“Todo lo que va, vuelve”

La actriz y modelo Lucila Polak se interroga a sí misma y se responde. Y habla de todo: la felicidad, sus creencias, sus miedos, sus virtudes y defectos. De paso, la pareja de Al Pacino, admiradora de Frida Kahlo, se caracteriza como ella para la autofoto.

—¿Cuál es tu palabra preferida? —Mmm... Esa es buena. Dejame pensar y te contesto al final, ¿dale? —¿Creés en la felicidad perfecta? ¿Dura para siempre? —No. La felicidad consiste en momentos, el resto son transiciones.

—¿Creés en Dios? —Tomando eso tan conocido de Karl Marx, la religión es el opio de los pueblos. Creo sí en una energía, en vivir tu vida de una manera honrada y transparente. Creo en el karma. Todo lo que va, vuelve. —¿Qué te enoja más, la injusticia, el hambre o la indiferencia respecto de lo que le pase a los demás? — La injusticia, definitivamente, porque el hambre y la indiferencia son sus derivados. Si fuésemos un poco más justos, nos haríamos cargo un poco más y contribuiríamos a que desapareciese el hambre.

—¿Dar o recibir? —Dar. Creo que cuanto más das, más recibís. No sé, tal vez por haber sido madre tan chica soy muy de ocuparme y de hacerme cargo de mis amigos, de la gente que me rodea.

—¿Cuál es tu mayor miedo? —Ver sufrir por una enfermedad a alguien que quiero, y no poder hacer nada al respecto. —¿Cuál es tu más marcada característica?

—Soy muy impulsiva.

— ¿Cuál es tu mayor defecto?

—La impaciencia. —¿Cuál es la virtud más sobrevaluada?

—¡¡¡La paciencia!!! — Si no fueses actriz, ¿qué otra profesión te hubiese gustado tener? —Me parece que siempre trabajaría en algo que contenga una faz creativa. Por ejemplo, me gusta mucho remodelar y he decorado las casas que he tenido.

—¿Te da miedo envejecer? —No. Me da miedo que me dé miedo envejecer. Me parece que si te subís al tren de tratar de ganarle la carrera al paso del tiempo, fuiste. Me parece bien cuidarse, pero me parece más importante cultivarse por dentro, hacer cosas que a una lo llenen y tratar de estar en paz con una misma. Cumplir con asignaturas pendientes. Por ejemplo, hace poco me puse a estudiar italiano y empecé a pintar, dos cosas que quería hacer hace muchos años. —¿Qué sensación te da verte en la pantalla? —¡Terror! Trato de no ver las cosas que hago. Creo que le pasa a muchos actores. Es una experiencia como estar fuera de tu cuerpo, verte desde ángulos que ni siquiera sabías que existían... Es muy fuerte

—Gracias Lucila.

—No, gracias a vos Lucila. —¡Ah! ¡La pregunta! ¿Cuál es tu palabra preferida?

—Idiosincracia.ß