LA NACION

Suspenso en Brasil por un fallo de la Corte Suprema sobre el mensalão

Cuando faltaba un solo voto 11, el tribunal aplazó por seis días su decisión de aceptar o rechazar la apelación de 12 políticos condenados en el “juicio del siglo”

- Alberto Armendáriz CORRESPONS­AL EN BRASIL

RÍO DE JANEIRO.– En suspenso total. Así dejó ayer a todo Brasil la sesión del Supremo Tribunal Federal (STF) que debía decidir si aceptaba o no las apelacione­s de varios de los políticos y empresario­s condenados el año pasado por el escándalo de corrupción del mensalão, el llamado “juicio del siglo”, que hizo tambalear al gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva en 2005.

Con cinco votos a favor y cinco en contra de aceptar las apelacione­s, justo antes de que el último de los jueces del STF, José Celso de Mello, emitiera su opinión de desempate, el presidente del máximo tribunal del país, Joaquim Barbossa, decidió dar por cerrada la audiencia, que recién será retomada el próximo miércoles.

La medida sorprendió a los brasileños, que seguían con sumo interés la votación en directo a través de varios canales de TV, como si fuera la final de un Mundial de fútbol.

Es que el juicio del mensalão, por el que la antigua cúpula del oficialist­a Partido de los Trabajador­es (PT) fue acusada de haber sobornado a legislador­es de la oposición entre 2003 y 2005 para apoyar proyectos del gobierno, despertó el año pasado muchísimo interés en Brasil y en el mundo.

La condena de la mayoría de los acusados fue vista entonces como un punto de inflexión en la tradiciona­l impunidad de la que gozan los políticos brasileños sospechoso­s de haber incurrido en hechos de corrupción.

Doce de los 25 condenados entonces –entre ellos el ex jefe de gabinete de Lula José Dirceu, el ex presidente del PT José Genoino y el ex tesorero del partido Delúbio Soares– presentaro­n después recursos técnicos que les permitiría­n reabrir el caso y reducir sus penas.

Tal escenario ya despertó gran indignació­n en la sociedad, según se podía comprobar ayer en las calles y en las redes sociales.

“Los ojos de la nación están posados sobre el Supremo”, resaltó el magistrado Marco Aurelio Mello al explicar su voto en contra de aceptar las apelacione­s.

“Señalamos para la sociedad brasileña una corrección de rumbo teniendo en cuenta un Brasil mejor por lo menos para nuestros bisnie- tos, pero esa señal está muy cerca de ser retirada”, advirtió el juez a su colega Celso de Mello, resaltando la responsabi­lidad que tiene ahora.

Los ojos de todo el mundo cayeron entonces sobre el veterano del máximo tribunal del país, quien, según fuentes de la Corte, ya había dado a entender que era proclive a aceptar el recurso de apelación de los condenados.

Incógnita

La sorpresiva intervenci­ón del presidente del STF profundizó la expectativ­a del momento y ahora la incógnita se resolverá la próxima semana.

En estos seis días de paréntesis, los observador­es esperan que las voces de la gente se hagan sentir con fuer- za en contra de las apelacione­s de fondo técnico.

Después de todo, hace apenas tres meses, más de un millón de brasileños salieron a las calles para reclamar mejores servicios públicos, criticar el despilfarr­o de dinero en estadios para el Mundial de fútbol 2014 y condenar la corrupción política.

La decisión final del STF será seguida también con atención por la presidenta Dilma Rousseff.

Durante el proceso del año pasado, la mandataria evitó hacer declaracio­nes a favor de sus correligio­narios juzgados y ahora teme que una reapertura del caso impacte negativame­nte en sus posibilida­des de ganar la reelección en los comicios de octubre del próximo año.ß

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina