Una obra de impacto positivo
Al haberse iniciado las obras en la Av. 9 de Julio del proyecto Metrobus, se han escuchado voces que parecen olvidar las condiciones deplorables de viaje en los transportes públicos de Buenos Aires. El sistema que conocemos aquí como Metrobus está implantado en numerosas ciudades, en donde se lo denomina BRT ( BusRapidTransit). Son corredores exclusivos para el transporte público con estaciones de alto confort. El sistema se popularizó por permitir soluciones al transporte con una menor inversión y un menor tiempo de ejecución. Su eficiencia social es altísima en términos del beneficio para la comunidad por cada peso invertido. En todos los casos se sacrifica el espacio destinado al tránsito de vehículos particulares a favor de unidades que, con una mayor eficiencia en la ocupación de ese espacio, pueden transportar un mayor número de pasajeros. En Buenos Aires la ocupación promedio de los automóviles no llega a 1,5 pasajeros por vehículo; un colectivo –que ocupa el espacio de menos de tres autos– lleva hasta 80 pasajeros. o sea que se incrementa la capacidad de transporte en un 650%.
Todo proyecto que otorgue privilegios al transporte público tendrá numerosos beneficios, entre los que se pueden mencionar la reducción de los tiempos de viaje, la disminución de la contaminación ambiental (ruidos y gases) y el aumento de la seguridad vial, porque los distintos tráficos lo hacen por carriles separados. Además, el 80% de los usuarios del transporte público de Buenos Aires usa el colectivo.
Buenos Aires ya tiene este sistema en funcionamiento en la Av. Juan B. Justo entre Palermo y Liniers, sobre el que se pueden sacar conclusiones. Un viaje que anteriormente, en hora pico, tardaba cerca de una hora hoy se hace en 35minutos, o sea que el pasajero que lo utiliza diariamente recupera casi una hora de vida. Las estadísticas también han registrado que disminuyó el número de accidentes en donde intervienen colectivos, llevándolos a casi la décima parte.
En el caso particular de la 9 de Julio opino que estas consideraciones previas se darán en el proyecto con otras implicancias que resultarán beneficiosas dentro de otras áreas. Una de éstas corresponde a la liberación de la congestión y contaminación que reciben las calles Maipú y Esmeralda, cuyos transportes públicos utilizarán en el futuro el corredor de Metrobus 9 de Julio. otra será la posibilidad de permitir un uso más eficiente de las calles laterales a la 9 de Julio (Cerrito-Lima y Carlos Pellegrini-Bernardo de Irigoyen), ya que se destinarán exclusivamente al tránsito liviano. A ello se deberá agregar la mejora ambiental que afectará a los comercios y peatones de estas calles por la eliminación del tránsito de los colectivos y de la emisión constante de gases y ruidos.
Entre las críticas escuchadas figura que el Metrobus de la 9 de Julio se desarrolla en correspondencia con la línea C del subterráneo. Cualquier persona con cierto conocimiento de transporte, y de la red de la ciudad, no podría plantear una eventual competencia entre el Metrobus y la línea C. Fundamentalmente porque las 10 líneas que recorren el entorno de la 9 de Julio son tomadas por personas que vienen o van a lugares distintos de los que recorre la línea C. Sería autoritario obligar a cientos de miles de personas a hacer trasbordos innecesarios que implicarían pérdida de tiempo e incomodidades. Además, sólo la mitad del recorrido de la 9 de Julio tiene subte, ya que a partir de Corrientes el trazado tiene otra orientación.
Finalmente deseo referirme al tema del arbolado. En la audiencia pública pude observar que el proyecto contempla la implantación de árboles en el centro de la avenida a lo largo de todo el corredor desde San Juan hasta Libertador, lo que contrasta con la situación actual. No pongo en duda que los árboles deben preservarse en cuanto sea posible. El traslado de algunas especies, por necesidades del trazado vial, a estos nuevos espacios verdes, donde se agregará también la implantación de un mayor número que los que actualmente existen en toda el área de la 9 de Julio, redundará en un beneficio ambiental. Por todos estos conceptos considero que el proyecto debería tener el apoyo de la comunidad habida cuenta de que genera un impacto positivo, no sólo sobre el transporte público sino, por sobre todo, en la calidad de vida de la ciudad.ß