La Presidenta dejó Caracas horas antes del funeral de Estado
Cristina Kirchner regresó ayer a la Argentina y no participará, junto a sus pares, de la ceremonia oficial; en un relato por Twitter, explicó que por consejo médico debe evitar el calor
CARACAS.– Sin mayores explicaciones, y mientras la capital venezolana recibía a una treintena de mandatarios de todo el mundo, la presidenta Cristina Kirchner dio por cumplido su tributo a Hugo Chávez y regresó ayer a la tarde al país, luego de asistir por segundo día a la Academia Militar, donde se velaba al presidente bolivariano.
Los antecedentes de la relación, y la cercanía afectiva y estratégica entre Cristina y Chávez, indicaban que se quedaría al menos un día más, junto a sus pares de los cinco continentes que venían llegando a Caracas a tomar parte de la Ceremonia Oficial de Jefes y Jefas de Estado, que está agendada para hoy, a las 10.
Pero la Presidenta se fue como llegó, con premura, llevándose consigo la comitiva de ministros de gabinete que la secundó durante el viaje de Buenos Aires en el Tango O1.
En su lugar, quedó un segundo contingente de dirigentes sociales y gremiales, que arribó anteanoche en un avión de la fuerza aérea, una delegación de relevo que estará encabezada por el canciller Héctor Timerman, viajero de la primera hora.
Entre unos y otros, el lobby del hotel Intercontinental Tamanaco, donde se alojaba Cristina, parecía durante la mañana una filial de la Casa Rosada, con periodistas incluidos.
“Ya hablé ayer, chicos”, dijo Cristina cuando salió del hotel hacia la Academia Militar, ante las cámaras y los micrófonos que la aguardaban. Prefirió en cambio manejarse con su cuenta de Twitter, con la que a lo largo del día fue desgranando una crónica de viaje que, quienes la seguían, pudieron leer por entregas.
“El comandante Chávez, el compañero y amigo, ha entrado definitivamente en la historia”, dijo la Presidenta. Y afirmó que “uno de los grandes méritos” del líder bolivariano fue “romper una estructura cultural y mental de compatriotas que creían que no era posible otra Venezuela”.
Más tarde relató su impresión ante las exequias y la relación con los manifestantes que esperaban su turno para despedir al líder: “Algunos lloran, lo saludan, muchos se cuadran, gritan que nunca morirá. Estoy allí, frente a ellos, me saludan con el puño sobre el corazón o con un beso, me llaman por mi nombre, me extienden su mano. No se necesita más para entenderse, hay un código en común”.
Todo esto en un contexto en el que no se sabía por qué, con un entendimiento tan estrecho y tan cálido con los venezolanos y su fallecido presidente, Cristina se volvía a casa.
“Miércoles al mediodía. Veo a Evo acompañando a Hugo, Nicolás y todo el gobierno en medio de una marea roja y tricolor”, tuiteó también ayer, en su relato sobre cómo había sido su primer día en Caracas.
“¡Cómo me gustaría estar ahí! No puedo: el calor, mi hipotensión crónica y el médico me lo prohíben”, agregó luego.
Versiones
A falta de información oficial, corrieron versiones de que en el Gobierno se desilusionaron al enterarse de que Cristina no era la elegida para dar el discurso de despe- dida, como esperaban. También se dijo que la Presidenta prefería evitar una eventual foto con el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, por la controversia sobre el acuerdo de la AMIA.
El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, afirmó que el regreso de la Presidenta “no tiene nada que ver” con la llegada de Ahmadinejad.
Puricelli dijo no creer que “tenga algo que ver con eso” y recordó la “decisión de la Presidenta de venir inmediatamente a acompañar” a los familiares de Chávez, “en reciprocidad a un gesto que no vamos a olvidar”, cuando el venezolano concurrió a las exequias de Néstor Kirchner.
En esta ciudad no todos estaban alegres con la relación que forjó Cristina con Chávez. Los críticos del comandante, por ejemplo. “En el choque de trenes de Once murieron decenas de personas y la presidenta Kirchner no les dio el pésame a los familiares. Pero cuando murió Chávez decretó tres días de duelo”, dijo a una comerciante del
la nacion shopping de Las Mercedes, que viaja seguido al país.ß