Un desafío que está en debate en el mundo

Se cuestiona la eficacia de los recursos tecnológicos

Casi nadie duda, por estos días, de que la incorporación de la tecnología en el aula es positiva. El problema es que hasta ahora, en la práctica, no ha producido impactos significativos.

Ésa es la conclusión principal a la que se arribó durante el último seminario “Contenidos digitales para el aprendizaje escolar” organizado en 2012 por la Escuela Iberoamericana de Gobierno Educativo del que participaron funcionarios de los ministerios de Educación de la región.

Según el documento redactado luego del seminario, una de las razones por la que la tecnología no hace un aporte significativo en el proceso de aprendizaje es que “los docentes no han logrado, hasta el momento, la cercanía o confiabilidad que tienen con el libro de texto, la tiza y el pizarrón”.

En este sentido, el documento considera fundamental que la incorporación de la tecnología esté acompañada por instancias de capacitación y acompañamiento hacia los docentes para que ellos se familiaricen con los dispositivos.

También hubo coincidencia en que se debe limitar la cantidad de recursos tecnológicos. “En estos casos, menos es más –asegura el documento–. Una mayor cantidad de recursos no necesariamente es mejor o ayuda más en el aprendizaje. Por el contrario, puede generar una indigestión.”

La representante del ministerio de Perú, Flor Pablo Medina, aseguró: “Actualmente hay una indigestión de estímulo y recursos al maestro. El desafío es ver qué queremos y cómo nos apoya la herramienta. Tenemos que pensar en qué medida los recursos digitales contribuyen al aprendizaje”.

Sin embargo, en países con mayor experiencia en la incorporación de la tecnología en el aula, como los europeos, tampoco han hecho grandes aportes. “Son vistas como recursos de gran utilidad “para motivar el interés de los alumnos, pero no todavía para profundizar el trabajo de indagación, análisis y fijación de saberes”.ß