Sbattella se defendió ante las críticas por el accionar de la UIF
Cuestionado por el caso Lázaro Báez, destacó “confidencialidad” que requiere la unidad antilavado y habló de “medios chantajistas”
Avalado por el respaldo que recibió un día antes, con la ampliación por decreto de sus poderes, el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), José Sbattella, hizo ayer una defensa del organismo que dirige. En el marco de las denuncias de lavado de dinero que salpican a empresarios y funcionarios kirchneristas, el titular de la unidad antilavado defendió la actuación de la UIF y la “confidencialidad” de sus procesos, algo que, aseguró, no está “a merced de los medios chantajistas”.
“No podemos, porque a un perio- dista de rating se le ocurre, largar los datos de un ciudadano, porque se pierde toda la posibilidad de defensa”, señaló Sbattella, en alusión al programa televisivo de Jorge Lanata, Periodismo para todos.
A su lado, durante el acto inaugural de un seminario sobre la lucha contra el lavado de activos en la sede de la Sindicatura General de la Nación, el titular de la Sigen, Daniel Reposo, coincidió en criticar a la prensa al señalar que las estructuras de control estatal “trabajan para mejorar la calidad de vida de los argentinos y no para los diarios”. La UIF quedó en el centro de las miradas una vez más luego de que se le adjudicara el cajoneo de reportes de operaciones sospechosas (ROS) vinculadas al empresario Lázaro Báez, por unos 48 millones de pesos de una constructora. Estos movimientos sólo fueron informados a la Justicia después de que se difundiera en el programa de Lanata una acusación en contra del contratista por presunto lavado de dinero.
Por esa razón, desde la UCR pidieron la renuncia de Sbattella y que se designe en su lugar a “funcionarios idóneos y honestos”, mientras que desde la Coalición Cívica reclamaron que el titular de la UIF se presente ante la Cámara de Diputados para justificar su desempeño.
Durante el “Seminario de actualización para la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo, con enfoque en el rol de las mutuales y cooperativas obligadas”, los periodistas presentes no pudieron hacer preguntas, y los funcionarios, al terminar, se retiraron por una puerta trasera.
La referencia más cercana al caso Lázaro Báez ocurrió cuando Sbattella afirmó que los procedimientos de la UIF “requieren confidencialidad en la información”. Y añadió: “Cuando toma estado público, se agota la confidencialidad, como ya se sabe todo, caso Elaskar, caso Fariña. No se requiere tener un proceso que requiere confidencialidad porque va todo al juez, como va a ir todo al juez si pide más”. Los financistas Federico Elaskar y Leonardo Fariña a los que aludió Sbattella fueron imputados la semana pasada por el fiscal Guillermo Marijuan en el marco de la investigación contra Báez.
“No podemos, porque a un periodista de rating se le ocurre, largar los datos de un ciudadano, porque se pierde toda la posibilidad de defensa. No estamos a merced de los medios chantajistas”, insistió el titular de la UIF.
En referencia a los ROS, Sbattella dijo que se pasó de una situación de 1500 reportes en 2009 a unos 30.000 el año pasado. “Esa información se procesa sin sesgo político, ya que el 10% de los reportes que entra en rojo atraviesa un proceso interno de requerimientos, y luego del debido proceso se eleva a un fiscal, que es quien evalúa si se hace una denuncia o no. Éstos son los pasos previos a una causa penal“, explicó.
Reposo, en tanto, dijo que la Sigen apunta a “mejorar la gestión de gobierno y no a lo que dicen los medios”, y ponderó el trabajo “articulado” con la UIF. “Podemos decir que hicimos las cosas bien”, aseguró.
La actividad de Reposo y Sbattella fue la primera de carácter público luego de que la UIF viera ampliado su poder a través de un decreto de la presidenta Cristina Fernández, que, anteayer, modificó su estructura organizativa y elevó el rango de su titular al de secretario de Estado.ß