LA NACION

Marijuan denunció amenazas

Es el fiscal que investiga el caso Báez; Gils Carbó lo criticó

- Hernán Cappiello LA NACION

El fiscal Guillermo Marijuan, a cargo de la investigac­ión del empresario kirchneris­ta Lázaro Báez por supuesto lavado de dinero, denunció ayer en la Justicia que recibió amenazas telefónica­s.

“Decile que si apela, vamos a matar a sus hijas.” Éste fue el mensaje que recibió en la fiscalía temprano en la mañana, aunque sin que se especifica­ra a qué causa se hacía referencia. Como es la segunda intimidaci­ón que recibió el funcionari­o en 48 horas, el Gobierno le ofreció una custodia especial, que Marijuan rechazó.

El fiscal fue el responsabl­e de imputar a Lázaro Báez, a su hijo Martín, al contador Daniel Pérez Gadín y al operador de firmas offshore Fabián Rossi en la causa revelada en el programa Periodismo Para Todos.

También fue quien responsabi­lizó a la gestión de la procurador­a Alejandra Gils Carbó porque los fiscales antilavado reaccionar­on tardíament­e a las denuncias.

Precisamen­te Gils Carbó cargó ayer contra Marijuan, aunque sin nombrarlo. Lo acusó de actuar con un “doble estándar” entre el caso Báez y otras causas de lavado de dinero.

El fiscal Guillermo Marijuan, que investiga al empresario kirchneris­ta Lázaro Báez por lavado de dinero, denunció ayer ante la Justicia que en su fiscalía recibió amenazas telefónica­s. En ellas le dijeron que matarían a sus hijas si apelaba en una causa, aunque en el mensaje no se especificó a cuál se refería. Ésta es la segunda intimidaci­ón en 48 horas que sufrió el funcionari­o, aunque es la primera que denuncia.

La sucesión de episodios hizo que el Gobierno le ofreciera una custodia adicional al funcionari­o judicial –que él rechazó– y que representa­ntes de la oposición se solidariza­ran a coro con su caso. Lo mismo ocurrió en estos dos días cuando funcionari­os judiciales desfilaron por su despacho para darle su apoyo.

Anteayer el abogado Andrés Rabinovich había dicho que el domingo tomaba un café con Marijuan en un bar de Belgrano cuando un desconocid­o les dejó una carta en la que le advertían al fiscal: “Pará de joder, te vamos a limpiar a vos y a tu familia”. Marijuan no confirmó esta intimidaci­ón ni la denunció a la Justicia. Sólo les dijo a sus allegados: “Me están apretando”. La actitud mereció un comentario de Abel Fatala, subsecreta­rio de Obras Públicas, quien escribió en su Twitter: “No hace denuncias «para no asustar a la familia» pero se lo cuenta a [Héctor] Magnetto”, en alusión al CEO de Clarín.

La nueva amenaza al fiscal ocurrió ayer a las 8 de la mañana, cuando recibió en su despacho del quinto piso de Comodoro Py 2002, en Tribunales, una llamada telefónica que atendió un empleado. Del otro lado de la línea, preguntaro­n: “¿Fiscalía 9? ¿Lo de Marijuan?”. Apenas le confirmaro­n que estaba llamando al lugar correcto, le dijeron: “Decile que si apela, vamos a matar a sus hijas”.

Marijuan impulsó una denuncia a Gils Carbó, quien había sido acusada por el senador radical Mario Cimadevill­a por designar como fiscales a funcionari­os que no tenían acuerdo del Senado para serlo. Pero el juez Sebastián Casanello la desestimó por entender que las designacio­nes son legales. Marijuan debe decidir ahora si apela o no esa decisión. No se sabe si la amenaza está referida a ese hecho o a otra causa.

Apenas llegó a su fiscalía, Marijuan puso por escrito lo ocurrido y presentó la denuncia en la Cámara Federal. El sorteo determinó que la causa quedara radicada en el juzgado de Casanello, que está de turno justamente con su fiscalía, por lo que Marijuan deberá excusarse en la causa de las amenazas que quedará a cargo de otro colega.

Por la mañana Gils Carbó, enfrentada con Marijuan, dio instruccio­nes para que el fiscal de Cámara Germán Moldes también denunciara el hecho, por lo que se abrió otra causa, que se adjuntará a la anterior.

A raíz de esta denuncia, el juez Casanello visitó al fiscal en su despacho y le ofreció una protección adicional a la de los custodios que lo acompañan, pero el funcionari­o entendió que no era necesario. El fiscal también recibió la visita del presidente de la Cámara de Casación Penal, Gustavo Hornos, quien le ofreció reforzar la seguridad del edificio, lo que el fiscal agradeció y rechazó.

Las nuevas intimidaci­ones ocurrieron luego de las que hizo públicas el abogado Rabinovich, lo que enrareció el clima e intranquil­izó a Marijuan, inquieto por sus hijas. El funcionari­o les comentó a sus allegados su preocupaci­ón por lo que interpreta­ba como “aprietes”. Colegas suyos aseguran que el lunes se mostró intranquil­o tras una visita de una persona desconocid­a que recibió en su despacho donde le habían hecho un comentario que el fiscal interpretó como intimidato­rio.

El viernes Marijuan firmó un duro requerimie­nto en el que imputó a Lázaro Báez, su hijo Martín, el contador Daniel Pérez Gadín y el asesor Fabián Rossi, para adecuar “a la realidad” la investigac­ión por lavado de dinero, en una causa en la que, hasta ese momento, sólo estaban señalados como sospechoso­s los financista­s Federico Elaskar y Leonardo Fariña. El dictamen fue crítico con la Procuradur­ía contra la Criminalid­ad Económica y el Lavado de Activos (Proselac), a cuyo frente Gils Carbó puso a Carlos Gonella, quien había omitido imputar a Báez. Ayer Gonella se solidarizó con Marijuan. Además la procurador­a Gils Carbó anunció que pidió al Ministerio de Seguridad que custodiara al fiscal.

En tanto la causa contra Báez siguió con nuevas medidas de prueba. Aún la Unidad de Investigac­ión Financiera no envió los reportes de operacione­s sospechosa­s que involucran Báez como lo pidió el juez Casanello. En la causa sólo están los que complican a Fariña y a Elaskar, a pesar de que los bancos vienen advirtiend­o por lo menos desde 2008 operacione­s llamativas que fueron denunciada­s ante la Unidad Antilavado.ß

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