desPués de casi trece años vuelve a la ciudad de Buenos aires la Prestigiosa comédie française
Fundada hace más de 300 años, desde 2006 está dirigida por la actriz Muriel Mayette, quien hasta ayer estuvo en la ciudad
En septiembre, vendrán tres espectáculos de la Comédie Française, compañía emblemática del teatro francés (y del mundo). Será la sexta visita de este teatro creado hace más de 300 años que nació como la agrupación de tres compañías existentes (entre ellas, la antigua compañía de Molière).
La primera vez que vino a Buenos Aires fue en 1939. Presentó tres espectáculos e hizo 46 funciones. Ahora, como una clara señal de los tiempos que corren y las distintas situaciones económicas, presentará tres obras y hará cinco funciones. Para concretar el acuerdo se reunieron Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la ciudad, y Muriel Mayette, directora de la Comédie desde 2006. La presentación en el Teatro San Martín de El jue
go del amor y del azar, de Pierre Marivaux, será en el marco del pre-FIBA. Ya durante los días del Festival Internacional de Buenos Aires harán La enfermedad de la muerte, de Marguerite Duras, y
Correspondencia, montaje basado en las cartas entre René Char y Albert Camus (de cuyo nacimiento se cumplen 100 años).
“Apenas asumí la dirección de la compañía, uno de mis objetivos fue hacer giras por el mundo”, apunta Mayette. No bien asumió, también intentó lograr un acuerdo por el cual la sala tuviera otra sede en el Gran París. Sin embargo, ese acuerdo no prosperó. “Hubo resistencias políticas. La Comédie es la única compañía permanente de Francia, es la única que hace 850 funciones al año. Como su sede está en el centro de París, la idea de que tenga una extensión en el suburbio se convirtió en algo muy complejo. La resistencia fue de todo tipo, otra vez será. El teatro nació en el siglo XVII, es como un vieja mujer. Se gestó como una reunión de actores basada en las diferencias de cada uno. Digamos que fue un casamiento forzado por Luis XIV, que juntó tres tropas teatrales. La fuerza de la Comédie viene de la aceptación de la diferencia”, sintetiza esta actriz.
–¿Cómo se siente el peso de la tradición?
–Yo crecí en la sala, crecí en medio de sus ideales y estoy orgullosa de eso. Es como actuar Fedra: si tenés miedo no podés hacerlo. Soy la socia número 470 de los 520 que hay desde su nacimiento. La historia está más cercana a nosotros que lo que nosotros mismos pensamos. Pero, claro, si reflexionás un poco, el siglo XVII no es algo tan lejano.
Para un europeo, la afirmación seguramente es cierta. La charla tiene lugar en el despacho de Lombardi, que es donde funcionaba el directorio del diario La Prensa. El edificio fue construido en 1898 y, según nuestros parámetros, forma parte del patrimonio histórico de la ciudad. Como contrapartida, la Comedia Francesa funciona en la calle de Richelieu desde 1799.
“Si bien está el peso de la tradición, la Comédie no es un hecho establecido. Un actor necesita expandirse y nada compensa el vértigo de la creación. Tener una compañía estable tiene, por lo menos, varias ventajas. Primero, la fraternidad y la intimidad entre los actores. Eso lo sentís. Segundo, estás disponible para tu trabajo, no tenés la angustia de la falta de continuidad laboral. Y tercero, podemos volver a presentar un espectáculo que funciona. Yo misma he tomado el lugar de otras actrices cuando a una de ellas les había pasado algo. Lo peligroso es pensar que, en estas condiciones, se ha llegado a algún lugar, o dormirnos en nuestro propio trabajo u olvidar la realidad de nuestro trabajo”.
La fábrica de ficción
En la Comédie trabajan 450 personas. Hay 22 oficios distintos, 62 actores, hacen 850 funciones y 30 espectáculos distintos por año. El presupuesto es de 36 millones de euros y el Estado aporta 25 millones que van a parar, íntegramente, a salarios. El resto se cubre gracias a sponsors privados y la venta de entradas. “Hoy estamos atravesando una situación excepcionalmente crítica. Sin embargo, la sala funciona muy bien –agrega la intérprete–. De hecho, tenemos el 82 por ciento de frecuentación de entradas pagas.”
–¿Hasta qué punto esta situación económica no lleva a que se programe un tipo de espectáculos con buena llegada en el público?
–Desde no hace mucho tiempo una parte de los salarios de los actores está vinculada a un porcentaje de lo recaudado por la venta de tickets. Al mismo tiempo, el consejo de administración está formado exclusivamente por actores sin representantes del Estado. Los actores no quieren programar aquello que funciona a nivel de boletería, y tienen razón. Resolver esa encrucijada es un trabajo apasionante.
A juzgar por su rostro, resolver esas situaciones paradójicas es una tarea que la entusiasma. Quizá por eso continúa: “Hay una idea muy francesa que sostiene que cuando la frecuentación de un espectáculo rinde en boletería se está apostando a un teatro fácil. Pero lo que yo trato de hacer es apuntar al gran teatro popular, inteligente y educativo, un poco rescatando los principios de Jean Villar, el fundador del Festival de Avignón. Es una manera de nivelar para arriba”.
Muriel Mayette ingresó a la compañía hace 30 años. Uno de sus primeros trabajos fue actuar en una versión de El avaro, de Molière. “Era un avaro muy angustiando aunque corrían tiempos de mucho dinero. Sin embargo, mientras atravesamos una situación económica opuesta, la actual puesta de El avaro tiene otro ritmo, incita a la risa. Si bien tenemos un legado histórico, no actuamos como en el siglo pasado. Actuamos en el acá y en el ahora en función de nuestra realidad política.”
Los tres montajes que vendrán al San Martín y a la Usina del Arte en septiembre prometen dar cuenta de esa contemporaneidad. Según Lombardi, esta visita será una nueva etapa del ciclo Tándem, que comenzó el año pasado, justamente tendiendo puentes entre la capital francesa y la argentina. “Aquello fue un punto de partida y esa nueva etapa es una expresión de su continuidad”, dice. En el marco de este intercambio, hacia París partirán los nuevos espectáculos de Romina Paula ( Fauna) y Mariano Pensotti ( Cineastas) y la nueva presentación de Mora Godoy. ß