Chocó un colectivo: 19 heridos
En Flores, una unidad de la línea 2 impactó contra un local.
Un espectacular choque ocurrido ayer a la mañana en el cruce de la avenida Rivadavia y Camacuá dejó un saldo de 19 heridos de distinta consideración y un tendal de vehículos destrozados, cuando el chofer de un colectivo de la línea 2 perdió el control sobre la unidad y arrasó con siete autos y dos camionetas.
“Lo vi venir desde la otra esquina, miré por el espejo retrovisor y me encontré con una escena de película: todos los autos se iban abriendo y el colectivo avanzaba descontrolado hasta donde estaba yo”, relató a LA NACION Silvio Armentano, uno de los dos taxistas afectados por el choque. “Primero chocó a un Fiat, que se incrustó en un local a mitad de cuadra, después golpeó a otro auto y rebotó. Enseguida se subió a la vereda, me empujó y recién ahí frenó un poco, antes de chocar contra el poste, el teléfono público y el cartel municipal”, explicó.
El accidente ocurrió poco después de las 10, una hora en la que, según los testigos, el flujo de gente por la zona es moderado: “Por suerte no pasó al mediodía, porque a esa hora están las colas en los bancos [en la vereda del siniestro hay dos], los chicos que salen del colegio... hubiese sido una tragedia”, señaló Belén Pettis, empleada de una óptica situada en la esquina de Rivadavia y Fray Luis Beltrán.
Dos fueron las versiones que cir- cularon respecto de los motivos del accidente. Por un lado, algunos testigos –incluyendo una pasajera del colectivo– indicaron que el chofer habría sufrido una indisposición cardíaca. Otra versión indicaba que se habrían roto los frenos del colectivo. Con esta última teoría coincidió Ariel Cáceres, vendedor de un local de indumentaria masculina situado justo en la esquina donde el colectivo frenó su marcha. “Apenas empecé a escuchar los gritos y el estruendo salí a ver qué estaba pasando. Lo primero que hice cuando vi el colectivo fue mirarlo al chofer, que venía intentando maniobrar desesperado –dijo Cáceres–. No bien frenó, miró para abajo y se agarró la cabeza.”
Voceros de la línea 2 dijeron que la última revisión de frenos de la unidad había sido el sábado. “Antes del accidente esa unidad había pasado por dos inspectores y en ningún momento el chofer había advertido sobre inconvenientes”, explicó Aldo Cancelo, directivo de la línea 2. El chofer, con golpes, hasta anoche seguía internado.ß