Un trabajo en equipo con aplicaciones ilimitadas

El sistema se utilizó con éxito en tumores óseos de cabeza y cuello

El proyecto de planeamiento prequirúrgico y navegación ósea parece no tener techo. La semana pasada, el grupo aplicó el sistema más allá de los huesos de las extremidades.

Con los equipos de neurocirugía y cirugía maxilofacial del hospital hicieron tres nuevas operaciones. En una, le reconstruyeron la mandíbula y la articulación a una joven que había nacido con el maxilar inferior fusionado, mientras que en la segunda intervención resecaron un tumor benigno del hueso esfenoides (en la base del cráneo).

En el tercer caso, el sistema guió al cirujano de manera segura para resecar pólipos dentro de las fosas nasales, una maniobra riesgosa. “En esos pacientes, cuando se entra a ciegas es muy alto el riesgo. El navegador impide ingresar al cerebro por error”, dijo el doctor Lucas Ritacco.

Para el doctor e ingeniero Marcelo Risk, director de la carrera de bioingeniería del ITBA, el secreto de este desarrollo local está en que se trata de “un trabajo en equipo bien «aceitado»” y que fue esa interacción la que acortó el proceso de desarrollo.

Risk, que reunió al ingeniero Federico Milano con el equipo médico del Hospital Italiano, explicó que la bioingeniería “puede mejorar las prestaciones de salud buscando las tecnologías más adecuadas para cada prestación, ya sea con la adaptación de una tecnología disponible o el desarrollo de una nueva. Esto puede adaptarse a las necesidades y los recursos del país o la región, “que son distintos a las de otros países y regiones”.

Sostuvo que la respuesta para modernizar el sistema de salud está en el trabajo en equipo. “Uno de los requisitos es vencer cualquier resistencia a estudiar y trabajar en el área de otro profesional –dijo–. Eso se puede hacer sin perder la individualidad: el médico va a seguir siendo el único habilitado para ejercer la medicina y el ingeniero conservará sus incumbencias profesionales”.