Liberaron a un presunto violador
El psicólogo González Calderón estaba imputado de seis ataques sexuales; fue favorecido por el ADN
Se sospechaba que era el autor de, por lo menos, seis ataques sexuales, la mayoría en el barrio de Villa Urquiza. Pero las pruebas genéticas y las ruedas de reconocimiento realizadas por las víctimas dijeron otra cosa. El psicólogo Marcelo González Calderón fue liberado por falta de mérito.
Así lo informaron fuentes judiciales. González Calderón estaba detenido desde el 1° de este mes, luego de que una mujer que trabaja en un local de decoraciones de Villa Urquiza lo reconoció en la puerta de una discoteca del barrio de Palermo como su violador.
Después de su detención, al psicólogo, de 54 años, le imputaron otros cinco ataques sexuales. Pero en las últimas horas el juez de instrucción porteño Ricardo Farías excarceló al acusado.
El magistrado tomó la decisión ante los resultados de los peritajes de ADN, que determinaron que el patrón genético de González Calderón no coincide con el de las muestras del violador.
Además, agregaron las fuentes consultadas, tres víctimas no reconocieron al psicólogo como el hombre que las violó. El violador cometió por lo menos seis ataques sexuales en Villa Urquiza.
Dos días después de la detención del psicólogo, que era empleado del Ministerio de Justicia de la Nación, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, había dicho que había pruebas suficientes para imputarle seis ataques sexuales y que el sospechoso tenía rasgos de psicópata.
Berni se refería a una presunta huella de González Calderón en uno de los locales donde trabajaba una víctima y a una computadora que le fue robada a una de las mujeres atacadas.
Pero la víctima no reconoció la notebook secuestrada en el departamento del psicólogo y la huella encontrada en el local no pudo confirmarse que sea de González Calderón.
Ayer, la noticia de la liberación del psicólogo sorprendió a las comerciantes de Villa Urquiza, un barrio que había recuperado la normalidad. Diez días atrás, las vidrieras de sus locales mostraban el rostro del hombre que atemorizaba la zona, pero la detención las había dejado algo más tranquilas.
Ayer, ante esta noticia, se reanudaron las medidas de precaución. “Apenas me enteré de que lo dejaban en libertad [a González Calde- rón], cerré nuevamente la puerta con llave”, dijo con firmeza Evelyn, una joven de 23 años que atiende un local que comercializa vestimenta sobre la avenida Triunvirato, en Villa Urquiza.
Tras la detención del psicólogo, la mujer había decidido volver a la normalidad. Más tranquila, y como lo hizo la mayoría de los comerciantes, quitó el volante que exhibía la foto del violador y mantenía la puerta abierta del local.
Para Andrea Morinigo, de 29 años, también fue una sorpresa. Ella y su compañera en una marroquinería se habían “relajado”, describió a la nacion.
“Estábamos más tranquilas porque, además, no se había dado a conocer ningún otro caso de abuso en la zona”, relató, con resignación, Morinigo.ß