Pérez Gadín y Vandenbroele
El contador de Lázaro Báez tenía como administrador de sus tres compañías en Barcelona a un argentino que compartió el directorio de otra firma con el supuesto “testaferro” de Boudou
El caso Lázaro Báez cada vez encuentra nuevas ramificaciones: tres empresas de su contador, Pérez Gadín, en Barcelona, tenían como administrador a un argentino que compartió el directorio de una empresa con Alejandro Vandenbroele, el supuesto “testaferro” de Amado Boudou.
BARCELONA.– El rastro de la red de empresas y personajes involucrados en el supuesto lavado de dinero de Lázaro Báez lleva hasta un edificio sencillo, color rosa pálido, que se pierde entre las joyas modernistas del Paseo de Gràcia.
Allí, en el primer piso, están registradas dos sociedades cuyo único accionista es Helvetic Services Group (HSG), el holding suizo señalado como dueña de la financiera porteña SGI, a la que su ex accionista controlante Federico Elaskar describió como un canal de salida de dinero negro de la corrupción kirchnerista y pasó a ser conocida en el mercado como “La Rosadita”.
Pero no es sólo una coincidencia cromática. En ese mismo edificio, tienen domicilio legal tres sociedades cuyo administrador es Daniel Pérez Gadín, el contador de Báez imputado por el fiscal Guillermo Marijuan en la causa por blanqueo de capitales, y cuyas primeras ramificaciones llegan hasta un protagonista estelar del “caso Ciccone”: Alejandro Paul Vandenbroele.
“No sabíamos nada de todo esto. Siempre comprobamos la legalidad de las actividades de nuestros clientes. Vamos a revisar todo en profundidad”, respondieron a la nacion en el estudio M&O, en cuya sede tienen el domicilio fiscal las empresas de Pérez Gadín y de HSG. Es un despacho de abogados especializado en derecho corporativo que lleva la contabilidad y el pago de impuestos a inversores internacionales que operan en España. “No tenemos nada que ver con ese caso”, insistieron.
Los registros mercantiles españoles consultados por la nacion no aportan más datos para determinar si esa vecindad es sólo una simple casualidad entre Pérez Gadín y la compañía que, según Elaskar, compró “La Rosadita”. En cambio, acercan a la trama a un viejo conocido del kirchnerismo: Vandenbroele, el abogado a quien su ex esposa, Laura Muñoz, acusó de ser el “testaferro” del vicepresidente Amado Boudou.
De Vandenbroele a Báez
¿Cómo? Las empresas de Pérez Gadín en Barcelona son Felsan Global Investments, Tusaleta Servicios y Gestiones y Mirabilia International, todas con dirección en el Paseo de Gràcia 63. Fueron constituidas en 2011 en Madrid por el estudio Gómez Acebo-Álvarez Giay y su primer administrador fue Emiliano Córdoba.
Al mismo tiempo que gestionaba esas sociedades, Córdoba –un abogado argentino que ahora vive en Suiza– aparecía inscripto junto con Vandenbroele como directivo de una so- ciedad madrileña en la que también tuvieron cargos Pablo Gómez-Acebo y Mabel Álvarez Giay.
Estos dos letrados actúan en la capital española como representantes del estudio argentino Alfaro Abogados, del que fue empleado Vandenbroele antes de saltar a los grandes negocios (y escándalos) como “nuevo accionista”, y luego sólo como presidente de The Old Fund, el misterioso fondo de inversión que se quedó con la imprenta Ciccone Calcográfica.
Aquella sociedad que Vandenbroele y Córdoba dirigieron durante casi un año se llamaba Temenos Hispania, y cerró el 20 de junio de 2012, según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil de España. Eran días agitados del caso Ciccone.
Para entonces, las sociedades de Pérez Gadín ya habían sido mudadas a Barcelona, desde diciembre de 2011. Esas tres empresas registran apenas movimientos, tienen un capital de 3006 euros, el mínimo requerido para su apertura, y su objeto social declarado es “la dirección y gestión de valores representativos propios” y la “gestión de recursos financieros”.
Más activo es el papel de las empresas Helvetic Services radicadas también en el Paseo de Gràcia 63. Son Serbel Trade y Wodson International, cuyo administrador es Néstor Marcelo Ramos. Se trata de un argentino, de 50 años, abogado en Lugano, Suiza, que figura como principal accionista de Helvetic Services Group. Esa compañía se desligó del escándalo Báez con un comunicado en el que se define como una “sociedad de derecho legalmente constituida en Suiza” y advierte que iniciará “acciones legales para proteger su buen nombre y sus intereses económicos”.
De sus empresas radicadas en Barcelona, Serbel declara un capital social de 4,3 millones de euros. Ese dinero, según explicaron a la nacion expertos en derecho mercantil español, no necesariamente se constituye con un depósito en efectivo o un giro, sino que puede configurarse mediante la aportación de otras empresas. En algunos casos se usa como un mecanismo de beneficio fiscal.
Ramos –con empresas en Suiza, Londres, Nueva Zelanda– es titular de otras dos sociedades en Barcelona: Arsetex Promociones y Advance Chemical Solutions. El año pasado liquidó otra por donde llegaron a moverse 3,3 millones de euros. Todas esas de- claran otro domicilio en el Ensanche barcelonés: Pau Claris 62. Pero esa calle nace en el número 68.
Fuentes conocedoras del mercado de inversiones en España indicaron que existe mucho control sobre movimientos de dinero del exterior y consideraron poco probable que estas firmas pudieran usarse para hacer llegar dinero a Suiza. Pero sí admitieron que, por la crisis, existe oferta de activos inmobiliarios que se venden en negro y para lo cual florecen sociedades que canalizan fondos de dudoso origen.
Hasta ahora, los movimientos de Ramos y de Pérez Gadín pasaron del todo inadvertidos en España. De hecho, ninguno de los dos hace saltar las alarmas de los programas informáticos que se usan en el mundo financiero para identificar a personas expuestas políticamente o sospechadas de maniobras fraudulentas.
Tal vez el panorama se complique pronto: el caso Báez y las sospechas sobre el dinero de los Kirchner empieza a tener una importante repercusión en los medios españoles y es tema de charlas cotidianas entre los políticos interesados en la relación con América latina.ß