Para EE.UU., un vacío que Cristina no querrá llenar
No den nada por cierto”, fue ayer la frase más repetida en esta ciudad a la hora de describir el futuro de Venezuela y el impacto de la transición en el continente.
En medios oficiales, diplomáticos y académicos se mira con tanta atención como incertidumbre el futuro próximo, aunque con relativa calma. Por un lado, los intereses de Washington en la región no parecen amenazados por el nuevo escenario que deja la muerte del líder bolivariano, según recogió en fuentes
la nacion cercanas al Departamento de Estado. Más cautos son los expertos a la hora de hablar del impacto en la Argentina.
Sí parece haber consenso en que la muerte del presidente Hugo Chávez tendrá como efecto inmediato un retroceso en la influencia de Caracas en la región. “No parece claro que, sea quien fuere el sucesor, tenga la misma ambición internacional” del mandatario venezolano.
La excepción más clara para eso parece ser Cuba, que tiene un estatus diferente. “En la actualidad, la isla vive gracias al petróleo que recibe gratis de Caracas y hay miles de venezolanos implicados en negocios en la isla”, enumeró, en tanto, el ex secretario para la región Roger Noriega.
Desde la misma perspectiva, no parece claro que el nuevo escenario signifique un reposicionamiento particular de la Argentina en la región. “La presidenta Cristina Kirchner estará más atareada con las dificultades crecientes en su propio país como para lanzarse a aventuras de liderazgo regional, y no creo que le interese”, añadió el republicano.
Fuentes del Departamento de Estado, en tanto, pronosticaron un futuro inmediato cargado de tensión retórica con Caracas. “Entrarán en proceso electoral y ningún candidato se jugará la carrera en buscar un acercamiento con los Estados Unidos”, fue la explicación.
Nadie parecía ayer muy inquieto en Washington por esas exteriorizaciones. No hubo nuevas expresiones formales, pero se sabe que la idea central es ofrecer una mejora de relaciones con Caracas o, en todo caso, evitar la confrontación. “El calor de una campaña electoral no parece el mejor momento para fijar relaciones bilaterales”, se explicó.
De acuerdo con lo que pudo recoger la nacion, habrá una delegación del presidente Barack Obama para los funerales de Chávez. Pero anoche no se había informado en qué nivel se integraría ni quiénes viajarían.
No se registró tampoco inquietud alguna respecto de la provisión de petróleo.
Las refinerías estadounidenses en la costa del golfo siguen siendo clientes cruciales para Venezuela. El país caribeño es el tercer exportador de ese insumo y provee a los Estados Unidos “cerca del 10%” de sus necesidades, según dijo a Carl Meacham, del
la nacion Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
Lo que espera Washington es que el proceso institucional funcione como está previsto y se produzcan elecciones “libres y limpias” que den paso a una normalización institucional. Mientras eso suceda, la estrategia parece ser evitar la confrontación.