El amor es más fuerte
Leer –para muchos, probablemente volver a leer– El fantasma de Canterville (1887), una de las muchas creaciones de Oscar Wilde que ha tenido un destino feliz de continuas reediciones, es recuperar la magia de la literatura. Más aún si la nueva edición está ilustrada por otro gran artista, esta vez argentino, como fue el dibujante y humorista Oski (Oscar Esteban Conti), y tiene la particularidad de que la traducción al español fue hecha por la recordada escritora y editora Esther Tusquets, y publicada por la editorial española Los Libros del Zorro Rojo, ganadora del Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial del año 2011 en su país.
De manera que el círculo virtuoso literario es completo, porque este libro constituye también un rescate: Oski había ilustrado el cuento de Wilde para Lumen en 1977, cuando estaba en España y ya había decidido radicarse definitivamente en Europa. Su enloquecido mundo de pájaros sin alas y con cuatro patas le vino muy bien a esta historia de un fantasma incomprendido, que lucha denodadamente contra el embajador de Estados Unidos, Hiram B. Otis, su mujer y sus hijos, los nuevos dueños de su castillo. Wilde es siempre Wilde, y su ironía y su humor, tan infinitos como su piedad: el fantasma de sir Simon será rescatado de su insomnio de 300 años por el amor. “Usted puede abrirme las puertas de la mansión de la muerte –le dice a la joven Virginia–, porque el amor está siempre con usted, y el amor es más fuerte que la muerte.” ß