El Papa, con una agenda cargada en Brasil
En su visita a Río en julio, irá a una favela y se reunirá con jóvenes
ROMA.– Visitará una favela, un hospital, se encontrará con jóvenes de todo el mundo, incluso detenidos, peregrinará al santuario mariano de Aparecida, bendecirá las banderas olímpicas, verá a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
La agenda del primer viaje internacional del papa Francisco, del 22 al 28 de julio próximo en ocasión de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, será cargadísima. Según el programa difundido ayer por el Vaticano, el papa argentino se quedará una semana en Río de Janeiro y no unos pocos días, como se pensaba que haría Benedicto XVI, el papa emérito que renunció al papado el 28 de febrero pasado.
De hecho, se trata de un evento que ya estaba previsto, convocado después de la última Jornada Mundial de la Juventud que tuvo lugar en Madrid, hace dos años. Los organizadores estiman que entre 20.000 y 30.000 argentinos participarán de las jornadas presididas por el ex cardenal Jorge Mario Bergoglio, elegido papa el 13 de marzo pasado.
Francisco, de 76 años, llegará a Río de Janeiro en un vuelo de Alitalia el lunes 22 por la tarde. Después de una ceremonia de bienvenida en el aeropuerto internacional de la ciudad, hará una visita de cortesía a Rousseff, en el Palacio de Guanabara.
Al día siguiente, el Papa, que se hospedará en la residencia de Sumaré, tendrá una jornada de descanso, sin actividades. El miércoles, en cambio, en helicóptero volará hasta el santuario de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, a unos 200 kilómetros de Río de Janeiro.
Siendo cardenal, Bergoglio estuvo a mediados de 2007 en la reunión del Consejo Episcopal Latinoamericano que tuvo lugar allí –de la que participó también Benedicto XVI– y en la que fue elegido relator del documento final.
En Aparecida, luego de venerar la imagen de la Virgen Negra y celebrar misa en la Basílica del Santuario, almorzará con obispos y seminaristas del lugar. De regreso en Río, esa misma tarde visitará el Hospital San Francisco de Asís.
Bendición
El jueves 25, el papa argentino recibirá las llaves de la ciudad y les dará la bendición a las banderas olímpicas en el Palacio de la Ciudad. Más tarde, en uno de los momentos clave del viaje, Francisco visitará la comunidad de Varghina, también llamada Manguinhos, una favela de la zona norte de Río de Janeiro, donde también pisará una cancha de fútbol.
Manguinhos fue pacificada en octubre pasado, y a principios de este año recibió la primera Unidad de Policía Pacificadora (UPP). Más tarde, el Sumo Pontífice participará de una primera fiesta de bienvenida de los jóvenes en la costanera de Copacabana.
Al día siguiente, después de confesar a algunos jóvenes que participarán de la Jornada Mundial de la Juventud en el Parque de la Quinta da Boa Vista, tendrá un breve encuentro en el arzobispado con menores detenidos.
Desde el balcón del mismo edificio, rezará el Angelus y hablará. Luego de saludar a los organizadores del evento, almorzará con varios de los asistentes al encuentro. Por la tarde, participará de un vía crucis con jóvenes en la costanera de Copacabana.
En tanto, el sábado, después de celebrar misa en la catedral de San Sebastián con obispos, sacerdotes y religiosos presentes para el evento –entre los que se esperan muchísimos argentinos– en el Teatro Municipal, tendrá un encuentro con la clase dirigente.
Por la tarde, participará de una vigilia de oración en el Campus Fidei de Guaratiba, en el que seguramente acamparán y dormirán allí para no perderse la santa misa dominical del día siguiente, que será el evento final de la Jornada Mundial de la Juventud.
Ese mismo día, por la noche, el Papa emprenderá su regreso a Roma, donde llegará al día siguiente, el 29 de julio.
Si bien se había especulado con un viaje del papa Francisco en diciembre a la Argentina, donde fue invitado por la presidenta Cristina Kirchner y por la Conferencia Episcopal argentina, el Vaticano hizo saber hace diez días que el viaje a Brasil será el único que hará Francisco este año.