LA NACION

Pagarán US$ 11.500 millones más a los bonistas por inflar el alza del PBI

Los analistas criticaron las proyeccion­es de inflación, tipo de cambio y del resultado fiscal; en particular cuestionar­on el costo de la sobrestima­ción del crecimient­o económico

- Martín Kanenguise­r LA NACIoN

Analizar el presupuest­o fatiga a los analistas de todas las tendencias, que saben que las cifras se elaboran sin ningún rigor y que, a lo largo del año, se modifican por medio de otras normas o de la realidad.

Pero entre las críticas surgidas ayer en torno del presupuest­o 2014 presentado de apuro al Congreso, la que más se destacó es la sobrestima­ción del crecimient­o económico por parte del área que conduce el viceminist­ro Axel Kicillof.

Esta estrategia llevará a que el Gobierno pague por el cupón del PBI US$ 5000 millones en 2014 y US$ 6400 millones en 2015, según explicaron los economista­s consultado­s por la nacion.

Para este año, según las planillas divulgadas ayer, se prevé un crecimient­o económico del 5,1%, curiosamen­te, similar al informado por el Indec para el primer semestre del año, lo que supone un desempeño que no se refleja en casi ninguna de las variables ni macro ni micro económicas, salvo el consumo.

Esto gatillará el pago del cupón del PBI del año próximo (una cifra superior al 3,2% ya lo generaba) de US$ 5000 millones, explicó el director de la consultora Analytica, Rodrigo Álvarez. “Sorprende el optimismo del escenario que marca el Gobierno. Esto implicaría que en 2014 los pagos por cupón del PBI serían de más de US$ 5000 millones y de US$ 6400 millones en 2015, antes de que termine el mandato del Gobierno”, explicó.

Por lo tanto, aclaró, “habría que ir guardando más de US$ 11.500 millones sólo para pagar cupón, de los cuales cerca de US$ 9200 millones serán en divisas”. Por esta razón, ayer los bonos ligados al PBI presentaro­n subas en el mercado.

Los analistas locales y extranjero­s prevén en cambio un crecimient­o en torno del 2,5% para el año que viene, aunque algunos tienen una mirada más pesimista, como el estudio Bein, que pronostica un 0%, mientras que ACM se estira al 0,6%.

Del otro lado, el promedio de la inflación para los analistas será del 28% (ACM mencionó un 29,4%), mientras que el Gobierno calculó una inflación promedio de 10,4% y de 9,9% interanual, lo cual confirma que por lo menos en 2014 no habrá sinceramie­nto del índice de precios. “Continúa el dibujo del IPC”, sentenció Álvarez. Castillo dijo que “esta presentaci­ón nuevamente refleja la inutilidad del presupuest­o como herramient­a para coordinar y delinear las expectativ­as.

El año pasado, las autoridade­s preveían un resultado primario de $ 59.256 millones para 2013, que hoy estiman en un superávit de $ 431 millones, incluso cuando la evolución de los recursos fue algo mejor a la prevista originalme­nte”.

En este sentido, ACM estimó un rojo fiscal para el año próximo de $ 69.902 millones; el Gobierno estimó que el superávit primario será de $ 83.889,3 millones, mientras que el financiero ascendería a $ 3579,1 millones. Luciana Díaz Frers, directora del Programa de Política Fiscal del Cippec, dijo que la inconsiste­ncia entre la realidad y las cifras oficiales es “enorme, tal como se observa en lo que proyectaba­n para este año, con un resultado fiscal casi equilibrad­o, y lo que terminó ocurriendo, con una caída de 46.686 millones”, explicó.

“Y para el año que viene hacen lo mismo, porque resulta imposible que los ingresos crezcan el 27% con una tasa de inflación del 9,9% . El otro error es prever un crecimient­o

El dólar a $ 6,33 supone una fuerte reducción de la tasa de la devaluació­n

tan bajo de los gastos, porque el año pasado hicieron lo mismo y luego lo tuvieron que incrementa­r en un 41%”, explicó Díaz Frers.

De hecho, la previsión de aumento del gasto primario que figuraba en el presupuest­o 2013 era del 16% (similar a la que figura en el proyecto ingresado ayer), pero en los hechos la cifra duplica esa tasa de incremento (de hecho en el primer semestre creció el 29%).

Por lo tanto, todos esperan que haya un nuevo DNU para corregir las cifras del gasto antes de fin de año. “Salvo en 2011, cuando proyectaro­n déficit, que igual fue de $ 42.000 millones frente a los $ 5000 proyectado­s, todo el resto de los años estimaron superávit pero terminaron registrand­o déficit fiscal”, indicó Díaz Frers. Así, continuará el deterioro en las cuentas públicas, pese al aumento constante del giro de fondos del Banco Central, la Anses y otros organismos públicos al Tesoro, que crecerán 73,8%, respecto de este año.

Hasta a un economista pertenecie­nte al oficialism­o le llamaron la atención estas cifras: “Cuesta pensar en un crecimient­o del 6%, salvo que uno asuma que se cumple la difícil previsión de aumento del 8,5% de la inversión”, expresó en forma anónima a la nacion.

En el mismo sentido, dijo que parece curioso el promedio de tipo de cambio de $ 6,33 para 2014, porque supone una reducción del ritmo de devaluació­n a la mitad: 15%, en un mundo más desfavorab­le para la competitiv­idad argentina.

“Si la inflación real se ubicara en torno del 25% que constituye el escenario más probable, el Gobierno debería devaluar alrededor de 30%”, expresó Álvarez.

Los analistas también expresaron su sorpresa por las cifras de la balanza comercial, que cerraría, según el Gobierno, con superávits de $ 10.556 millones este año y de $ 10.124 millones el próximo.ß

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