Riquelme y otra vuelta a su gran amor, pero aún sin victorias
Román reapareció en la Copa después de sentirse “vacío” en aquel 0-2 con Corinthians; lo recibieron con una ovación
Volvió. Ya había regresado, claro. Pero anoche volvió a su gran amor: la Copa Libertadores. Juan Román Riquelme generó tal vez más expectativa que el día de su retorno con la casaca de Boca el domingo pasado, después de ocho meses. Cuando se anunció la formación, su apellido fue el más aplaudido y cuando apareció el equipo todos los ojos buscaron su figura. Salió adelante, separado de sus compañeros y fue bañado por una ovación que erizó la piel. Con él, el clima de efervescencia en la hinchada aumentó considerablemente respecto del partido ante Toluca, aunque ese día quien volvía a la Copa era nada menos que Carlos Bianchi...
¿Por qué la figura de Riquelme genera tantas expectativas en los hinchas de Boca al hablar de la Libertadores? Porque el enganche, que ganó once títulos con esa camiseta (tres de ellos con la Libertadores de 2000, 2001 y 2007), llegó a la final en 2012 y se transformó en uno de los máximos ídolos por su magnetismo y personalidad a la hora de jugar partidos complicados y de visitante, como aquella semifinal ante Palmeiras, en Brasil, en 2001, donde Boca festejó en los penales luego de igualar 2-2.
Riquelme, además, es el goleador xeneize en el certamen continental junto con Martín Palermo con 23 conquistas cada uno. El último tanto lo convirtió ante Unión Española, en la victoria por 3-2 en Santiago, por los octavos de final de 2012. En las únicas Copas en las que Román no se lució fue en las de 2002, con Oscar Tabárez como DT, y 2009, con Carlos Ischia. En 2008 rindió, aunque Boca fue eliminado en semifinales por Fluminense.
En presencias con la camiseta de Boca está segundo, con 68 juegos, dos partidos detrás de su amigo Clemente Rodríguez, quien anoche disputó su encuentro N° 70. Quien también tuvo anoche un dato estadístico para festejar fue el lateral izquierdo, que igualó a Julio César Falcioni con 77 partidos como el argentino con más partidos en la Copa Libertadores. Clemente disputó 70 en Boca y 7 con Estudiantes.
En total, Román disputó 390 partidos en Boca, en los cuales convirtió 90 goles. “Sabemos que la Copa es especial para todos. Los hinchas se acostumbraron a festejar en los últimos años y eso fue porque el equipo hizo las cosas bien”, decía Román en medio de las definiciones de la última Libertadores.
En la Copa de 2007, bajo la conducción de Miguel Ángel Russo, se observó al mejor Riquelme. Pocas veces, como aquella, sucedió que un futbolista fuese tan determinante para una conquista internacional como lo fue el enganche, en una definición ante Gremio que se resolvió con una serie global de 5-0.
El último partido de Riquelme con la camiseta xeneize en la Copa Libertadores fue el 4 de julio pasado, cuando Boca perdió la final con Corinthians 0-2 y el enganche decidió dejar el fútbol porque se sentía “vacío”. En realidad, había un malestar con el entonces entrenador Julio Falcioni, diferencias en cuanto a las metodologías de trabajo y un enojo porque los dirigentes le habían ratificado la confianza para continuar. Cabe destacar que Riquelme volvió luego de ocho meses de inactividad, tras hacer una pretemporada de 15 días y, pese a eso, en el torneo local, fue el mejor jugador de Boca que otra vez jugó mal y perdió con Unión por 3 a 1.
Pero anoche, aún cuando tuvo pasajes de claridad, la vuelta de Román no terminó con el resultado que toda su gente soñaba.ß