En la calle, los chavistas ven un futuro prometedor y los opositores, sólo sombra
Los seguidores del líder bolivariano confían en que Maduro dará continuidad a la revolución de su mentor; los detractores de Chávez, en cambio, pronostican más problemas
CARACAS.– Los militantes chavistas no tienen dudas: el presidente venezolano de ahora y siempre, a falta del venerado Hugo Chávez, debe ser Nicolás Maduro, que sabrá profundizar el modelo bolivariano. Una continuidad que los no chavistas ven desde luego con desesperación, porque creen que la economía entró este año en una fase que ya no resiste el desmanejo.
Las advertencias de una economía ineficiente que ni los sólidos barriles de petróleo pueden sostener, de una deuda millonaria, de la productividad a la baja, del aumento de los precios son voces de agoreros derechistas, profecías que sólo se cumplirán si Maduro no sigue como presidente, decían ayer los manifestantes del chavismo que avanzaban lentamente hacia la Academia Militar, donde se velaban los restos del líder.
“Con Maduro la revolución sigue igual, porque sigue los lineamientos de nuestro presidente. Chávez lo dejó preparado, apto, listo para gobernar. Fue su alumno y captó todo lo que el presidente le enseñaba”, dijo Aura López, una trabajadora social
La economía entró este año en una fase que ya no resiste el desmanejo
del estado de Monagas, que había viajado con un contingente de militantes para las exequias, como otros miles que se sumaron al desfile de venezolanos de rojo, más festivos y distendidos que el primer día.
López estaba tomando un descanso al pie de un viejo tanque militar en desuso, que, junto a otra media decena de vehículos blindados, decoran el Paseo de los Próceres, la avenida que conduce directo a la Academia Militar.
“Chávez es irreemplazable, pero lo que hizo fue prepararnos para la tragedia, preparar al pueblo. Chávez se multiplicó en el pueblo”, dijo otro simpatizante, Freddy Rafael, un empleado de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) que no estaba al pie, sino montado al tanque, desde donde arengaba a la tropa que pasaba: “¡Chávez no murió, se multiplicó!”. Para su satisfacción, su llamado tenía eco desde los manifestantes, que repetían la consigna de viva voz.
Para Freddy, el futuro de la economía y sus problemas estructurales no es un asunto a estudiar, ni un problema a resolver. Todo es cuestión de política y voluntad. Voluntad divina y humana. “Maduro tiene todo lo que se necesita para llevar adelante la revolución. ¿La economía? Puede haber sabotaje de la oposición. Y la inflación, con la ayuda de Dios, de alguna manera no nos va a afectar.”
“Chávez designó a Maduro como sucesor, y por algo lo hizo. La prensa hace que afuera se nos vea mal, pero son todas especulaciones. Acá la gente puede comer. Es cierto que en enero hubo desabastecimiento, pero es porque la gente compró mucho en diciembre”, dijo por su parte Héctor Ariztizábal, un colombiano jubilado que vive hace 35 años en Venezuela, dándole un giro optimista a un problema de fondo.
De hecho, a Ariztizábal no le falta razón: con una actividad industrial tan baja –por el desaliento a la producción–, Venezuela importa gran parte de lo que consume. Y a fin de año, a pesar de los altos precios del petróleo que mantienen a flote al país, faltó dinero para comprar lo suficiente del exterior. Resultado: escasez. Según los especialistas, es sólo el principio.
Saliendo de la manifestación, en calles adyacentes, las opiniones se dividen. Maduro ya no es el nuevo héroe de los venezolanos. Y la economía ya no depende de Dios.
“No podemos confiar en alguien que lo primero que hace como medida de gobierno es devaluar la moneda el 46%. Eso se trasladó rápido a los precios. Todos se han quejado, clientes, empleados. Lo que debería subir es la gasolina, que está regalada”, dijo a la dueña de una
la nacion mercería que dijo llamarse Carolina, que como muchos en esta ciudad se reservan su apellido, y en este caso también su nombre real, por temor a represalias.
A unos pasos de allí, en el mismo centro comercial donde está la mercería, una pareja de docentes compartía la desazón de Carolina por el advenimiento de Maduro.
Así lo presentaba Fraide Ruiz, profesora de secundaria: “Fíjese que según la Constitución, a la muerte de Chávez quien debía asumir el gobierno era Cabello, el presidente de la Asamblea. Pero el que asumió fue Maduro. En dos días ya violaron la ley”.