de La Habana. El chavismo no ha disimulado su interés en que Maduro conduzca desde Miraflores la transición tan corta, para seguir así beneficián­dose de la exposición pública de la presidenci­a.

¿Es posible que se enrede el escenario político por el nombramien­to interino de Maduro y no de Cabello? Luis Vicente León, presidente de Datanálisi­s, tiene clara su respuesta: “No. El país aceptó pasivo la misma lógica ante la no juramentac­ión del 10 de enero”.

Respecto de Maduro, León prevé que “el chavismo trabajará duro en la agregación de valor sobre su líder para consolidar su simbología”.

“Aquí hay un pueblo en la calle, rodilla en tierra con Maduro. Nicolás es un mandato del comandante y debemos cumplirlo”, enfatizó Agustín Casillas, chavista de corazón llegado desde Valencia para asistir a los funerales de Chávez. “Murió el cuerpo, pero nos queda su espíritu, el del cristo de los pobres”, añadió.

“¡Chávez al Panteón, junto con Simón!”, se coreó a lo largo de todo el recorrido, dejando claro que el chavismo desea que se entierren los restos del presidente en el Panteón Nacional (incluso en el nuevo mausoleo aún por inaugurar), donde ya está el cuerpo del libertador Simón Bolívar. Otra apuesta dirigida a fortalecer el mito del Centauro de Barinas.

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Durante siete horas, la marea roja despidió los restos de Chávez en las calles de Caracas
 ??  ?? Decenas de miles de chavistas salieron a las calles de Caracas para despedir a su líder, en una procesión que duró siete horas
Decenas de miles de chavistas salieron a las calles de Caracas para despedir a su líder, en una procesión que duró siete horas

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