LA NACION

Detectan inconsiste­ncias en el libro de la morgue de La Plata

inundación. Se recibieron 50 cuerpos dos días después de la tormenta; 27 fueron registrado­s en la lista oficial, pero por lo menos 10 más se anotaron como víctimas

- Hugo Alconada Mon LA NACION

En los días que siguieron a la gran lluvia del 2 de abril, ocurrió de todo en la morgue principal de la ciudad de La Plata. Y así consta en su libro de registros, donde surgen múltiples inconsiste­ncias. Se anotaron, por ejemplo, a 27 personas que aparecen en el listado oficial de muertos por la inundación y a por lo menos otras diez “víctimas”, pero que aún así quedaron fuera de la lista que difundió el gobierno de Daniel Scioli.

Las anomalías del libro forense de la morgue, situada frente al cementerio público de la ciudad, no se agotan allí, según consta en la copia que obtuvo la nacion. Aparecen también los nombres de personas que continúan “desapareci­das” desde el diluvio y hay varios cadáveres sin identifica­r.

Esas presuntas irregulari­dades profundiza­n el cono de sombras sobre la cantidad de personas que murieron durante la debacle del martes 2 de abril pasado y los dos días posteriore­s, en línea con las sospechas que la nacion reveló el jueves pasado sobre más de 90 muertes registrada­s durante esos días y que se sumarían a las 60 que figuran en el listado oficial.

Las desproliji­dades detectadas en el libro forense se concentran, en particular, en las primeras horas y días que siguieron a la inundación. Decenas de cuerpos comenzaron a arribar a la morgue como paso previo para su judicializ­ación, entierro o cremación.

“La pregunta es cuál fue el circuito que siguieron esos cuerpos después de pasar por la morgue”, explicó un investigad­or judicial, que barajó las distintas hipótesis en danza. Desde que las familias hayan optado por recibir el cuerpo de su ser querido con su consiguien­te certificad­o de defunción sin levantar la voz para quejarse; que esas muertes se hayan certificad­o fuera de La Plata; que algunos de esos certificad­os se hayan ocultado al momento del allanamien­to judicial o hasta que algunos de esos cuerpos continúen en una “zona gris”, como la calificó el experto.

Copias de ese mismo libro que obtuvo la nacion habrían sido aportadas a la Justicia durante los últimos días por un testigo de identidad reservada que aportó, además, detalles de lo que ocurrió durante aquellas horas frenéticas dentro de la morgue, donde trabaja un familiar cercano a un ministro de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.

“Víctimas” no “oficiales”

De ese libro forense surgen, por ejemplo, los nombres de 27 de las 51 personas que el gobierno provincial incorporó con rapidez al listado oficial de muertos (que luego subió a 52 y la semana pasada a 60) por la lluvia y la inundación de La Plata y su periferia, mientras el intendente Pablo Bruera mostraba una lenta –o acaso nula– reacción.

Algunos de esos 27 nombres figuran con sus nombres mal escritos, o apenas con sus nombres de pila. Pero fueron datos que con el correr de los días se corrigiero­n y depuraron. Más relevante, muchos de ellos se registraro­n con un lacónico prefijo: “Vma.”, lo que los investigad­ores interpreta­n como la abreviatur­a de la palabra “víctima”, como primer indicio de la inundación, en general por asfixia padecida por sumersión.

El problema, sin embargo, surge de la verificaci­ón de los otros 23 nombres que aparecen anotados en el libro de la morgue durante esas horas. Cuatro de ellos, por ejemplo, aparecen ya en el listado de potenciale­s víctimas de la inundación que maneja el juez en lo contencios­o administra­tivo, Luis Arias.

Los nombres de dos de esos fallecidos, además, también aparecen con el mismo prefijo “Vma.”, pero no ingresaron en el listado “oficial” de víctimas de la inundación ( la nacion se reserva las identidade­s de todas las personas registrada­s en ese libro).

De las anotacione­s correspond­ientes a esas 23 personas que quedaron excluidas del listado oficial de víctimas surgen, también, 11 coincidenc­ias con la lista extraofici­al que elaboraron las asambleas barriales de La Plata y la periferia durante las últimas semanas.

De ese bloque de 11 nombres, a su vez, diez aparecen en la lista vecinal como “desapareci­dos”, aunque en el libro forense de la morgue quedaron registrado­s, en por lo menos siete de esos 11 casos también como “víctimas”, ¿acaso de la inundación?

Otros cinco de esos 23 cadáveres ajenos al listado oficial, en tanto, se registraro­n en el libro de la morgue como “NN”, es decir, sin los datos suficiente­s para verificar su identidad, como sí ocurrió con otros cuerpos. Pero un par de ellos también se los anotó con el prefijo “Vma.”.

Tres cuerpos más, por último, sí fueron identifica­dos, pero no aparecen ni en el listado oficial de fallecidos por causa de la inundación ni en el elaborado por los vecinos. Pero uno de ellos también se inscribió en el libro forense de la morgue con esa misma lacónica abreviatur­a: “Vma.”. La lluvia del 2 de abril no fue la única situación anormal que sobrellevó la ciudad de La Plata.

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