Se demora el cónclave
Los cardenales mantienen fuertes diferencias en los debates y aún no hay consenso sobre los candidatos
Sin candidatos fuertes al papado, crecen las divisiones.
ROMA.– “No hay apuro, los cardenales prefieren discutir más, hablar más de los varios temas pendientes, quieren entrar al cónclave más preparados.”
La frase se ha vuelto una especie de mantra en la conferencia de prensa diaria que brinda el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede. Detrás de la fórmula del “no hay apuro, los cardenales quieren entrar al cónclave más preparados”, se esconde una situación de desorientación, confusión y división en el Colegio Cardenalicio, que aún no se puso de acuerdo sobre quiénes son las candidaturas fuertes al papado.
“Es evidente que aún no hay consenso entre los cardenales”, confió a
una fuente informada.
la nacion Aunque ayer finalmente llegaron los 115 cardenales electores con derecho a voto, no hubo fumata blanca en cuanto a la fecha de inicio del cónclave, que debería comenzar la semana próxima.
Lombardi intentó explicar que le parecía “normal, natural y sabio” que aún no se hubiera decidido la fecha, porque es necesaria la preparación en esta fase fundamental, previa a la elección del jefe de la Iglesia.
Detrás del “no hay apuro” no se oculta una guerra despiadada entre facciones, sino profundas diferencias. Hay diferencias entre los cardenales de la Curia, en su mayoría italianos, y los “extranjeros”, que llegaron de afuera. Si los primeros preferirían evitar hablar de los problemas de la Curia, del VatiLeaks, de las intrigas, de la falta de transparencia que rodeó la gestión del Instituto para las Obras de Religión (IOR, el banco del Papa), los segundos sí quieren saber de qué se trata.
Quieren más tiempo justamente para hacer preguntas y entender. Creen que, en un momento convulsionado para la Iglesia Católica por una renuncia inesperada de un pontífice que tuvo muchos problemas en la gestión de la Curia, es necesario que haya claridad, transparencia, entender qué es lo que realmente pasó en los últimos ocho años de papado marcados por crisis evitables.
En este marco, son sobre todo los cardenales norteamericanos y alemanes quienes quieren que no se precipite el cónclave y que pueda debatirse más, antes de entrar en la Capilla Sixtina a votar. El padre Lombardi admitió ayer que hay sed de discusión, al informar que hay una larga lista de espera de cardenales que se anotaron para hablar durante las reuniones precónclave.
Lombardi admitió que es “obvio” que el VatiLeaks está siendo un tema, junto al de la evangelización, el compromiso de la Iglesia con el mundo, con los pobres, el ecumenismo y, por supuesto, el perfil que deberá tener el próximo papa.
Perfil
Al respecto, sí hay acuerdo en que el perfil del sucesor de Benedicto XVI tiene que coincidir con el de alguien fuerte, pastor, santo, gran comunicador, con capacidad de gobierno y determinado; no hay quién o quiénes reúnen esas cualidades. De ahí, las trabas en anunciar la fecha del cónclave, que, de todos modos, podría empezar este mismo lunes.
“Los días de las congregaciones generales llegan a su conclusión. La decisión de la fecha del cónclave está próxima”, tuiteó el cardenal norteamericano, Roger Mahony.
Como si no faltara suspenso, también reapareció un “cuervo”, como les dicen a los que filtran documentos, que en una entrevista anónima con el diario La Repubblica reveló que podrían aparecer más documentos secretos.